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Política

Ciudadanos se derrumba hasta los 10 escaños y Rivera convoca primarias internas

Albert Rivera.

Batacazo histórico de Ciudadanos que las encuestas no vaticinaron y que obligaron a Albert Rivera a convocar un Congreso extraordinario para que los militantes decidan quién toma las riendas del partido. La catástrofe naranja hacía tiempo que no se veía en democracia: la formación centrista pasó de los 57 escaños de abril a apenas 10 diputados.

El derrumbe provocó que el 15,8% de votos de hace seis meses se convirtiese en un pírrico 6,7% que deja al partido de Rivera en sexto lugar dentro de la nueva aritmética parlamentaria. La catástrofe fue de tal calibre que ERC 'sorpassó' a Cs.

Las cifras fueron demoledoras para Cs. Si en abril cosecharon 4,1 millones de votos, en la noche de este domingo superó por los pelos el millón y medio de papeletas. Es decir, 2,5 millones de votos perdidos por el camino. La debacle de Ciudadanos implicó que sólo quedase en pie en cuatro comunidades autónomas: Madrid (3 escaños), Andalucía (3), Cataluña (2) y Comunidad Valenciana (2).

Muy llamativo fue el resultado final de Cataluña. De los 1,1 millones de votos que Cs obtuvo en las autonómicas catalanas de 2017, en las que la candidatura de Inés Arrimadas quedó en primer lugar aunque no pudo formar Govern, se pasó ayer a 215.000 votos y ¡Cs cayó ¡a la octava posición! por detrás de ERC, PSC, JxCat, En Comù Podem, PP, la CUP... y Vox. Un dato poco esperanzador para unos comicios catalanes que pueda convocar Quim Torra en cuestión de meses.

Resultados de Cs desde 2015

En Madrid la sangría fue similar. De los casi 800.000 votos y 8 escaños del 28-A, la formación de Rivera se precipitó a menos de 320.000 papeletas que sólo le sirven para recolectar tres actas de diputado. El panorama fue igual de sombrío en el resto del territorio, donde desapareció tanto en la España 'vacía' como en la periférica -Galicia, Asturias, Cantabria, Aragón, Extremadura, Murcia- e insular -Baleares y Canarias-.

Ello supone que las principales caras del núcleo duro de Albert Rivera pierden su condición de diputado. José Manuel Villegas, Fran Hervías, Juan Carlos Girauta, Joan Mesquida, Melisa Rodríguez, Ignacio Prendes, Miguel Ángel Gutiérrez, José María Espejo-Saavedra… incluso Edmundo Bal ya no estarán en la Cámara Baja en la próxima legislatura.

Con este funesto panorama, a la formación naranja sólo le quedan de estandartes Albert Rivera, Inés Arrimadas, Fernando de Páramo y Marcos de Quinto como figuras relevantes en el Congreso. Y seis caras menos conocidas: Sara Giménez (Madrid), Guillermo Díaz (Málaga), María Carmen Martínez (Cádiz), Pablo Cambronero (Sevilla), María Múñoz (Valencia) y Marta Martín (Alicante).

Ciudadanos tendrá el problema añadido de que no podrá condicionar a ninguno de los bloques. Ni apoyando a la derecha para formar gobierno, ni absteniéndose con la izquierda. Un complicado sudoku de PSOE, Podemos y Más País, junto con los regionalistas de Coalición Canaria, Partido Regionalista de Cantabria y Teruel Existe, se queda en 162 escaños. Y los 10 escaños de Cs poco pueden ayudar desde la abstención. Si Sánchez apuesta por la opción 'Frankestein', el apoyo externo naranja será inviable.

Sin escenario en la calle

La caída de la noche en la sede de Ciudadanos ya hizo presagiar lo peor. No se preparó el escenario en la calle en el que se desbordó la alegría hace seis meses. El ambiente dentro de la sede nacional era gélido. Y las caras, todo un poema cuando empezó el escrutinio. A medida que iban pasando los minutos, las miradas eran de profunda decepción, tal y como captó Vozpópuli en la foto de abajo.

Xavier Cima, esposo de Arrimadas, junto a Edmundo Bal y Marcos de Quinto durante el escrutinio.

Una banda de mariachis se presentó ante la sede del Cs para cantar la ranchera Canta y no llores antes de que Rivera diese la cara ante los suyos y cuando dentro del edificio no había ni una sonrisa. Con voz entrecortada por la emoción del momento y acompañado de la plana mayor de su partido, el líder naranja dejó en el aire su posible dimisión.

Si bien anunció un Congreso extraordinario para que los militantes elijan a la persona que dé "un nuevo rumbo" al partido, lo cierto es que de sus palabras no se descarta que él intente buscar la reelección. Rivera señaló que como líder político tiene que asumir "tanto los éxitos como los malos resultados", por lo que sentía en la obligación de convocar más a la Ejecutiva Nacional a las 10:00 horas, con el fin de "asumir todas las decisiones que haya que adoptar".

En concreto, mencionó un Congreso Extraordinario "para que los militantes de Cs decidan y tomen las riendas de este partido", lo que implica que en los próximos meses habrá primarias para elegir a un nuevo presidente o presidenta del partido. "Asumamos lo que los españoles han votado", sentenció.

Cuando acabó su intervención, Rivera se abrazó a sus fieles escuderos mientras los seguidores gritaban "¡Vamos Ciudadanos!". Hubo lágrimas entre los presentes, abrazos ante la travesía del desierto que empieza y en lo alto, los globos inflados que quedaron por primera vez en la red sin ser lanzados.

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