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Política

¿La coalición entre PSOE y Podemos debe asustar a la comunidad educativa?

Aula de un centro escolar de Madrid

Desde que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firmasen un pacto en aras de formar un Gobierno de coalición, varias son las especulaciones en torno a los sectores donde Podemos podría terminar tocando poder. Algunas como Economía o Exteriores parecen estar fuera de la ecuación, pero otras como Universidades -hoy dentro del Ministerio de Ciencia e Innovación- ganan enteros a la hora de convertirse en una cartera morada.

Más allá del ámbito universitario, es precisamente en el sector educativo donde los socialistas y la formación liderada por Iglesias presentan un buen puñado de coincidencias.

De hecho, Sánchez asumió casi todas las demandas en Educación de Unidas Podemos en septiembre, cuando presentó su 'Propuesta abierta para un programa común progresista' en busca de formar un gobierno que, en aquella ocasión, no contemplaba vicepresidencia para Iglesias y acabó saltando por los aires.

Los padres, profesores, asociaciones y partidos que defienden la libertad de elección de centro educativo ven con temor el 'pacto del abrazo'

Si bien no parece que la Educación vaya a convertirse en una de las mayores fuentes de conflicto entre las dos formaciones que hoy cocinan su coalición, sí apunta a que podría convertirse en uno de los principales campos de batalla de puertas de Moncloa para fuera.

Los padres, profesores, asociaciones y partidos que defienden la libertad de elección de centro educativo, los colegios concertados y la asignatura de Religión, entre otros aspectos, ven con temor el 'pacto del abrazo' antes, incluso, de que haya desembocado en un Gobierno real y la legislatura haya echado a andar. ¿Deben temer la coalición?

En el preacuerdo de Sánchez e Iglesias la educación aparece mencionada una sola vez, pero en el segundo punto, después del que habla de la creación de empleo. En el apartado titulado 'Trabajar por la regeneración y luchar contra la corrupción', PSOE y Podemos se comprometen a proteger los servicios públicos, "especialmente la educación" e "incluyendo el impulso a las escuelas infantiles de cero a tres años".

Pero atendiendo a las últimas propuestas de ambas fuerzas políticas y a las declaraciones de sus dirigentes, la hoja de ruta que podría marcar la coalición en materia educativa queda más clara.

Desmantelar la concertada

Las recetas de estos partidos coinciden en algunos ingredientes como derogar la LOMCE, aumentar el PIB destinado a Educación, impulsar la escuelas públicas y laicas, dar acceso a material escolar gratuito, promover los estudios sobre feminismo en las aulas y eliminar las subvenciones a los colegios que "segreguen" por sexo. La desmantelación de la concertada es una incógnita.

Hace una semana, la portavoz del Gobierno y ministra de Educación en funciones Isabel Celaá desató una polémica al negar -en medio de la celebración del Congreso de Escuelas Católicas y ante más de 2.000 de sus representantes- el derecho constitucional de las familias a escoger colegio. Sus palabras encendieron a numerosas asociaciones de padres, a partidos de la oposición y a docentes.

También han generado un debate interno en el PSOE, que está dividido ante las afirmaciones de Celaá, pero no en Podemos, que las acoge de buen agrado. El 25% de la educación en España, que representa la enseñanza concertada, se siente amenazada. Y, en especial, los colegios católicos, que suponen el 60% de todas las escuelas subvencionadas.

Religión y Feminismo

La asignatura de Religión podría ser otra de las protagonistas de la próxima legislatura. El pasado 15 de febrero, cuando Sánchez anunció la convocatoria electoral del 28 de abril, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de Ley Orgánica para la reforma de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE). La conocida como 'Ley Celaá' no llegó a tramitarse en el Congreso, pero ahora podría hacerse.

Esa reforma fulminaba los dos artículos de la LOMCE que convertían la asignatura de Religión en una "materia específica" de los dos cursos de Bachillerato, y suprimía también el precepto que permitía que Religión computara para la nota media del alumno.

Además, el proyecto socialista incorporaba la asignatura Educación en Valores Cívicos y Éticos en 5º o 6º de Primaria, así como en 1º, 2º o 3º de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). En esa materia pretendían abordar el feminismo. En Podemos, en cambio, quieren una asignatura específica sobre feminismo. Es decir, de una forma u otra, el feminismo podría estar más presente que nunca en las aulas.

Ambas formaciones están de acuerdo también en la aprobación de un plan general contra la segregación escolar y de otro para la prevención del acoso y la violencia en los centros educativos, así como garantizar la gratuidad "real y efectiva" de la educación obligatoria o revisar el actual sistema de becas.

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