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Política

Goteo de deserciones en Ciudadanos tras la última prórroga de la alarma

Julián San Martín, Mónica Martínez y Néstor Santos

Ciudadanos ha vivido la sexta y última prórroga del estado de alarma con tranquilidad en el grupo parlamentario y varias quejas entre miembros del Comité Ejecutivo por la falta de debate interno en una decisión política tan sensible. Pero lo más llamativo ha sido el goteo de deserciones de portavoces municipales en localidades de gran tamaño.

Las bajas del partido en los últimos días han sido las de Mónica Martínez (La Coruña), Julián San Martín (Logroño), Néstor Santos (Huelva). También ha roto el carné naranja el exdiputado de Castellón Domingo Lorenzo. Son las caras más conocidas, pero también hay afiliados de base que han tomado el mismo camino que Marcos de Quinto o Juan Carlos Girauta, quien ha dado 'Me gusta' a mensajes como este en Twitter:

Vozpópuli ha tenido acceso a escritos de renuncia como el de Néstor Sántos, que fue cabeza de cartel de Cs en las últimas municipales de Huelva y que ahora seguirá como independiente dentro del Consistorio onubense. "Tras varias semanas de reflexión he decidido solicitar mi baja como afiliado a Cs de forma irrevocable", empieza la misiva firmada el pasado miércoles.

Santos constata con "tristeza" que, tras el relevo de Albert Rivera por Inés Arrimadas, el partido naranja "se ha alejado de los postulados que defendía en sus inicios, perdiendo la defensa de los valores constitucionales y observando como apoyan, junto a los independentistas, a un Gobierno socio-comunista liderado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias".

En este sentido, subraya que ya no se siente identificado con la "ideología política" con la que entró en Ciudadanos. "No coincido con dar el apoyo a un Gobierno que distorsiona el funcionamiento de estamentos fundamentales del Estado Español como el Tribunal Superior de Justicia, la Guardia Civil, Defensa, la sanidad, etc...", afirma en la carta.

Carta de renuncia de Néstor Santos, concejal de Cs en Huelva.

Más sorprendente ha sido la baja del partido de Mónica Martínez en La Coruña. La única edil naranja en este municipio se va en el peor momento para el partido, a las puertas de las elecciones autonómicas del 12-J a las que se presenta en solitario y, precisamente, sin muchos cargos orgánicos de los que echar mano en Galicia. 

Según señaló en un comunicado, desea recuperar su "independencia política" y mantener una "relación fluida" con Ciudadanos. Al igual que Santos en Huelva, Martínez se queda con el acta de concejal y adelantó que desea mantener la colaboración que hasta ahora ha tenido con la alcaldesa socialista Inés Rey. Si bien Cs no votó a favor de la investidura de la representante del PSOE, luego apoyó los primeros presupuestos junto al BNG y la Marea Atlántica.

Quien sí que ha renunciado a su acta tras abandonar el partido ha sido Julián San Martín en Logroño. "Cuando el coste personal es superior a lo que puedes aportar a la ciudad, es el momento de dejarlo", indicó en su despedida, en la que deslizó un largo tiempo de "sinsabores", aunque no los concretó.

En Benicasim (Castellón), la marcha del concejal Domingo Lorenzo por discrepancias con las últimas decisiones del partido a nivel nacional ha provocado un serio contratiempo al equipo de gobierno formado por PP y Cs. Este inspector de Policía en excedencia fue diputado nacional por esta provincia entre julio y octubre 2016 y ahora se ha quedado como edil no adscrito, dejando en minoría a populares y naranjas.

"Migajas que puede que sean mentira"

El malestar de mandos intermedios y locales en Cs por el último apoyo a la sexta prórroga del estado de alarma lo sintetizó Carmen Amarillo de Sancho, portavoz en el municipio madrileño de Sevilla La Nueva, en una carta abierta publicada en las redes

"Me llama la atención que Ciudadanos, un partido que en los últimos meses se ha decantado por hacer política pensando en los españoles, y no en sus intereses partidistas, hoy vaya a votar a favor de una prórroga del estado de alarma cuando sus votos no son necesarios", explicaba.

"Y no lo son porque el Gobierno y el presidente han priorizado a sus socios independentistas. Los herederos de ETA, los independentistas radicales y republicanos. Y por supuesto los señores del PNV, esa derecha rancia y caduca de la oligarquía del País Vasco. Esos que se venden al mejor postor, como un Judas que se vende por 30 monedas de plata (o el cuponazo vasco que tanto les preocupa). Ellos dejaron caer a Rajoy. Y convirtieron la política española en lo que es hoy en día", señaló la edil de Sevilla La Nueva.

Amarillo de Sancho se mostró sorprendida por el 'sí' naranja cuando los votos de Cs no le hacían falta a Sánchez para esta última prórroga, por lo que tildó de "migajas, que puede que incluso sean mentira" los compromisos que Cs le sacó al presidente del Gobierno. "No me gusta que nos unan a esos partidos que quieren romper España. Prefiero ser irrelevante en esta votación, que sujetar los cables de este gobierno de titiriteros", concluyó.

Debate interno en Cs

A diferencia de la cuarta votación y quinta votación de la prórroga, que quedaron marcadas por las advertencias iniciales y el posterior adiós de Marcos de Quinto, en esta última ocasión no ha habido problemas internos dentro del grupo parlamentario. Los diez diputados votaron 'sí' el miércoles sin ningún trauma.

Donde sí hubo más debate, como adelantó El Español, fue entre los miembros del Comité Ejecutivo, formado por 38 personas y que sólo se reúne una vez al mes. Varios de los portavoces autonómicos, caso de Juan Marín y Toni Cantó, reclamaron en el chat interno más interlocución con el Comité Permanente en el que sólo están siete dirigentes y que, a la postre, es el que ha tomado las decisiones más delicadas del mes de mayo. 

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