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Política

El PP intenta impedir la compra de urnas para el referéndum

El líder del PPC, Xavier García Albiol.

El PP catalán ha lanzado una ofensiva contra el concurso de licitación para fabricar las 8.000 urnas que se usarán en el referéndum secesionista. La Mesa de Contratación se reúne este miércoles para conocer las ofertas de las dos empresas que concurren a la adjudicación. Un paso que contraviene la doctrina del TC y que será objeto de una querella por parte del TSJ de Cataluña, según se anunció en su momento. Quienes tomen parte en este paso podrían incurrir en delitos de desobediencia, prevaricación y malversación de fondos públicos, advirtieron. 

Deserción de funcionarios

El PP ha planteado una batería de preguntas en el Parlament sobre esta iniciativa, en las que se interesa por la Mesa de Contratación que se encargará de avaluar las propuestas y concretar la adjudicación. Los funcionarios de Generalitat se han negado a formar parte de esta Mesa por lo que se ha recurrido a dirigentes políticos de la coalición en el Gobierno. Los populares catalanes cuestionan las 'anomalías producidas en el proceso de contratación" lo que evidencia, dicen, "la debilidad y el nerviosismo del Govern ante una situación ilegal".

Esta deserción de funcionarios es la evidencia de lo que puede ocurrir en adelante en el caso de que el presidente Puigdemont insista en sus planes de convocar e intentar llevar a cabo la consulta, pese a las advertencias del Constitucional y del Ejecutivo español, señalan fuentes política nacionalistas. Algunos consejeros del Ejecutivo catalán han mostrado en privado su escasa sintonía con seguir con un plan cuyo último acto se desconoce. 

"Los funcionarios han abandonado a Puigdemont en la compra de urnas para una consulta ilegal", ha declarado Andrea Levy, vicesecretaria del PP y diputada en la Cámara catalana. En su rosario de preguntas, los populares catalanes pretenden poner en evidencia la maniobra de la Generalitat, incorporando a políticos al proceso de contratación de las urnas. "Este concurso no tiene razón de ser porque es un concurso sobre el absurdo y la utopía de aquellos que quieren romper España, maquillándolo con unas urnas que nunca se van a a utilizar", declara Levy. 

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