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Política

Franco y el juicio del 'procés': así será la campaña electoral más atípica de la democracia

La familia Franco da por hecho que su abuelo seguirá en el Valle de los Caídos

España se prepara para vivir una de las campañas electorales más atípicas de su historia. Pedro Sánchez ofreció este viernes un aperitivo al disfrazar de declaración institucional un mitin sobre las bondades de sus ocho meses de Gobierno.

Para cuando anunció el adelanto electoral para el próximo 28 de abril, ya había ofrecido un repaso por las medidas aprobadas a golpe de 25 reales decretos. La exhumación de los restos de Franco como buque insignia. Además se arrogó el desbloqueo de otras trece leyes salidas del Congreso cuya autoría no es del actual Gobierno. 

La oposición no dudó en acompañar a los socialistas a la precampaña. A diferencia de los líderes de PP y Podemos, que comparecieron en las sedes de sus partidos para opinar sobre el discurso de Sánchez, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, compareció en el Congreso de los Diputados.

Se trataba de vender institucionalidad y unidad de España frente a quienes "pactan" con el independentismo. Conciente de ello, Casado decidió sacar a relucir una enorme bandera española en medio de la sala de prensa de Génova.

Los hasta ahora socios de Gobierno Unidos Podemos se decantaron por un tono más duro contra Sánchez e invadieron las redes sociales con toda una declaración de intenciones: "Unidas Podemos saldrá a ganar el 28 de abril".

El triunfo del relato

¿De qué manera influirán las emociones en la cita con las urnas? Vozpópuli habla con consultores políticos para esbozar cómo será la campaña electoral con una batalla judicial entre el Gobierno y la familia Franco de por medio. Además del juicio a los líderes independentistas, que ya están sentados en el banquillo.

"El PSOE pretende marcar la agenda informativa para que se hable de la exhumación de Franco en vez del fracaso en el intento de aprobar los presupuestos o de las críticas recibidas por su reciente actuación con el gobierno catalán", explica Eduardo González Vega, consultor en el Centro Internacional de Gestión y Marketing Político (CIGMAP) de la UCJC.

Y añade que la victoria electoral depende en gran parte de quien sea capaz de imponer el marco de debate: "Ese es el objetivo del PSOE, ayudado por la ventaja que le permite para ello estar en el gobierno".

La campaña de las emociones

Con respecto a otras campañas, González Vega señala que las candidaturas van a apelar a las emociones en mayor medida, tanto por la actualidad que se presenta, como por los temas que se introducen. "Las emociones son un aspecto clave en las campañas electorales, y si el PSOE introduce la exhumación de Franco ahora es porque considera que le beneficia", destaca.

El objetivo de los socialistas es, según el experto en marketing político, movilizar al electorado de la izquierda presentándose como su única opción de voto útil debido al mal momento que atraviesa Podemos y situando a PP y Cs en el lugar más a la derecha posible del espectro político.

Las emociones son un aspecto clave en las campañas electorales, y si el PSOE introduce la exhumación de Franco ahora es porque considera que le beneficia"

"Desde el otro lado se utilizará el procés, apelando a las emociones con el sentimiento de país, la unidad nacional y el espíritu de la última manifestación celebrada en Madrid. El beneficiado será aquel que sea capaz de imponer su relato en la opinión pública", zanja.

Sin embargo, el consultor de la UCJC cree que la exhumación de Franco o el juicio del procés no tienen que ser decisivos en el voto. "Lo que suele ser decisivo es lograr que informativamente se hable del tema que a ti te interesa. Esa es la lucha que acaba de comenzar, y la ganará aquel que acierte con la estrategia y no cometa errores en su desarrollo gracias a una buena comunicación", matiza.

La polarización y los extremos

Para César Calderón, fundador de la consultora Redlines y director de campañas electorales en España, Argentina, Chile o Venezuela, esta es la campaña electoral más atípica de la historia de la democracia. "Para esto no hay manual, ni datos sólidos a los que asirnos", considera.

"Tenemos un gobierno con 84 diputados que ha llegado al poder tras la primera moción de cesura que triunfa en nuestro país, el abanico de partidos más amplio que puede conseguir una representación substancial en las cortes, los bloques ideológicos clásicos divididos, los liderazgos más inestables... Mirado en perspectiva, lo de Franco es una broma comparado con todo lo anterior", comenta.

No cree que la acción de sacar los restos de Franco juegue un rol decisivo en el voto de los españoles, pero, ante lo impredecible de los acontecimientos, está dispuesto a dejarse sorprender.

Según Calderón, España camina a una campaña electoral dura, polarizada y a cara de perro, con muchos contendientes disputándose a los mismos electores, una campaña para la que no hay manual de usuario. "En principio una campaña polarizada beneficia a aquellos que sostienen posiciones más extremas, y arroja fuera del debate a los que aportan propuestas templadas, pero eso es solo en principio. Veremos", advierte en consultor político.

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