El Rey no ha decidido todavía si firmará el nombramiento de Turull

El Rey Felipe VI no ha decidido todavía si rubricará este noche de jueves la investidura de Jordi Turull como nuevo presidente de Cataluña, paso previo para su publicación mañana, viernes, en el Boletín Oficial del Estado (BOE), según han explicado a Vozpopuli fuentes gubernamentales.

Sin esa firma del monarca y sin la publicación oficial del nombramiento, éste carece de cobertura legal y no pasará de ser un pronunciamiento del Parlament de Cataluña.

“Vamos a estudiarlo”, han asegurado esta mañana fuentes del Ejecutivo, interesado en no desgastar al jefe del Estado haciéndole pasar el bochorno de firmar el nombramiento de un presidente de la Generalitat a quien 24 horas más tarde el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena puede encarcelar acusado de rebelión, desobediencia y malversación de fondos, entre otros delitos.

Ya en su reacción la pasada noche, tras conocerse la convocatoria del pleno aprisa y corriendo por parte del presidente del Parlament, Roger Torrent,  La Moncloa advertía de que el 155 estará vigente hasta que haya en Cataluña un Govern “ajustado a derecho”.

Tanto La Zarzuela como La Moncloa, en permanente contacto durante estas horas, quieren ver cuál es la evolución del pleno de esta tarde. Y escuchar el discurso de Turull “que tendrá que decir barbaridades si quiere ser votado por las CUP”, con el consiguiente riesgo de volver mañana a prisión en espera de juicio.

Mariano Rajoy y su equipo consideran que los partidos constitucionalistas, Ciudadanos, PSC y PP, tienen mucho que decir e incluso qué recurrir legalmente esta tarde en una situación tan anómala como la que se va a vivir en el Parlament.

Para empezar, si ya en 2016, la antecesora de Torrent, Carme Forcadell, no acudió a La Zarzuela a informar de la investidura de Carles Puigdemont por expreso deseo de Felipe VI, no se atisba cuál puede ser la fórmula que emplee Torrent para esta noche comunicar al Monarca la investidura de Turull.

Deberá ser, en todo caso una comunicación instantánea, alejada de los usos y protocolos habituales en el funcionamiento del Estado.