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Política

El PP prepara una nueva vida para el Senado como ariete contra Pedro Sánchez

Los portavoces del PP en el Senado y el Congreso, Ignacio Cosidó y Dolors Montserrat, respectivamente.

El PP prepara el nuevo curso político con el Senado como principal arma de oposición contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Los populares buscan una vida para la Cámara Alta y están decididos a usar la mayoría absoluta de la que disponen para desgastar a Sánchez y evidenciar la debilidad parlamentaria con la que gobierna. 

El PP puede forzar la comparecencia del jefe del Ejecutivo ante cada decisión polémica de Moncloa; tiene capacidad para impulsar la reprobación de los ministros y, además, es capaz de frenar la tramitación de cualquier cambio de la legislación orgánica que traten de impulsar los socialistas mediante la devolución a la Cámara Baja de textos que busquen enmendar el legado de los populares. 

El grupo que capitanea Ignacio Cosidó tendrá en el Senado la principal herramienta de acoso y derribo contra el Gobierno durante el tiempo que Sánchez decida permanecer en Moncloa. De momento, y antes del arranque oficial del nuevo curso político, los populares ya han dado muestras de ello.

La semana pasada anunciaron la reprobación de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, por su gestión de la defensa del magistrado Pablo Llarena ante la denuncia presentada contra él por Carles Puigdemont en Bélgica. Fuentes populares explican que aunque también lo harán en el Congreso, dieron prioridad a la Cámara Alta, puesto que tienen los votos asegurados para que la iniciativa triunfe. 

Asimismo, el Grupo Popular trató de impulsar una declaración institucional para reivindicar la legitimidad democrática del Senado y su papel como Cámara representante de la soberanía popular que, según Cosidó, ha sido "puesta en cuestión" por la propia vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.

Los populares quieren aprovechar su poder para dejar en evidencia la debilidad parlamentaria de Sánchez

La declaración no logró unanimidad de todos los grupos para ser leída en Pleno, así que los populares la presentarán como una moción en el nuevo período de sesiones. De esta forma, el PP reacciona ante la modificación de la ley de Estabilidad Presupuestaria de 2012 que ha pactado Pedro Sánchez con Pablo Iglesias para anular el actual poder de veto de los populares a la hora de dar el visto bueno a la senda de déficit y el techo de gasto; el paso previo necesario para la aprobación de los Presupuestos Generales.

La Cámara -cuya función es principalmente de segunda lectura- ha sido siempre puesta en cuestión frente al papel efectivo del Congreso, que suele tener la última palabra en materia legislativa. Pero los populares quieren aprovechar su poder ahora en el Senado para dejar en evidencia la debilidad parlamentaria en la que Sánchez sustenta su acción de Gobierno y para retrasar la tramitación de cualquier tipo de iniciativa de los socialistas o de Unidos Podemos

La llave del 155

En este sentido, el PP encontrará en el Senado un nuevo foco desde el que competir con Ciudadanos por el liderazgo del centro-derecha. Los de Pablo Casado cuenta con la ventaja de que el partido naranja sólo tiene cuatro senadores, frente a los 147 escaños (de 256) que ocupan los populares. Asimismo, ellos son quienes tienen la llave para impulsar una nueva activación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, si Quim Torra opta de nuevo por la vía unilateral y la desobediencia al Estado ante el otoño caliente que se avecina. 

De momento, la Diputación Permanente del Senado aprobó con los votos de PP y Cs la petición de comparecencia en periodo extraordinario de Sánchez para explicar su política migratoria. Aunque como el jefe del Ejecutivo se encontraba de viaje por Latinoamérica y el período extraordinario terminaba el 31 de agosto, los populares volverán a pedir su comparecencia en el nuevo período de sesiones.

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