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Política

Sánchez baraja a Calvo en la Presidencia del Congreso y Montero 'número dos' del Gobierno

María Jesús Montero y Carmen Calvo.

A la espera del resultado de las elecciones autonómicas y municipales el 26 de mayo, y de ver cómo resuelve aritméticamente su investidura y el pacto -que no gobierno de coalición- con Podemos, Pedro Sánchez empieza a barajar nombres para su futuro gobierno y en un lugar preferente se sitúa la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a quien, según diversas fuentes socialistas consultadas por Vozpópuli, el presidente podría confiar la Vicepresidencia de su segundo gobierno.

Montero cobró enorme protagonismo en el debate de los Presupuestos generales del Estado 2019, que la anterior mayoría del Congreso tumbó, lo cual no fue óbice para que en el PSOE -y en el resto de grupos políticos- se destacara su buena actuación parlamentaria. Por eso, Sánchez la ha tenido en la campaña electoral como uno de los arietes socialistas contra PP, Ciudadanos y Vox.

Su llegada al gabinete implicará, o no -Sánchez podría optar por crear una vicepresidencia política y otra económica-, la salida de la actual vicepresidenta, Carmen Calvo. Si esto último ocurre, son muchos en el PSOE los que dan por seguro que su destino será la Presidencia del Congreso de los Diputados, que durante los últimos tres años ha ocupado la popular Ana Pastor. Calvo haría dupla con la actual presidenta del partido, Cristina Narbona, quien figura en todas las quinielas socialistas como la próxima presidenta del Senado.

Robles también figura en las 'quinielas' como presidenta del Congreso; y si Ábalos sale del Gobierno para ser portavoz del Grupo Socialista, Lastra entrará en un ministerio "social"

Claro que la Presidencia del Congreso podría no ser para Calvo y sí para otra personalidad del actual Gobierno socialista en funciones, la ministra de Defensa, Margarita Robles, cuyo equipo se ha empezado a despedir de la cúpula militar ante el próximo relevo. Magistrada del Tribunal Supremo en excedencia y ex portavoz del Grupo Socialista, su perfil institucional hace que tenga también muchas papeletas en la legislatura que va a empezar.

La renovación del TC

Si Robles no preside el Congreso, las citadas fuentes la ven ocupando su escaño y presidiendo alguna comisión parlamentaria hasta la próxima renovación del Tribunal Constitucional, en el que el Gobierno debe proponer varios de los puestos que deben cambiar. 

Quien ocupe la tercera institución del Estado va a necesitar mucha mano izquierda con una oposición dividida en dos partidos con un número similar de diputados: PP (66) y Ciudadanos, y una extrema derecha de Vox con 24 que no desaprovechará ocasión de convertirse en protagonista de los debates más ideológicos.  

Es por esa razón por la que en círculos socialistas predomina la idea de que el próximo portavoz del Grupo Socialista tiene que ser alguien de "mucho peso"; y muchos solo ven ahí al actual ministro de Fomento y secretario de Organización, José Luis Ábalos, al que otorgan capacidad para gestionar la complicada "geometría variable" con Podemos, Ciudadanos, el PNV y ERC que se propone practicar Sánchez.

Eso implicaría la salida de la vicesecretaria general socialista y actual portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, a un ministerio "social" en el próximo Ejecutivo. Además, de todos los que estuvieron con Pedro Sánchez en la larga travesía del desierto de los últimos cuatro años, es la única que no ha tenido todavía la oportunidad de entrar al Gobierno.

Batet, Lozano o Planas para Exteriores

Otra plaza del Ejecutivo que Sánchez tendrá que cubrir será Asuntos Exteriores ya que Josep Borrell tiene que ser cesado antes de recoger su acta de eurodiputado, al ser el cabeza de cartel del PSOE para las europeas. El momento de su dimisión será a mediados de junio -a más tardar- por lo que es muy posible que el nuevo Gobierno aún no se haya formado.

Los nombres que suenan para sustituir a Borrell son la ministra de Administraciones Públicas, Meritxell Batet; el ministro de Agricultura, Luis Planas; o la secretaria de Estado para la España Global, Irene Lozano. La primera opción sería continuar la estrategia de Sánchez con Borrell, es decir que un ministro catalán desmontase en el extranjero las tesis independentistas.

En esa premisa también encaja Lozano ya que desde que se puso al frente de la antigua Marca España se ha dedicado a la tarea de ensalzar los parámetros democráticos de España y a criticar las 'fake news' que propagan Carles Puigdemont y sus consejeros huidos de la Justicia española.

Planas, por su parte, tiene la ventaja de haber sido embajador en Marruecos (2004-2010) y ante la UE (2010-2011), por lo que conoce varias de las áreas prioritarias para la diplomacia española. Tras la llegada al poder del PP se convirtió en 2014 en secretario general del Comité Económico y Social Europeo hasta que Sánchez recurrió a él para dirigir el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, tres áreas muy sensibles para España en Bruselas. 

  

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