Quantcast

Política

Santamaría desprecia el 'efecto Cospedal' y tacha de 'belicosa' la campaña de Casado

Santamaría y Casado se saludan en el Congreso

Santamaría y Casado se reunieron en Génova durante cuarenta minutos. Secretismo, discreción, cordialidad y poco más. No habrá candidatura de unidad. Se ignora si se abrirá un proceso pacificador después de la batalla del sábado. El pulso continuará hasta el congreso del PP. Casado no cede, pese a las presiones que llegan de todos lados. El 'aparato' no ceja en recabar apoyos para Santamaría. Una sensación de remontada se apreciaba a estas horas en la candidatura del exportavoz. 

El nombre de Mariano Rajoy se cruza de nuevo por el camino electoral. Publicó ya Vozpópuli que el expresidente maniobra con sutileza en favor de su 'vice'. Al hilo de más versiones en este sentido, el equipo de Santamaría saltó con vehemencia a defender a su 'jefe' y a ponderar su neutralidad. "Hay que guardarle un respeto. Si dice que no se mete, no se mete". No todos en el PP coinciden en este supuesta asepsia de Rajoy. Retirado de la política activa, mantiene contactos cotidianos con gente de su formación. Fernando Martínez-Maíllo, en Génova, y Rafa Hernando en las Cortes, son dos de sus interlocutores más habituales.

"El único neutral en esta contienda es Núñez Feijóo", dicen las mencionadas fuentes. El líder de la Xunta, que acaba de visitar a Pedro Sánchez en la Moncloa, apenas se ha mojado. Tan sólo ha lanzado mensajes en pro de la unidad. Pero sin forzar la máquina de la candidatura única, una fórmula que no le convence. "Cuanto todos se hayan destrozado entre sí, Feijóo seguirá allí y quizás se convierta en el líder necesario", deslizan en su entorno de Galicia. 

El eterno femenino

El nivel de credibilidad de las dos candidaturas empieza a hacer aguas. Por momentos, se bordea el ridículo. Los dos aspirantes lograrán un triunfo incontestable según sus particulares sondeos. Santamaría supera el 60 por ciento de las adhesiones, se distancia más de quince puntos de su competidor y hasta ha pescado ya a más de la mitad de los compromisarios de Cospedal. "Están con nosotros, nos llaman y se acercan a nuestras filas", dicen los voceros de la exvicepresidenta. "Casado hizo una campaña belicosa contra Cospedal, no puede pretender que ahora le siga su gente sin pestañear", añaden. 

En el otro bando también reivindican cifras de victoria. Más del 65 por ciento de apoyos, más de 2.100 delegados en tanto que Sáenz de Santamaría apenas consigue 800. Un galimatías imposible de cuadrar. "Todos mienten", comenta un veterano del PP. "Estamos en la fase sociológica de acogotar al rival".

El voto de la mujer es para Casado, argumentan sus asesores. "Tenemos el 48 por ciento del respaldo femenino en tanto que Soraya apenas consigue llegar al 30. Las mujeres no sintonizan con la exvicepresidenta", añaden. De ahí que hayan colgado un improvisado vídeo algo rudimentario con mensajes de móviles de sus concejalas, diputadas, alcaldesas. "Ahora, una mujer", reza el eslogan de la campaña. Aparecen, entre otras, Isabel Tocino, Celia Villalobos y Teófila Martínez. 

Desde las dos trincheras se lanzan algunos mensajes de conciliación. "Siempre estamos abiertos a incorporar a gente de Casado, hay personas muy válidas y que quieren mucho al partido", dicen desde el lado de Santamaría. "Estamos abiertos a que se incorporen, como ya han hecho el resto de los candidatos", subrayan en la otra candidatura. Hablan de incorporarlos incluso a la nueva Junta Directiva una vez pasado el estruendo de las urnas. Hay voluntad de no romper el PP, de evitar fracturas insalvables. Quedan dos días para la pasión. El próximo lunes comenzará la fase de sanar heridas, comentan a dúo.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.