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Política

Arrimadas marca distancias con la estrategia del último Rivera

Inés Arrimadas en un pleno de la pasada legislatura fallida.

La portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas, se reúne hoy por primera vez a solas con el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, tras haber pedido hace dos semanas una reunión a tres con el presidente del PP, Pablo Casado, para intentar conformar un Gobierno constitucionalista. Una fórmula que no fue aceptada por La Moncloa.

En todo caso, la celebración del encuentro ya es un síntoma de que algo ha cambiado en Ciudadanos. En la pasada legislatura fallida, Albert Rivera tuvo dos encuentros con Sánchez, el primero en mayo en La Moncloa y el segundo en junio en el Congreso, pero luego el entonces presidente de Cs se negó a volver a sentarse en una mesa con el jefe del Ejecutivo o a cogerle el teléfono hasta el giro 'in extremis' a una semana de la disolución de las Cortes.

Arrimadas ha tenido otro talante y ha sido recompensada por Sánchez, quien le ha colocado la cita a las 11:00 horas por detrás de Casado, cuando lo lógico hubiera sido al contrario, lo que ha sido interpretado en fuentes naranjas como la evidencia de que el líder del PSOE tiene más cosas de las que hablar con Ciudadanos que con el PP. Curiosamente, en las últimas dos ruedas de prensa del presidente del Gobierno en Bruselas hubo críticas contra el PP y Vox, pero no contra la formación naranja.

La portavoz de Cs llega a esta primera cita con Sánchez con el deseo de convencer al líder socialista de que explore la llamada vía de los 221 escaños para un acuerdo entre PSOE, PP y Cs. "Si Sánchez abre esa puerta, el PP va a tener que entrar sin ninguna duda", dijo la semana pasada en una entrevista en La Sexta.

Adiós al lenguaje de Rivera

Entre tanto, se ha olvidado del lenguaje tan bronco que exteriorizó Rivera en los meses siguientes al 28-A. Desde la famosa cita de "la banda de Sánchez" para referirse al líder socialista y sus potenciales socios de gobierno, a otras expresiones altisonantes como "o tienes el carné socialista o estás jodido", junto a aquellas críticas al presidente por desplegar un "teatrillo" en el Congreso para hacerse el "histérico", pidiendo la entonces abstención del PP y Cs mientras negociaba con Podemos "en la habitación de al lado, la habitación del pánico" para los españoles.  

Arrimadas ha criticado estas últimas semanas las "vergonzosas" negociaciones de Sánchez con los partidos secesionistas y de la que puede salir el Gobierno del "insomnio", pero desde un tono menos belicoso que el de Rivera. Otro cambio sustancial con respecto al expresidente de Cs es que la portavoz en la Cámara baja reconoce ahora sin tapujos que Casado es el "jefe de la oposición", una condición que Rivera intentó disputar al líder del PP tras el 28-A.

Además, la dirigente catalana ha lamentado en varias ocasiones que Ciudadanos no explicase mejor el giro que dio el partido en el último momento de la pasada legislatura, a una semana de que se disolviesen las Cortes, con una oferta de tres puntos -preparar un 155, cambio de gobierno en Navarra y no subir impuestos a las familias- que Sánchez despachó con una negativa en forma de carta.

"No supimos convencer a los españoles"  

La propia gestora lo admitió la pasada semana en un argumentario interno enviado a la militancia tras unas declaraciones de Arrimadas, en las que dio a entender de que fue un error no pactar con Sánchez tras las generales de abril. 

"Dijo lo que hemos dicho ya muchas veces y que yo comparto que es que no supimos explicar o convencer a los españoles sobre en qué consistía nuestra solución de Estado para desbloquear España a cambio de tres exigencias muy básicas a Sánchez", indicó en un mensaje al que tuvo acceso Vozpópuli.

A juicio de la formación centrista, "mucha gente dirá que solo hubo una semana y no daba tiempo, pero Iglesias y Sánchez necesitaron 24h para ponerse de acuerdo y pactar un Gobierno. O sea: si en 24h horas puedes pactar un gobierno con Podemos, en una semana entera también podrías encontrar tiempo para hablar con Cs".

Mensaje interno de Cs sobre cómo responder a posibles preguntas sobre Arrimadas.

La gestora que dirige en la actualidad Manuel García Bofill insistió en que "toda España vio que Sánchez nunca quiso pactar con nadie que no fueran sus socios habituales: nacionalistas y populistas". Frente a ello, Ciudadanos entonaba el mea culpa. "Y nosotros ya lo hemos dicho muchas veces: no fuimos capaces de trasladar nuestra propuesta de desbloqueo, porque fue la única que se puso encimo de la mesa".

Otra parte del argumentario interno de Cs.

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