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Política

Susana se repliega en Andalucía

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, tras perder las primarias

El domingo por la noche, Susana Díaz abandonó a toda velocidad la sede del PSOE después del fugaz photo finish   con sus contrincantes en las primarias, y ayer lunes volvió a la capital de Andalucía, a la que quiere dedicar todas sus energías desde ya mismo, para pasar página a una campaña que no ha acabado como ella esperaba.

Aunque el duelo por la derrota necesitará unos días más, Díaz sí quiso este lunes lanzar un mensaje de unidad para no dejar ningún lugar a dudas de su respeto por el veredicto de las urnas. Si el domingo muchos criticaron que no mencionara por su nombre al ganador, nada más llegar a la Estación de Santa Justa desde Madrid, este lunes aseguró que el PSOE andaluz va a “ayudar a Pedro Sánchez” en lo que les pida.

“Ahora lo que toca es arrimar el hombro”.  Es un mensaje que recorre toda la federación. El portavoz de su Gobierno, Miguel Ángel Vázquez, que ha formado parte de su equipo en la campaña, lo ha lanzado también a través de su blog personal: “Cuando hablan las urnas se asume el resultado, se felicita al ganador y, como siempre, nos ponemos todos a una”.

Y la propia presidenta de la Junta se lo ha trasladado personalmente a los ocho secretarios provinciales del PSOE andaluz. Según han informado a Vozpópuli fuentes del PSOE andaluz, primero ha hablado con ellos por teléfono y después se han reunido en Sevilla, para cerrar capítulo y mirar al frente.

Lo inmediato es el Congreso regional que la federación hará a finales de julio, primarias mediante. A día de hoy, los ‘susanistas’ consideran que el 63,16% de apoyos que obtuvo la presidenta en Andalucía en las primarias no pone en riesgo su liderazgo al frente del partido. Admiten que el 31,66% que ha tenido Pedro Sánchez son muchos votos, pero esperan que no se traduzcan en un pulso a la presidenta.

El resultado, admiten todos, ha sido lo suficientemente “contundente” a nivel federal como para aceptar una derrota sin paliativos, pero, al mismo tiempo, constata el apoyo de los socialistas en su federación

Precisamente, los fieles a Susana Díaz se aferran a ese apoyo en su federación para superar el duelo de esta campaña. El resultado, admiten todos, ha sido lo suficientemente “contundente” a nivel federal como para aceptar una derrota sin paliativos, pero, al mismo tiempo, constata el apoyo de los socialistas en su federación. "Me siento muy querida y respaldada en mi tierra", ha asegurado ella este lunes.

Así que a partir de ahora se volcará en ellos y en el resto de andaluces que le dieron el Gobierno de la Junta en 2015 y tratará de consolidar ese apoyo para que su futuro político en Andalucía no peligre. Primero, el Congreso del PSOE y, más adelante, las elecciones.

Y, según aseguran en su entorno, dejará claro que su voluntad a partir de ahora es la de apoyar al secretario general. Eso sí, algunos señalan que para eso es necesario que el ganador haga también un esfuerzo por “integrar” de aquí al 39 Congreso, los días 17 y 18 de junio. Ese fin de semana someterá a la votación del partido su nueva Ejecutiva.

Hasta entonces, queda mucho por coser en el PSOE. Para ello, Sánchez dispone de dos hilos que no tenía en 2014: la contundencia de su victoria, por encima del 50%, y la ausencia de hipotecas con ningún aparato. Ahora, admiten muchos socialistas, sin ningún “tutelaje” y con el doble aval de la militancia, tendrá más libertad para ejercer su liderazgo, aunque también, añaden, es cuando más margen de generosidad tendrá para aplicar.

Por lo pronto, están a la expectativa y analizan los mensajes que llegan del ‘pedrismo’. En espera de que el secretario general electo dé los primeros pasos, estudian al milímetro las señales que emite su entorno. Y si bien agradecen el tono de algunos de sus colaboradores, como el de la diputada Susana Sumelzo y su llamada a la unidad y a mirar al frente, los perdedores de las primarias han recibido con estupor las palabras de Adriana Lastra, que ha instado a los ‘barones’ a “pedir perdón”.  Si ésta es la línea de la nueva dirección, apuntan, la unidad será difícil.

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