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Política

Pablo Casado se reconcilia con Rajoy y el 'marianismo'

Pablo Casado con Mariano Rajoy en el Congreso del PP, julio de 2018.

"Os habeis fijado en la comida de ayer pero han quedado más veces y (los periodistas) no os habéis enterado", señalaba el jueves de la semana pasada a Vozpópuli un veterano de la Dirección del PP en tiempos de Mariano Rajoy; quería ilustrar cómo la relación del ex presidente con Pablo Casado ha sido en este último año más cercana de lo que aparenta ese almuerzo que se había producido un día antes en la sede de Génova.

Siempre según esa tesis, que Casado marcara distancias con Rajoy inmediatamente después de la moción de censura solo habría sido una cuidada estrategia inicial de borrón y cuenta nueva destinada a ganar el Congreso del partido a Soraya Sáenz de Santamaría y luego afrontar las elecciones generales.

Tarde o temprano, tenía que dar este paso: "el inevitable acercamiento al centro, que es donde ganamos elecciones". En los discursos, en sus formas, e incluso en los nombres que empieza a barajar como candidatos a Congreso y Senado para la repetición de los comicios el 10 de noviembre. Y también, por qué no, en su decisión de que cada barón regional tenga un representante en el Comité Electoral que va a dirigir el secretario general, Teodoro García Egea.

Lo más importante, por tanto, no es su comida con Rajoy el miércoles 18, sino gestos como tantear a la ex ministra de Trabajo Fátima Báñez para que regrese al Congreso -veremos si a encabezar la candidatura por Huelva, en sustitución de Juan José Cortes-; o incluso la, de momento, simple "especulación" de que los hoy senadores Fernando Martínez Maíllo y Rafael Hernando también puedan regresar a la Cámara Baja, advierte otra fuente territorial. 

Báñez "se resiste"

Maíllo y Hernando formaron parte del equipo de Rajoy con Pablo Casado -fue portavoz del PP entre 2015 y 2019-, pero, como casi todo el aparato de Génova, acabaron tomaron partido por su rival en el cónclave popular, Saénz de Santamaría. Y el vencedor del pulso les envió el 28-A al Senado, donde el ex vicesecretario de Organización, Maillo, ha tenido en estos meses un perfil político muy bajo, prácticamente nulo.  

Parece que Báñez, quien ha reiniciado su carrera profesional en el sector privado, "se resiste" al regreso, pero varias fuentes coinciden en que si Casado la trata con deferencia "acabará diciendo que sí". No está tan claro está el regreso de todopoderoso Maíllo a las listas del PP por Zamora, salvo que sea el propio Rajoy quien le pida a Casado ese favor; tampoco Hernando como cabeza de lista por Almería.   

Este regreso al centrismo tiene otros protagonistas además de Rajoy: el gallego Alberto Núñez Feijóo y el que hoy es un barón en alza en el PP, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, que reclama "ajustes" en las candidaturas andaluzas a Congreso y Senado el 10N.

El dato demoledor de que Juan José Cortés, una apuesta personal de Casado, sacara el 28A en Huelva menos votos que los senadores del PP por la provincia es, a juicio de Moreno Bonilla, razón más que suficiente para replantearse que el padre de la niña Mariluz vuelva a ser número uno. Este miércoles, Pablo Casado le ha respondido que antes de hablar de cambios quiere ver si fructifica la plataforma España suma con Ciudadanos: 

El presidente popular ha advertido que, como los sondeos dibujan un PP al alza, los retoques lo serán por adición, no por sustitución en la mayoría de los casos: por ejemplo, en Madrid cuatro de los siete diputados elegidos el 28-A han abandonado el escaño rumbo a otras tareas: Andrea Levy, Javier Fernández Lasquetty, Daniel Lacalle y el torero Miguel Abellán.

Si a eso unimos que las encuestas auguran que en la provincia más poblada de España Madrid el partido subirá de esos siete a 8 o 9 diputados, la resultante es que Casado dispondrá de seis vacantes para seis nombres nuevos. Primero, habrá que ver si el muy cuestionado por algunos sectores del partido número dos, Adolfo Suárez Illana, repite o baja puestos en la candidatura. 

Lo que en fuentes populares se da por seguro que dos de esos puestos están reservados para el veterano Gabriel Elorriaga, a quien nombró recientemente jefe de la Asesoría del Grupo Popular, y la periodista Pilar Marcos, ambos de la órbita de FAES y diputados en pasadas legislaturas. 

Casado dice que todavía no ha hablado con Rosa Díez de su incorporación a la candidatura por Madrid o alguna del País Vasco, donde genera fuerte rechazo en el PP

La gran incógnita es si la ex lideresa de UPyD, Rosa Díez, acabará incorporándose a candidatura del PP por Madrid una vez que el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, ha hecho saber que rechaza que la ex eurodiputada socialista sea cabeza de lista por Vizcaya o Álava; ahora que el ex alcalde de Vitoria, Javier Maroto, ya es senador y no volverá a repetir como número uno por la capital alavesa. 

Casado aseguró este miércoles que todavía no ha hablado con la política vasca -se declara una mujer "sin partido"-, pero hace dos semanas, en un acto de la plataforma de España Suma protagonizado por ella, ambas partes se dedicaron mutuos elogios sin descartar una futura vuelta de la política. Una vuelta muy jaleada por la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo.

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