Quantcast

Política

El PSOE denuncia la parálisis de Rajoy pero "estudiará" su apoyo a medidas de urgencia

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, en uno de sus encuentros en Moncloa.

La posibilidad de que no haya Presupuestos Generales del Estado 2018 ha encendido todas las alarmas en la Dirección del PSOE, consciente de que muchas miradas se van a posar en ese partido para sacar adelante en las Cortes las tres medidas más urgentes: transferencias a las autonomías del aumento de los anticipos a cuenta -una partida de 4.700 millones para mejorar servicios como Sanidad y Educación, ahora congelada-, la subida del sueldo a los funcionarios y la Oferta Pública de Empleo.

Tres aspectos de las cuentas públicas que afectan sobremanera a sus presidentes autonómicos y a su votante trabajador, a los cuales el principal partido de la oposición "no puede defraudar", sostienen fuentes del Grupo Socialista; por eso, desde el entorno del secretario general, Pedro Sánchez, se reconoce a Vozpópuli que se van a "estudiar" esos tres Reales Decretos que presente el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Eso sí, añaden estas fuentes, si finalmente el Grupo Socialista se ve abocado a apoyar la convalidación será por responsabilidad de Estado, después "del debido reproche al PP por ser incapaz de aprobar unos presupuestos generales"; y siempre y cuando esos reales decretos y otros subsiguientes no contengan trampas presupuestarias contra las que el PSOE haya hecho oposición en este año.

Un gobierno que no aprueba las cuentas públicas es un gobierno que no cumple su principal función", será la acusación de Sánchez y los suyos en las próximas semanas por la "parálisis" del gabinete

Ese apoyo socialista dará oxígeno a Mariano Rajoy para llegar a 2019 sin convocar elecciones generales en medio del marasmo catalán, pero éste tendrá que oír antes de Sánchez y los suyos que "un gobierno que no aprueba las cuentas públicas es un gobierno que no cumple su principal función".

La filtración de los reales decretos este miércoles por parte Montoro, aunque todavía sea una mera posibilidad, "agrava la parálisis en la que ya está" la Moncloa, noqueada por la creciente oleada de corrupción en el PP, sin saber qué hacer en Cataluña después de años sin hacer nada para dar una solución política a la crisis, y en medio de una sensación generalizada de que la legislatura hace aguas.

Claro que el apoyo socialista a esos reales decreto también tiene una explicación de consumo interno: a Sánchez y al PSOE, en general, tampoco le conviene ahora un anticipo de Elecciones Generales porque su rival por el voto de centro, Ciudadanos, está muy fuerte en los sondeos y lo que está ganando a la izquierda por el desgaste de Podemos lo puede perder por el otro lado.

A Sánchez le beneficia políticamente que Ciudadanos y Rivera dejen de ser centro de atención: un día como la oposición más dura a Rajoy y al siguiente como el socio presupuestario necesario

A Sánchez y su equipo les interesa un cambio de viento político. Ahora es Albert Rivera centro de atención, un día porque ejerce la más dura oposición al Gobierno y al día siguiente porque es imprescindible su concurso -además del PNV- para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado 2018.

Ferraz ha detectado en el gabinete del PP un intento de frenar el ascenso de Ciudadanos a base de restarle protagonismo al partido naranja, un socio de lo más incómodo e "imprevisible", aspecto éste último que es el que más molesta en La Moncloa.

No pasó desapercibida la llamada de Rajoy a Sánchez para comunicarle el recurso al Tribunal Constitucional contra la investidura telemática de Carles Puigdemont -no así a Rivera-, y la Dirección del partido tiene constancia de que el presidente del Gobierno quiere dar al socialista más protagonismo como líder de la oposición pactando con él, entre otras cuestiones, la renovación de RTVE o del Defensor del Pueblo, que llevan años bloqueadas.      

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.