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Política

Sánchez recibe menos apoyo que en 2014 para una Ejecutiva que lamina a los críticos

Pedro Sánchez en la clausura del 39 Congreso del PSOE

Hace tres años, cuando llegó a la Secretaría General del PSOE con el apoyo fundamental de los socialistas andaluces, Sánchez obtuvo un repaldo del 86,2% para una Ejecutiva que diseñó en negociación con los territorios. Este domingo, meses después de una dura batalla interna y un triunfo que le ha dado manos libres para nombrar a su equipo, Sánchez ha tenido menos apoyos: el 70,5% de los delegados han dicho sí a su Ejecutiva y a la nueva lista del Comité Federal, lo que deja un 30% de voto de castigo.

Sánchez ha incrementado así en más de 20 puntos su victoria en las primarias -ganó por el 50,2%--, pero ha sido una subida menor que la que tuvo en 2014, cuando había ganado las primarias por 48,7%. El resultado de la votación entra dentro de lo esperado por su entorno, pero deja claro un voto de rechazo a sus primeras decisiones, aunque es evidente que los 'pedristas' blandirán esos 20 puntos como una victoria.

En la votación de este domingo han participado 956 de los 1.004 delegados acreditados y en esta votación sí han estado los que no se quedaron al plenario de anoche, que dio el visto bueno a su proyecto. Entre las sillas vacías estaban las de Susana Díaz y sus afines en la delegación andaluza, que abandonaron el Palacio Municipal de Congreso después de que la presidenta se viera, pocos minutos con Sánchez. "¡Cómo no voy a votar a la Ejecutiva de mi partido!", ha dicho Díaz al salir. 

Exhibición de poder ante los 'barones'

El secretario general ha hecho uso de su contundente victoria, que le garantizaba una mayoría cómoda en el 39 Congreso, y del mensaje de paz que en las últimas semanas le han trasladado los 'barones' y ha diseñado un PSOE a su medida. Además de aprobar su proyecto, ha elaborado una Ejecutiva totalmente afín y tendrá un Comité Federal en el que, aunque sí han entrado críticos, habrá grandes ausencias. Toda una exhibición de fuerza ante los poderes territoriales.

No se ha respetado la regla no escrita de que ex secretarios de Organización y ex vicesecretarios generales entren como si fueran miembros natos. En la lista votada por los delegados no están José Blanco, Cipriá Ciscar, Elena Valenciano, Óscar López ni César Luena. Y también se han quedado fuera Eduardo Madina, Antonio Hernando y Soraya Rodríguez.

Y como número uno del máximo órgano del PSOE entre congresos, ha puesto al alcalde de Dos Hermanas (Sevilla), Quico Toscano, enfrentado a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. De los ocho andaluces de la Ejecutiva no hay ninguno afín a la que fue su contrincante en las primarias, que sí cuenta con fieles en el Comité Federal: de los 19 andaluces hay 14 'susanistas', entre ellos la secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, el que fue 'número dos' de la Gestora, Mario Jiménez, y el malagueño Miguel Angel Heredia. Sigue también el que fuera candidato a la Secretaría General de Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias. 

Aunque el proceso de renovación del Comité Federal no se concluirá hasta que acaben los congresos regionales -donde se elegirá otro tercio, a sumar al tercio que a partir de ahora nombrarán también con su voto los militantes-, sí entran como miembros natos los 'barones' y toda la Ejecutiva federal. 

Pedro Sánchez inicia así su mandato con un mensaje claro a los 'barones': los militantes le han puesto en Ferraz y él va a hacer uso de su poder. Aunque en las últimas semanas no ha tenido mensajes críticos hacia los dirigentes territoriales, en este 39 Congreso ha dado muestras de que se siente sin ataduras en esta etapa y está dispuesto a enfrentarse no sólo a quien le plante cara a partir de ahora, sino a quien lo hizo en el pasado.

Ayer fue el presidente de la Generalitat valenciana Ximo Puig, el que recibió el primer rejón cuando vio sentado en la mesa del 39 Congreso al alcalde de Burjassot, Rafa García, que este lunes presentará su candidatura contra él en las primarias por la Secretaría General del PSPV.

Puig no estuvo en la primera jornada del cónclave y no habló con Sánchez hasta la mañana del domingo, es decir, cuanto todas las listas estaban cerradas, un hecho "inédito", tal y como se encargaron de dejar claro desde su entorno. El secretario general recibió a todos los 'barones', pero no les consultó para organizar su Ejecutiva ni siquiera informó a todos de sus decisiones.

El presidente valenciano sí ha ido a la clausura, donde ha avisado de que "alguien tendrá que explicar si se promueve un ataque contra el secretario general del PSPV" que llevado al partido al Gobierno.

Pero no ha sido el único, desde el entorno de Pedro Sánchez se apunta al presidente de Aragón, Javier Lambán, como otro 'barón' crítico que puede tener un contrincante con apoyo del 'pedrismo' en su congreso, que todavía no tiene fecha.

Y también ha habido mensaje incluso para el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Aunque Sánchez lo ha nombrado presidente del Consejo de Política Federal, un mensaje que se ha interpretado como una búsqueda de tender puentes, ha metido en su Ejecutiva a una concejala cacereña, Belén Fernández, que es la coordinadora de la campaña de las primarias de una socialista que quiere disputar a Vara la Secretaría General, Eva Pérez. 

La composición de su dirección está plagada de recados. Ya se conocían los nombres más relevantes, todos personas de la máxima confianza de Sánchez, pero los que se añadieron este sábado abundan en la línea de los primeros. Así, el alcalde de Valladolid, Oscar Puente, cuyas duras declaraciones contra los críticos estos días han llamado la atención en el 'estreno' de su cargo de portavoz de la Ejecutiva, estará acompañado de otros alcaldes no menos polémicos: han entrado en la dirección los alcaldes de Jun, José Antonio Rodríguez, muy conocido en las redes y tradicionalmente enfrentado a Susana Díaz, y el de Calasparra (Murcia), José Vélez, que calentó la campaña tildando a la Gestora de "mafia".

En la Ejecutiva la integración se reduce a la entrada de Patxi López, sin ningún hueco a los 'susanistas'. Hay ocho andaluces, pero ninguno de la órbita de la presidenta de la Junta de Andalucía. Sí ha entrado Isaura Leal, la mujer del jefe de Gabinete de Sánchez, Juanma Serrano. 

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