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Política

Soraya se queda sin voz en la apertura del congreso del PP

Soraya Sáenz de Santamaría durante la votación.

Dolores Cospedal será la encargada de dirigirse a los 3.082 compromisarios del Partido Popular convocados en el Congreso extraordinario para elegir al sucesor de Mariano Rajoy. Una intervención que ha despertado algunos recelos en la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría, que se queda sin voz en la jornada de apertura del cónclave. 

Cospedal intervendrá en su condición de última secretaria general de la formación, cargo al que renunció tras presentar su candidatura a la presidencia. Será un mensaje institucional y aséptico, dicen en el Comité de Organizacón del Congreso (COC). Hay algunas dudas, en especial dado el giro que ha experimentado la campaña, agria y desabrida. Cospedal, enemiga natural de la exvicepresidenta, impulsa, sin enorme entusiasmo, la plataforma de Pablo Casado. De ahí que algunos colaboradores de Santamaría no oculten sus dudas sobre el tono o la orientación de su mensaje. 

En la jornada inaugural, en la tarde del próximo viernes, abrirá la sesión el presidente del Comité, Luis de Grandes, quien cederá luego la palabra al presidente del Congreso. Esta representación estará a cargo de Pío García Escudero, quien ejerce de improvisado presidente del PP madrileño tras la abrupta caída de Cristina Cifuentes. Escudero, presidente del Senado, nunca ocultó su inclinación hacia Cospedal en la primera fase de la pugna, aunque también tuvo un gesto de respaldo a Pablo Casado cuando, en plena turbulencia por el asunto del máster, decidió incorporarlo a la dirección regional. 

Le tocará luego el turno a Alfonso Fernández Mañueco, presidente del Comité de Derechos y Garantías y siempre en la órbita de Cospedal. Al menos, hasta que arrancó la cerrera electoral. Mañueco es el presidente del PP castellano-leonés, es fiel a Fernando Maíllo, el coordinador general del partido, y gran controlador de la región, ha procurado no significarse demasiado en el tramo final de la carrera por la sucesión. 

El trío sorayista

Manda la tradición que, en la jornada de apertura de un Congreso nacional, intervengan los portavoces de los grupos parlamentarios en el Congreso, Senado y Eurocámara. No habrá caso en esta ocasión. "Falta de tiempo", señala Luis de Grandes. Se da la circunstancia de que los jefes de estas tres bancadas parlamentarias se alinean en el grupo de Santamaría. Rafael Hernando, José Manuel Barreiro y Esteban González Pons no ocultan, en mayor o menor medida, sus simpatías hacia la exvicepresidenta. No harán uso de la palabra. Las tres voces 'sorayistas' de la sesión, permanecerán mudas.

El último turno de la jornada, horas antes de la votación, correrá a cargo del propio Rajoy, quien ha movido subrepticiamente los hilos en favor de Soraya. Fernando Maíllo, su capataz en Génova, se ha encargado de ello. Serán palabras del adiós, tras catorce años al frente de la formación conservadora. Un discurso "absolutamente neutro, sin inducción alguna al voto", de acuerdo con el presidente del COC. 

La tarde inaugural estará, pues, dedicada a despedir con todos los honores, a Rajoy. A la mañana siguiente, el sábado 21, se procederá a las votaciones. En el equipo de Soraya se teme que, cuando los delegados caminen hacia las urnas, aún se escuche el eco del discurso de Cospedal. De ahí los recelos y hasta las sospechas. Todos los mensajes de esa jornada habrán de ser institucionales y neutros. Pero nadie garantiza que pueda deslizarse algún guiño subrepticio. Hay ambiente de tensión y hasta de empate. Cualquier palabra fuera de lugar por parte de los oradores no será a lo que parece, en pro de Soraya, que no cuenta con un sólo protagonista en la función inaugural. 

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