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Política

Calviño y Moncloa chocan por la aprobación de la 'tasa Google' sin esperar al acuerdo de la OCDE

El Rey Felipe VI preside la reunión del Consejo de Ministros deliberativo, en la Zarzuela

El Gobierno ha tirado por la calle de en medio con la tasa Google. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el nuevo impuesto a empresas digitales a pesar de las voces que, tanto en la vicepresidencia económica de Nadia Calviño como en el Ministerio de Hacienda, han advertido a Pedro Sánchez de que era mejor esperar.

La recomendación a Sánchez fue no actuar unilateralmente mientras se negocia un acuerdo sobre esta nueva fiscalidad en la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). 

El consenso europeo o en el seno de la OCDE evitaría las represalias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a las empresas exportadoras españolas con la implantación de aranceles. La simple amenaza de gravar algunos de los principales productos franceses forzó a Emmanuel Macron a dar marcha atrás con una figura impositiva similar el año pasado. 

"No era el momento"

El consenso en el seno del Gobierno sobre la necesidad de la tasa Google es total. Pero han existido discrepancias sobre si era o no el momento oportuno para presentar un proyecto legislativo. Y así lo han trasladado distintos interlocutores a La Moncloa en las últimas semanas.

"No hay manera de que entiendan que no es el momento de actuar en solitario", dicen algunos de estos interlocutores a Vozpópuli.

Las presiones de Estados Unidos y las dudas de Calviño, parte de Hacienda y también Asuntos Exteriores han llevado al Ejecutivo a descafeinar algo su propuesta. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha anunciado que la recaudación del nuevo gravamen no se realizará hasta diciembre. El retraso, ha dicho, es precisamente para dar margen a la negociación multilateral.

"Nos permite un margen para lograr un acuerdo en el marco internacional, en las negociaciones en el seno de la OCDE y el G-20", ha dicho Montero. "El hecho de que algunos países avancen impulsa esta legislación". 

El Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales, conocido como tasa Google, gravará con un 3% a las empresas que facturen 750 millones de euros a nivel global e ingresen 3 millones en suelo español por actividades como la publicidad online, la intermediación en línea (la comisión de intermediación y las redes sociales) y los servicios de transmisión de datos. El Ejecutivo prevé recaudar 968 millones de euros.

Adaptar la legislación española

Montero se ha comprometido a adaptar la legislación española al acuerdo internacional, si lo hubiera. La ministra de Hacienda ha explicado que la propuesta que se envía ahora al Congreso está inspirada en la de la Comisión Europea. 

Este impuesto afecta sobre todo a multinacionales norteamericanas, pero no solo a ellas. Francia retiró un proyecto similar después de que Trump amenazara con imponer aranceles al vino francés. El acuerdo al que llegaron el presidente estadounidense y su homólogo francés fue pactar la revisión de la fiscalidad internacional en el seno de la OCDE.

El Rey tiene previsto entrevistarse con Trump el 21 de abril en Washington. Felipe VI tendrá una papeleta diplomática complicada, y no solo por la tasa Google, ya que Trump ha impuesto aranceles a productos agroalimentarios europeos (incluidos españoles) en respuesta al contencioso entre Airbus y Boeing. Además, Estados Unidos ha prohibido la entrada al país a toda la cúpula de Meliá por sus intereses en Cuba en aplicación de la ley Helms-Burton.  

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