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Política

La campaña del 28-A arranca con Sánchez en cabeza, mucha indecisión y la mayoría de Gobierno en el aire

Sánchez y Susana Díaz en Dos Hermanas (Sevilla).

La campaña electoral para las elecciones generales del 28 de abril ha arrancado en la noche de este jueves con una incertidumbre inédita sobre el resultado final. Si bien todas las encuestas coinciden en que el actual presidente Pedro Sánchez será el candidato más votado, los sondeos también auguran que la mayoría de Gobierno está en el aire por al alto número de indecisos, la irrupción de Vox y la caída de Podemos.

Los españoles vuelven a las urnas después de la legislatura más convulsa desde la Transición. En los últimos tres años, el país se ha enfrentado a una revuelta separatista en Cataluña y a la primera moción de censura exitosa de la democracia, que tumbó el Gobierno de Mariano Rajoy y convirtió a Sánchez en jefe del Ejecutivo contra todo pronóstico.

Las elecciones dirimirán si Sánchez es capaz de ganar, como dicen todas las encuestas, y revalidar Gobierno. O si por el contrario, PP y Ciudadanos consiguen formar una mayoría alternativa en la que necesitarán a Vox casi con toda seguridad. Así ocurrió en Andalucía, cuando el centro derecha enterró 40 años de socialismo sin que un solo sondeo lo detectase.

Pablo Casado.

Dos bloques

España está en campaña desde febrero, cuando Sánchez anunció el adelanto electoral tras el fiasco de su negociación con el separatismo catalán y la figura del relator. El escenario que se plantea es complejo. Ciudadanos ha rechazado el pacto con el PSOE y ha tendido la mano al PP de Pablo Casado.

Otra de las particularidades es que menos de un mes después del 28-A se celebrarán las elecciones europeas, autonómicas y municipales del 26 de mayo. Y no está claro si el punto de partida actual podría verse alterado en mayo. 

Hasta ahora, Albert Rivera ha rechazado el acuerdo con Sánchez por activa y por pasiva. Así que las cartas, a falta del veredicto de las urnas, ofrecen o un Gobierno de Sánchez y Podemos con nacionalistas o una mayoría de PP, Ciudadanos y Vox. La incógnita no se desvelará hasta conocer los resultados. 

Todo dependerá de hasta donde llega el avance de Santiago Abascal y de cómo resisten Rivera y Casado el empuje de la formación ultra conservadora. Sánchez, por su lado, aspira a obtener una victoria lo suficientemente bueno como para contener el desplome que se augura para Pablo Iglesias y no depender demasiado (o nada) de nacionalistas y separatistas.

Santiago Abascal.

De Sevilla a Covandonga

Los cinco partidos nacionales han realizado la pegada de carteles, un rito que sobrevive más por tradición que por sentido real. Hace muchas semanas que todos los candidatos están en campaña. Y el hecho de pedir el voto es un mero trámite. Será una campaña extraña por coincidir con la Semana Santa y que estará marcada por el debate televisado entre los cinco candidatos a la Moncloa que tendrá lugar el martes 23 de abril en Atresmedia.

El presidente del Gobierno ha abierto la campaña en Dos Hermanas (Sevilla), feudo tradicional del socialismo. Sánchez, acompañado de Susana Díaz, ha pedido una movilización masiva de la izquierda para frenar a los partidos de derecha.

"Si las tres derechas suman, la confrontación territorial está garantizada", ha dicho Sánchez en Sevilla. "La corrupción volverá a las instituciones de manos de un partido que aún no se ha limpiado de la corrupción y volverán los recortes".

Holograma de Rivera

Una de las novedades tecnológicas ha sido la presencia de Rivera en dos sitios al mismo tiempo gracias a un holograma. El líder de Ciudadanos estaba físicamente en Pedraza (Segovia), pero gracias a un holograma su imagen se ha proyectado también en la sede del partido en Madrid.

Rivera ha pedido el voto para decir "no" a Sánchez y el separatismo. Y con esta doble presencia ha querido subrayar su compromiso con la España despoblada y, a la vez, reclamar una España más moderna. 

Por su parte, Casado, Iglesias y Abascal han elegido Madrid para la pegada de carteles. Vox también ha hecho un acto en Covadonga, en Asturias, para incidir en su idea de la Reconquista. Vox ya utilizó este concepto durante la campaña andaluza a finales del año pasado. 

Abascal, en la plaza de Colón, ha pedido una gran movilización de los "españoles que se resisten a perder sus libertades". Mientras que Casado ha dicho a sus votantes en fuga que el PP es el partido en el que "pueden confiar, que no va a defraudar".

Y el líder de Podemos ha reclamado llenar las urnas de "verdades". "La mentira es una de las grandes amenazas de la democracia española. Y el próximo día 28, en las urnas, tiene que haber votos que se llenen de pequeñas verdades, de verdades cotidianas, de las verdades de la gente que tiene dificultades para llegar a fin de mes, de los jóvenes que han tenido que emigrar", ha dicho.

Alberto Garzón y Pablo Iglesias.

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