Publicado: 24/09/2018 13:09
Con Pedro Sánchez en Canadá, primera parada en su gira de siete días por ese país y Estados Unidos, la publicación de cuatro horas de audio grabado durante una distendida comida en 2009 en la cual participaron la actual ministra de Justicia, Dolores Delgado, con el juez Baltasar Garzón, el excomisario en prisión José Manuel Villarejo y otros policías, no puede ser más inoportuna para el Gobierno.
Toda una bomba política porque Delgado dijo inicialmente que no conocía de nada a Villarejo, para luego matizar que no ha tenido relación "profesional" con él y más tarde que igual había coincidido con él "en algún evento".
Seis horas después de hacerse públicos esos audios en la web Moncloa.com en los que se les oye a todos charlar amigablemente, y con el PP pidiendo explicaciones porque se ha demostrado que la ministra "mintió", ni la vicepresidenta, Carmen Calvo, ni ningún otro ministro ni la Secretaría de Estado de Comunicación han ha reaccionado todavía.
El único que podría haberlo hecho, el titular de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha cancelado a las 9.15 de hoy la reunión del Comité Electoral del partido y la posterior rueda de prensa en la sede de Ferraz donde, sin duda, la suya habría sido la primera reacción del gabinete.
Con Sánchez durante toda la semana en Estados Unidos y el Ejecutivo presidido por Carmen Calvo, la ministra Delgado llega muy tocada este martes a la reprobación del Senado por el ' caso Llarena'
El Ejecutivo, según distintas fuentes consultadas por Vozpópuli, se encuentra en este momento, entre la espada y la pared: si sale a defender a la ministra de Justicia corre el riesgo de verse desautorizado por nuevas grabaciones o informaciones que aparezcan sobre ella en las próximas horas y días.
Y, además, la propia Dolores Delgado tiene comparecer este martes en el Senado para hacer frente a la reprobación que le ha planteado el PP porque que la ministra "ha faltado a la verdad" al decir que su intención siempre fue defender al magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena ante la demanda civil presentada contra él por el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y cuatro exconsejeros huidos; los populares denuncian "el desamparo y abandono que ha pretendido causar al Poder Judicial", según reflejan en la moción registrada en el Senado.
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