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Política

BBVA aseguró al clan Villarejo que necesitaba al PP para aprobar la Operación Chamartín

José Villarejo, Julio Corrochano, Antonio Béjar y Francisco González.

El exdirectivo de BBVA Antonio Béjar, que también fue el máximo responsable de la denominada Operación Chamartín, informó en diciembre de 2013 al clan del comisario José Manuel Villarejo de su intención de acelerar en 2014 la aprobación del proyecto urbanístico porque estaba seguro de que en 2015, tras las elecciones autonómicas y locales, el PP dejaría de gobernar en la ciudad y en la Comunidad de Madrid, según consta en una grabación a la que ha tenido acceso Vozpópuli.

"Hay que hacer como lo de Valdebebas. En pocos meses, hay que hacer un plan nuevo y publicarlo [...]. Y toda esa dinámica, que se va a dar en el año 2014, y además tiene que darse en el año 2014, porque en el año 2015 ya no va a estar el PP: ni en la Comunidad ni en el Ayuntamiento", especifica en la grabación Béjar. De ahí que concluyera que había que impulsar el proyecto. "Hay que acelerar en el año 2014 y nosotros, evidentemente, si eso sale bien, nos vamos a ver beneficiados. [...] Un proyecto que hoy es una ruina, podría volver a ser eventualmente un proyecto razonablemente bueno", zanja el entonces presidente de la empresa Desarrollos Urbanísticos de Chamartín, SA (Duch).

Béjar está imputado en el caso Villarejo por contratar al excomisario para que espiara a morosos del banco. Sin embargo, en el audio descubierto por los agentes de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía en la vivienda de Villarejo se constata que la entidad presidida por Francisco González también contrató los servicios del exagente encarcelado para obtener información sobre la constructora San José, socia de BBVA en este macroproyecto urbanístico.

"San José está quebrada"

El exdirectivo del banco asegura que sabía que sus socios pasaban por serios problemas económicos. "Constructora San José está quebrada porque tiene 2.200 millones de deuda y tiene pérdidas. Genera caja aproximadamente por 40 millones. Solo los intereses son más de 100. No tiene ningún porvenir y vamos a entrar en un territorio…", dice Béjar, que reconoce en el audio que la entidad bancaria tenía "cierto conflicto de interés, y un problema" con la constructora porque BBVA era socio y acreedor de la compañía.

"Tenemos ahí un pequeño lío. Duch ahora, el 31 de diciembre de este año, dentro de dos semanas, tendría que pagar, porque ya vence el pago, 984 millones al Ministerio de Fomento. Y estamos con intensas negociaciones con el Gobierno para no pagarlo", confiesa el entonces presidente de la empresa Desarrollos Urbanísticos de Chamartín, SA (Duch).

”Tenemos ahí un pequeño lío. Duch ahora, el 31 de diciembre de este año tendría que pagar, porque ya vence el pago, 984 millones al Ministerio de Fomento. Y estamos con intensas negociaciones con el Gobierno para no pagarlo”

Según Béjar, el BBVA intentaba no abonar este dinero gracias a que había habido una decisión judicial que les favorecía. "Para no pagar, porque hay una sentencia. Y vamos a aprovechar que una sentencia, que medio tumba el proyecto, para decirle al Ministerio de Fomento: mientras esté la sentencia, no nos hagamos daño. Tú no me pidas el pago y yo no te pido a ti; vamos a ver qué pasa en la sentencia y ya iremos hablando, luego ya eso más o menos lo vamos a conseguir", asegura el exdirectivo de BBVA.

"No los van a ver"

El entonces presidente de Distrito Castellana Norte reconoce al socio de Villarejo que el proyecto urbanístico había que "redimensionarlo". Y por eso tenían que hacer ver a las administraciones públicas implicadas en la Operación Chamartín, el Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad y el Gobierno, todas ellas gobernadas por el PP, que los 984 millones de euros que la sociedad Desarrollos Urbanísticos de Chamartín, SA (Duch) se había comprometido a pagar, "no los van a ver en la vida".

En la conversación, Béjar confiesa a Redondo que no se fiaba de sus socios, la constructora San José, que era la dueña del 27,5% de la operación. "Y yo no puedo negociar toda esta película al modo de ellos. Que es mi tensión permanente con ellos. Oye, que esto no lo puedes decir. Esa dinámica es un poquito peligrosa. Pero yo tengo que entrar en esa dinámica sí o sí. No tengo más cojones", lamenta Béjar a su interlocutor, una de las personas de la máxima confianza de Villarejo.

El exdirectivo de BBVA explica después a Redondo que el presidente del banco, Francisco González, era el que le decía que tenía que "tirar adelante" con la operación Chamartín. "Yo tengo el 72,5% de la compañía. Soy el socio mayoritario y soy el que voy a poner la pela. Tengo que tirar adelante, pero tengo, en la medida de lo posible, que controlar los efectos colaterales. Digamos, reputacionales o de cualquier tipo que estos tipos me puedan generar", indica Béjar, en referencia al Grupo San José.

Y entre estos posibles efectos negativos, el exdirectivo de BBVA alude a tres posibilidades: "A) Porque están quebrados y están desesperados; B) porque son unos mafiosos; y C) porque tengan mierda por ahí que eventualmente la otra parte en una negociación me lo puedan utilizar en contra".

Y por eso Béjar reclamaba información confidencial al socio de Villarejo: para estar seguro de que su socio estaba "limpio"; y porque estos datos policiales "generarían conductas diferentes" por parte del banco. "Si llegamos a la conclusión de que este tipo es un delincuente, y que lo van a detener mañana, para mí es muy fácil: fuerzo una ampliación de capital y como no tienen un puto duro, les diluyo y les expulso de la compañía porque tienen un 27%", destaca el que en diciembre de 2013 era el máximo responsable de la Operación Chamartín.

”Si llegamos a la conclusión de que este tipo es un delincuente, y que lo van a detener mañana, para mí es muy fácil: fuerzo una ampliación de capital y como no tienen un puto duro, les diluyo y les expulso de la compañía porque tienen un 27%”

Béjar, que reclama que la investigación sobre sus socios sea "hiperconfidencial" porque el tema era "muy sensible", confiesa a Rafael Redondo que a BBVA no le convenía que sus socios se fueran de la Operación Chamartín.

"Una coartada"

"Porque si se me van, el Ministerio de Fomento y los demás me van a freír, porque entonces van a ver al banco. Entonces van a ver a la compañía Duch igual a BBVA. Y van ir directamente a por BBVA, a por el dinero, y entonces a ver con qué cojones les decimos en el banco que no tenemos dinero", resalta el exdirectivo, que sostiene que tenerles como socios "le da una cierta coartada" de que es una compañía independiente.

Precisamente, este lunes la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció que la Comunidad de Madrid dará luz verde definitiva a Madrid Nuevo Norte en el Consejo de Gobierno del 25 de marzo, en el que se aprobará la construcción de 10.000 viviendas en el Norte de la Comunidad de Madrid.

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