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Política

Los artículos 103 y 72 del Congreso que Batet se negó a aplicar

Felipe VI y Meritxell Batet.

La segunda jornada del debate de investidura de Pedro Sánchez ha sido inaugurada por EH Bildu, que estrena grupo parlamentario propio con cinco diputados, algo que hasta el pasado 10N no había logrado. Han decidido abstenerse para favorecer la coalición PSOE-Podemos.

Mertxe Aizpurúa ha sido la encargada de subir a tribuna y de pronunciar un discurso que ha hecho que los diputados de PP, Vox y Ciudadanos se revuelvan en sus escaños. Ha destacado la labor de Arnaldo Otegi, ha cargado contra el Rey y ha cuestionado a las instituciones del "autoritario" Estado español. La diputada de EH Bildu ha hablado también de la "represión" en el País Vasco y de la "crueldad" que padecen los presos de ETA por estar lejos de sus casas.

El candidato a presidir el Gobierno no ha defendido al Rey, a la Constitución ni a las víctimas del terrorismo. Es infame lo que hemos vivido"

"¡Terroritas! ¡Asesinos!", gritaban diversos parlamentarios desde las filas populares y de Vox. Los emplazamientos al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para que se pronunciase en contra de Aizpurúa han sido reiterados. En un contexto de absoluta crispación, la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, ha pedido la palabra a Batet con la Constitución en la mano.

Finalmente, ha sido el propio pasado quien ha hecho uso de la palabra por parte del PP para apelar al artículo 103 del Reglamento del Congreso. Meritxell Batet ha desoído aplicarlo alegando a la "libertad de expresión". "El candidato a presidir el Gobierno no ha defendido al Rey, a la Constitución ni a las víctimas del terrorismo. Por las 850 víctimas del terrorismo que hay en España, por la Constitución, es infame lo que hemos vivido", ha dicho Casado en referencia al 103.

Minutos después ha sido el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, el encargado de invocar al artículo 72 del reglamento de las Cortes, que permite llamar al orden cuando se falta al decoro de las instituciones del Estado porque, ha dicho, eso es lo que ha sucedido con la portavoz de EH Bildu cuando ha asegurado que España es un país autoritario. Bal ha pedido a la socialista que hiciera desaparecer del Diario de Sesiones las acusaciones de Aizpurúa al monarca. Batet respondió, de nuevo, apelando a la "libertad de expresión". 

"Hubo otras épocas en este país donde, efectivamente, no se permitía la crítica ni al Gobierno ni a otras autoridades del Estado. Por suerte esas épocas han pasado y hoy disfrutamos de una democracia plena", ha defendido Batet.

Artículos 103 y 72 del Congreso

¿Qué dicen los artículos 103 y 72 que la presidenta del Congreso desoye aplicar bajo el paraguas de la libertad de expresión? El primero de estos señala que los diputados y los oradores han de ser llamados al orden "cuando profirieren palabras o vertieren conceptos ofensivos al decoro de la Cámara o de sus miembros, de las Instituciones del Estado o de cualquiera otra persona o entidad".

Además, la presidenta debe llamarles al orden cuando en sus discursos falten a lo establecido para la buena marcha de las deliberaciones; cuando con interrupciones o de cualquier otra forma alteren el orden de las sesiones y cuando, retirada la palabra a un orador, pretendiesen continuar haciendo uso de ella.  

El artículo 72 señala que en cualquier estado del debate, un diputado podrá pedir la observancia del Reglamento. "A este efecto, deberá citar el artículo o artículos cuya aplicación reclame. No cabrá por este motivo debate alguno, debiendo acatarse la resolución que la Presidencia adopte a la vista de la alegación hecha", reza el texto.

Por otro lado, cualquier diputado podrá también pedir, durante la discusión o antes de votar, la lectura de las normas o documentos que crea conducentes a la ilustración de la materia de que se trate. La Presidencia podrá denegar las lecturas que considere no pertinentes o innecesarias.

"Hay que preguntarle a Batet si va a aplicar alguna vez el artículo 103. ¿O aquí dentro se puede despreciar a las víctimas del terrorismo e insultar al Jefe del Estado? El TC dice que la libertad de expresión tiene límites. Una cosa es libertad de expresión y otras es calumniar y faltar al respeto a las más altas instituciones. Sánchez calla", ha zanjado Bal en los pasillos de la Cámara. 

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