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Política

Sánchez intentó que Casado le 'prestara' trece diputados del PP para su investidura

Pablo Casado.

Nada más acabar este lunes su entrevista con Pedro Sánchez, el presidente del PP, Pablo Casado, dio a entender en rueda de prensa que este encuentro no había sido más que "una coartada", un paripé para blanquear su pacto con Unidas Podemos y ganar tiempo hasta que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) decida abstenerse en la investidura.

Pero los 40 minutos de entrevista dieron para algo más, según ha ido trascendiendo en las horas posteriores. El presidente en funciones respondió al del PP hasta cinco veces que sí le estaba pidiendo una abstención para poder gobernar con los "comunistas" afines a Pablo Iglesias, según relató Casado, a lo cuál éste respondió que no porque "sería letal para España".

Lo que no reveló en público el líder de la oposición es que, en una de esas respuestas, Sánchez le llegó a espetar "pero si solo son trece abstenciones", dando a entender así que pretendía únicamente el voto de 13 de los 89 diputados del PP para echar a andar la legislatura.

Sánchez reconoció a Casado, según fuentes del PP, que no está dispuesto a renunciar al acuerdo con Podemos pese al 'teatro' de este lunes en el Congreso

Pablo Casado se quedó atónito por el desparpajo de su interlocutor y contraatacó preguntándole si estaba dispuesto a abjurar del preacuerdo con Iglesias en caso de que el PP se decidiera a apoyarle. No obtuvo respuesta, según versión de la dirección nacional del PP.

Desde el entorno del líder popular se desliza la idea de que "no puede renunciar a ese acuerdo con Iglesias para venirse con el PP porque en ese momento Pedro Sánchez está políticamente muerto" después de la elección "libre y voluntaria" que ha hecho de Podemos y ERC.

Y por la razón inversa el principal partido de la oposición no puede dejar ésta en manos de Vox, que es lo que ocurriría si decide ahora romper su estrategia del último mes y permitir la abstención de sus diputados en la investidura del candidato del PSOE.

Por eso, porque el PP no puede pactar con el PSOE de Pedro Sánchez, al PP se le ve cada vez más incómodos cuando la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas -fue detrás de Casado este lunes en la ronda de entrevistas presidenciales-, invoca la 'vía 221', que es el nombre de la mayoría de diputados que sumarían PSOE, PP y Ciudadanos si se deciden a esa especie 'gran coalición'.

Casado no está por la labor de sacar a Sánchez del "callejón sin salida" en el que, cree, se metió el mismo domingo electoral 10-N al apostar decididamente por el acuerdo con Podemos y la abstención de ERC. Piensa el líder popular que al final habrá investidura por esta vía y lo que busca es que el PSOE 'se cueza en su salsa' de contradicciones en su relación con el "comunismo" y el independentismo insaciable, y y que la legislatura no dure ni dos años.

 

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