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Política

Pedro Sánchez se erige en 'candidato' el 26-M para blindarse ante los barones del PSOE

Pedro Sánchez.

Unos -Susana Díaz, Javier Fernández, Javier Lambán y Guillermo Fernández Vara- se ausentaron discretamente porque intuían que el de este sábado en Fuenlabrada (Madrid) no iba a ser un Comité Federal del PSOE al uso; y los que sí estuvieron -Emiliano García-Page, Ximo Puig o Francina Armengol- se prestaron a ser atrezzo de quien, por momentos, se aparece como candidato único socialista a las elecciones europeas, autonómicas y municipales del 26 de mayo, Pedro Sánchez.

Porque, si algo ha quedado claro es que el presidente del Gobierno está decidido a que no le hagan sombra ni Josep Borrell como cabeza de lista al Parlamento Europeo ni el resto de presidentes autonómicos y alcaldes candidatos a la reelección. Él representa mejor que nada el "PSOE de Pedro Sanchez", como le gusta decir a su núcleo duro y no ha querido oír la presidenta andaluza, consciente de que los sanchistas de su federación hoy la iban a liar.  

El presidente quiere blindarse ante un hipotético mal resultado del socialismo en Andalucía en las elecciones del dos de diciembre por los ERE y por el desgaste de 40 años gobernando. Eso y un posterior agravamiento de la situación política en Cataluña podría servir a los barones para cuestionarle por la política de apaciguamiento con Quim Torra y el independentismo catalán -muchos lo hacen en privado-.

La 'sombra' de Zapatero

Ninguno se declara hoy dispuesto a moverle la silla, como hicieron con José Luis Rodríguez Zapatero en 2011 -el expresidente tuvo que renunciar a un tercer mandato en vísperas de las autonómicas y municipales de 2011 por presiones-. Sánchez no es Zapatero, es bastante más rocoso; lo saben, pero seis meses en política es un mundo. 

Así que, prietas las filas, Ferraz cambió este sábado el tradicional informe del secretario general -no hubo- y posterior debate a puerta cerrada, por una pasarela de 'numeros uno' previa al discurso de Sanchez. Que para algo puso a su director de gabinete en La Moncloa, el omnipresente Iván Redondo, a "codirigir" la campaña con el secretario de Organización, José Luis Ábalos.

Un Comite Federal de trámite (45 minutos) y sin informe político de Sánchez aprobó el calendario antes de dar paso al mitin con presidentes y alcaldes de 'atrezzo'

Los críticos con Redondo dicen que el "asesor externo" (sic) llega a las reuniones del Comité electoral los lunes y no habla, solo "toma notas". Claro que, visto lo de Fuenlabrada... ¿Para qué necesita hablar?. Este PSOE, suelen decir los muy sanchistas no es el de 2016 -que echó a su líder-, no digamos ya el de Zapatero o Felipe González, con aquellos comités federales de hasta seis horas.

Cuarenta y cinco minutos de reunión de trámite bastaron en el pabellón de Fuenlabrada sirvieron para aprobar el calendario de elaboración de listas y luego, todos a escuchar  el "mitin" del candidato:

De todos los que fueron, unos salieron más encantados que otros, pero en general predomina el no vamos a hacernos daño, y menos a tres semanas de que se abran las urnas en Andalucía, que van a determinar muchas más cosas que el hecho de con quien gobernará Susana Díaz.

Por ejemplo, si Ciudadanos y Albert Rivera han acertado con su decisión de que Inés Arrimadas sea la candidata oficiosa a la Presidencia de la Junta de Andalucía para lograr en ansiado sorpasso sobre el PP.

Los de Pablo Casado niegan toda verosimilitud a esa hipótesis, pero, de producirse, habrá un triple terremoto: primero, en la política andaluza -Díaz se vería obligada a pactar con Podemos porque los naranjas se negarían-; segundo, en la política nacional porque empezaría a verse a Rivera como líder efectivo de la oposición; y tercero, y de rebote, algunos de los barones socialistas, como el aragonés Lamban y el castellanomanchego García-Page, empezarían a tener motivos de preocupación porque igual en la noche el 26-M no suman para ser reelegidos presidentes  

 

  

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