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Política

Los cachorros de la CUP ponen en su diana a las juras de bandera civiles

Miembros de Arran, rama juvenil de la CUP, en una convocatoria de prensa en Barcelona.

"Una provocación". Así se refieren los grupos radicales Arran y Endavant, ambos vinculados a la CUP, a las juras de bandera civiles celebradas en municipios de esa entelequia que ellos denominan "Països Catalans". Los cachorros de la coalición independentista, noticia en las últimas semanas por sus acciones contra el turismo, han puesto también en su diana estas ceremonias, a las que atribuyen un "tufo fascistoide", y han empezado a intimidar a aquellos ayuntamientos que las tengan en su agenda.

Es el caso, por ejemplo, del Consistorio de Vila-real (Castellón), que está organizando para el próximo 28 de octubre, junto al Ministerio de Defensa, una jura de bandera civil en la que prevé contar con la participación de "unas mil personas". La iniciativa partió del alcalde, el socialista José Benlloch, que se puso en contacto con Defensa y formuló la petición correspondiente a las autoridades militares de la región. Será la primera vez que este municipio acoja una jura de bandera civil. De la Corporación local, ha sido Compromís quien ha adelantado que no participará en este "acto militar", ya que, a su juicio, "en un momento en el que prácticamente todo el mundo asume el carácter plurinacional del Estado, la exaltación patriótica de España está de más".

En colaboración con la Comandancia Militar de Valencia y Castellón y la subdelegación de Defensa, el Ayuntamiento de Vila-real mantendrá abierta la inscripción hasta el 20 de octubre. Mientras, la kale borroka del secesionismo catalán ya ha iniciado su acoso y ha difundido carteles y pintadas contra dicha iniciativa a través de las redes sociales. Arran y Endavant aseguran que estas juras de bandera de personal civil "tendrán nuestra resistencia". El pasado 20 de mayo, el Ayuntamiento de Orihuela (Alicante), gobernado por el PP, también organizó una jura de bandera civil en la que participaron 280 personas.

En el calendario del Ministerio de Defensa figuran otras cuatro citas similares en Cataluña y Baleares en los próximos meses. En concreto, hay prevista una jura de bandera civil en el Castillo de San Fernando en Figueras (Gerona) el 30 de septiembre, justo la jornada de reflexión del referéndum de independencia anunciado por la Generalitat de Cataluña (PDCat y ERC) con el apoyo de la CUP. Así mismo, otra fecha es el 21 de octubre, tres semanas después del 1-O, y esta vez será en el Acuartelamiento 'General Martín Alonso' en Talarn (Lérida), donde se encuentra la Academia General Básica de Suboficiales (AGBS). En ambos casos, la iniciativa no ha sido de los ayuntamientos sino del Ministerio.

Igualmente, Defensa habilitará una jura de personal civil en Ibiza el 8 de octubre y otra en Palma de Mallorca, en la Base Aérea de Son San Juan, el 10 de diciembre, "con motivo de la Patrona de Ejército del Aire, Nuestra Señora la Virgen de Loreto". El pasado mayo, el Parlamento balear aprobó gracias a la abstención del PSOE (Podemos votó a favor) una proposición no de ley de la coalición nacionalista MÉS para suprimir estas juras de bandera civiles en la comunidad. La iniciativa insta al Gobierno central y al Ministerio de Defensa a dejar de organizar actos "en las Islas Baleares y en el resto del Estado" porque "no hacen más que generar división social y utilizan recursos públicos que en el contexto presente son escasos y absolutamente necesarios para cubrir y mejorar la prestación de servicios públicos del Estado del bienestar".

Bien común

El protocolo de estas ceremonias dice que el Jefe de la Unidad de la Armada, del Ejército del Aire o de Tierra a la que el ciudadano desee realizar la Jura pronuncia las siguientes palabras: "¡Españoles! ¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, con lealtad al Rey y, si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España?". Una frase a la que el ciudadano debe contestar: "¡Sí, lo hacemos!". Tras tomar juramento, cada uno de los participantes se acerca a la bandera española para besarla en un gesto simbólico que supone sellar el compromiso con España, además de contribuir al bien común y apoyar a la seguridad y a la defensa de la Nación.

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