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Política

Un adelanto electoral truncaría los planes de Casado para el gran cambio del PP

El presidente del PP, Pablo Casado

No será el más perjudicado, pero tampoco el más beneficiado. O, al menos, no tanto que auguran algunas encuestas. Los planes de Pablo Casado no pasan por un adelanto electoral para confirmar su posición de liderazgo en el centroderecha. Es cierto que Ciudadanos y Vox aparecen más débiles en los sondeos. Pero Casado necesita tiempo.

La posible convocatoria electoral para el 10 de noviembre no es el escenario favorito de Casado. Las generales del 28-A fueron prematuras. No le fue nada bien. Ahora no lo serían tanto pero tampoco encaja en el calendario ideal que necesitaría el líder del PP. Dentro de un año sería más ajustado con sus planes. Hay muchas cosas aún por cambiar en el partido.

"Estamos preparados para todo, tenemos la maquinaria engrasada". La frase la repiten en Génova con entusiasmo. Teodoro García Egea y Ana Beltrán, los dos puntales de la nueva organización tras las reformas de julio, no temen volver a unas elecciones. Saben que les iría mejor que en las últimas. Que el efecto Vox parece haberse diluído, tal y como se vio en las municipales y autonómicas. Y que Ciudadanos atraviesa por una fase muy singular. 

El aparato del PP precia aún de un tiempo para ajustes. Los cambios han sido drásticos en la estructura de Génova y en los grupos parlamentarios. Falta por 'darle una vuelta' a organización en las provincias, dicen fuentes de la alta dirección. Hay barones desajustados y otros despendolados. La puesta en marcha de la iniciativa España Suma ha producido algunas turbulencias en la interna de la formación.

Los barones regionales

Casado pretende llevar a cabo cambios en la cúpula de varias organizaciones regionales. Para ello tendría que convocar congresos extraordinarios, luego de designar la correspondiente gestora. Al estilo de lo ocurrido con el PP valenciano. Un tema delicado que no puede abordarse en forma acelerada. Hay líderes regionales, como Feijóo, Alonso, Bonig, que no caminan por el mismo sendero que la dirección nacional. Y otros, que se muestran remisos ante el proyecto de Casado. Concurrir a unas generales con este trabajo a medio hacer no es lo ideal para Casado.

Su equipo habla de que lo ideal sería el próximo otoño. Las piezas estarían más encajadas y el Gobierno de Pedro Sánchez, de haber sobrevivido a la investidura gracias a Podemos y los secesionistas, mostraría ya síntomas evidentes de fatiga, por su inoperancia. Un año, sólo necesita un año, dicen las fuentes mencionadas. Si la cita con las urnas es en noviembre , como parece, tan sólo cabe insistir en la estrategia de España Suma. Mete presión y desgasta a Ciudadanos y quizás logre la colaboración de Vox tanto en las provincias pequeñas como en el Senado. 

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