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Política

Casado evita el choque con Vox y resucita la agenda más liberal del PP

Pablo Casado y Teodoro García Egea durante la reunión del Comité Ejecutivo Nacional.

Pablo Casado dará la batalla del 26-D en el terreno del centro. "Un contrato liberal" con la sociedad, anuncia Javier Maroto, quien dirigirá la campaña de los populares ante este reto. La mera elección del vicesecretario general de Organización para coordinar la campaña es toda una señal. Maroto representa el sector más abierto del partido, muy beligerante en asuntos sociales.

"El PP hablará del PP", dice Maroto. Nada de obsesionarse con Vox. "Nosotros vamos a lo nuestro y luego ya se verá". Casado saca brillo a los perfiles liberales del PP, algo mustio desde el arreón electoral del partido de Santiago Abascal en las andaluzas. Revolución fiscal, educación en libertad, unidad de España, sanidad de calidad, mundo rural, pacto del agua... Y por supuesto, defensa de la ley de violencia de género, uno de los asuntos más ríspidos durante la campaña andaluza. 

Los estrategas de Génova consideran que el juicio a los impulsores del golpe en Cataluña incidirá en forma notable en la campaña y quizás en el resultado electoral. Un aspecto que, desde luego, aparecerá en las comparecencias de Casado, quien pretende recorrer más de cincuenta localidades hasta Semana Santa. Otra 'tour de force' al estilo andaluz. Poco se hablará, sin embargo, de memoria histórica, defensa de la vida o guerra a la inmigración. Si acaso, apoyo a una inmigración legal y controlada. Sin mas.

El PP está decidido a afianzarse como el partido predominante en el espacio del centroderecha. Si pierde esa condición, estaría muerto. Ciudadanos aparece cada vez más escorado a la izquierda, donde encuentra el hueco al que el PSOE está renunciando. Vox está muy fuerte en las encuestas, aunque todavía no ha arrancado su precampaña y ni siquiera ha hecho público el nombre de sus candidatos. Lo hará en marzo. No lo necesita. 

Los dirigentes del partido de Abascal no comparecen ante los medios, apenas hacen declaraciones, no ofrecen ruedas de prensa y tampoco acuden a los premios Goya. "Vemos las películas de Clint Eastwood", subrayaba Abascal, en tono irónico luego de la enorme propaganda que se le sirvió en bandeja durante la velada del cine español.

El voto más útil que nunca

No evitar debates con nadie pero sí, centrarse en lo suyo. Una vez celebrados los comicios, se plantearán los posibles pactos o acuerdos. "Se tantearán las posibles alternativas para alcanzar mayorías sólidas de centroderecha", señaló Maroto este lunes en Génova. 

En el cuartel general de los populares se advierte de que mucho voto a Vox irá a la papelera porque no se podrá transformar en escaño. Al menos en quince capitales quienes entreguen su papeleta a Abascal no obtendrán el resultado apetecido, según dicen en el PP. La ley d'Hont, sumada a la fragmentación electoral, producirá efectos negativos para los más pequeños, que lejos de arañar escaños, perderán cualquier posibilidad de sentarse en un parlamento o en un ayuntamiento.

Es la teoría del voto útil, ya utilizada en la campaña andaluza con escaso éxito. Ahora podría funcionar en algunas zonas, en especial Castilla y León, o las regiones uniprovinciales, de acuerdo con estas fuentes. "No nos vamos a obsesionar con Vox, pero no vamos a perderlos de vista", se insiste desde el PP. Casado repite una y otra vez que no hay que ofender a quienes en su día votaron al PP. Especialmente, porque ahora podrían regresar a su partido de origen. "Para arremeter contra Vox ya está Ciudadanos, que se podrá encontrar con dificultades para alcanzar pactos postelectorales", añaden. 

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