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Política

Puigdemont confía en que Llarena le abra el camino hacia las elecciones

Mitin de Puigdemont desde Bruselas

El juez Llarena puede colaborar, indirectamente, en los planes de Puigdemont para convocar nuevas elecciones. Los tiempos judiciales se cruzan con los de la Justicia. El magistrado del Supremo comenzará este miércoles a responder  a los recursos presentados por los cabecillas del 'procés'. Una vez que la sentencia sea firme, podrían quedar inahabilitados. 

Junqueras, Sánchez, Turull, Rull y Romeva arriesgan perder su condición de diputados en cuanto concluya el trámite de Llarena y de la Sala de Apelaciones del Supremo. Cinco diputados, cinco votos para la mayoría secesionista. Hay que sumar, además, los de Puigdemont y Comín, uno en Berlín y el otro en Bruselas. Ambos mantienen su derecho a delegar el voto. El TC no se lo ha impedido al admitir a trámite el recurso de Ciudadanos

El el caso de que no haya variaciones en el plano jurídico, el 'plan D', es decir, una 'investidura limpia', podría concretarse antes del 22 de mayo, la fecha límite para convocar elecciones. Todo puede ocurrir. Desde la inhabilitación de los exconsejeros vía Llarena hasta la decisión de los tribunales alemán y belga sobre la euroorden. Losa siete diputados en cuestión podrían ver modificada su situación procesal y perder sus derechos de voto.

El expresidente considera que un nuevo paso por las urnas fortalecería su liderazgo y desarmaría a ERC, que estaría forzada a sumarse a su lista electoral

Si tal circunstancia ocurre, todos ellos deberían renunciar a su acta para que corra la lista y así mantener la mayoría de los 66 votos que se precisa para la investidura. Un trámite legislativo que no es automático. Llevaría su tiempo. Y si no se logra en el plazo requerido, la investidura. No cabría entonces más alternativa que la convocatoria electoral. 

El retorno de Elsa Artadi

Es decir, se cumpliría el anhelo que Puigdemont confiesa en privado a algunos de sus visitantes en el refugio berlinés. El expresidente considera que un nuevo paso por las urnas fortalecería su liderazgo y desarmaría a ERC, que estaría forzada a sumarse a su lista electoral. En JxCat no osan desvelar esta estrategia en público. La versión oficial la repetía pacientemente este miércoles, Elsa Artadi, al asegurar que habrá investidura de Puigdemont antes del 14 y luego se intentará otra con un postulante sin mácula. Que podría ser ella misma. Luego de que se filtrara su 'paso atrás', ahora se ofrece de nuevo. "Demasiados rumores y falsedades", comentan en círculos secesionistas. 

"Se hará lo que diga el presidente", afirmaba la portavoz de JxCat en una entrevista televisiva. Ese todo de sumisión inquebrantable, de sometimiento absoluto y sin reproches a las ocurrencias de Puigdemont, es la actitud habitual de quienes integran su equipo más próximo. Ni ERC, que ya no sabe cómo decirlo, ni el PDeCat, a dos pasos de la desintegración, ni la ANC, ni Ómnium ni, desde luego, Mariano Rajoy, quieren elecciones. Sólo Puigdemont las anhela. Llarena, quizás de carambola, puede abrirle el camino a los comicios. 

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