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Política

Vox acoge en su lista de Madrid a un policía multiexpedientado que usa las redes para insultar

El exdirector de la Policía Ignacio Cosidó estaba en su casa viendo la televisión cuando en ella apareció una persona que decía ser subinspector. Valoraba los atentados yihadistas en Francia de noviembre de 2015, los de la sala Bataclan. Tras escuchar lo que estaba diciendo, Cosidó levantó el teléfono y pidió que lo sacasen de allí. La intervención acabó con un expediente y una suspensión de empleo y sueldo por generar alarma. Una más que unir a un largo historial, un total de 16. “Lo habitual es que un director actúe para archivar expedientes, en este caso fue al revés”, recuerda hoy una fuente policial. Aquel subinspector es Alfredo Perdiguero y es uno de los fichajes de Vox para su candidatura a la Comunidad de Madrid.

Perdiguero dice ser objeto de una persecución por parte de los responsables policiales de uno y otro signo político. Ejerce desde hace años como sindicalista, primero como portavoz en la Unión Federal de la Policía (UFP) y después pasó a liderar el Sindicato Independiente de Policía Española (SIPE). Este colectivo ronda los 150 afiliados en un Cuerpo compuesto por 65.000 efectivos. Presta servicios en una oficina de denuncias, pero sobre todo es conocido por sus salidas de tono en las redes sociales y su presencia en los medios de comunicación. Hace comentarios políticos, tercia en temas de actualidad o directamente insulta.

Su cuenta de Twitter tiene 28.700 seguidores desde que la puso en marcha en enero de 2017. Sin embargo, Perdiguero usa esa red social desde hace más años. Un perfil con el nombre prácticamente idéntico (apenas se diferencia por una minúscula) aparece en Twitter como "cuenta suspendida" por incumplir las reglas. 

Es un habitual en los actos de Vox, siempre en un segundo plano. Su corpulencia y un cierto aire marcial le dan apariencia de escolta, pero es una de las personas a las que el partido de Santiago Abascal le ha confiado la candidatura a la Asamblea de Madrid que encabeza Rocío Monasterio. Va en el puesto número 16, lo cual es un retroceso respecto a las últimas elecciones locales. Cuando Vox no había explotado todavía, acudió de número 5, curiosamente un puesto por encima de Javier Ortega Smith, hoy uno de los hombres fuertes del partido. No lograron representación.

La lista de VOX a la Asamblea de Madrid con Perdiguero en el puesto 16

Venía rebotado de Ciudadanos, según dice. Estuvo negociando con la formación naranja su inclusión en las listas también a la Comunidad de Madrid en los pasados comicios, pero otra de sus salidas de tono frustró aquello. Una mujer acusó a la Policía de ser “asesinos” y él contestó que de lo único que sabía ella era “del oficio más antiguo del mundo”.

“La izquierda rancia cargó contra mí y el señor que preside Ciudadanos (Albert Rivera) se hizo caquita y me dejó caer”, explicaba Perdiguero en una entrevista en COPE el pasado octubre. Con todo, negaba que fuese un insulto esa expresión con la que se hace alusión a la prostitución: “Mire, perdón, en la Wikipedia dice que el oficio más antiguo del mundo es matrona”.

“A veces tengo que ser comedido por ser policía, tengo que tener claro que puedo generar odio o animadversión. Igual que un ciudadano normal, contestaría a muchos tarados, últimamente lo que hago es bloquear”, decía en la misma entrevista en la que destacaba tener el “dudoso honor” de ser el Policía más expedientado.

"No caben medias tintas"

“Intento poner un poquito de sentido común en un momento de crispación . Si los políticos en lugar de poner calma echan más leña al fuego, mal nos va a ir”, añadía el candidato de Vox. Sin embargo, en otra entrevista concedida días después del 1-O, Perdiguero decía lo siguiente: “Como policía no soy quien para decir cómo aplicar las leyes, eso corre a cargo de jueces y políticos, pero evidentemente ya no caben medias tintas”.

Sus compañeros de profesión advierten de que es muy habitual que Perdiguero se haga eco de datos equivocados o ya desmentidos a la hora de informar de operaciones en las que no ha participado. En una ocasión difundió un vídeo de gente rezando en una mezquita belga que quiso hacer pasar como una escuela valenciana.

Tratar con periodistas le costó ser investigado por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional. Asegura que no fue condenado, aunque sí expedientado por ello.Se vale de su condición policial para hablar como experto, pero no cita el origen de sus datos, algunos sin ninguna base. El pasado mes de enero, en otra entrevista para Periodista Digital (que le presenta como su “policía de cabecera”), decía “enervarse” ante el hecho de que solo se hablase de la manada de Pamplona cuando “ha habido 85 manadas este año en España”. Respecto a la violencia de género, destaca siempre que puede que existe un alto índice de denuncias falsas por parte de las mujeres pese a que los datos oficiales que ofrece el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) dice que la media no llega al 0,1 por ciento.

"Cuando mis compañeros me dicen 'valiente, adelante' y 'ánimo' eso es lo que a mi me estimula. El que tiene boca se equivoca pero a mi el respaldo es que el ciudadano de a pie me diga por la calle me aliente y se haga una foto conmigo que mis compañeros me digan tira 'pa lante' que los tienes bien puestos", sostiene.

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