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Política

Ortega Smith, el brazo de hierro de Abascal que quiso conquistar Gibraltar a nado

El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, en un acto del partido en Soria.

"Es el típico político que los es las 24 horas. Y lo vive como algo personal. Concibe el mundo de una forma y tiene que conseguir que sea así". Es como lo define alguien que conoce bien la faceta personal del número dos de Vox, Javier Ortega-Smith. "Tiene una disciplina casi militar. Es muy ordenado, metódico y, sobre todo, leal", apunta la mencionada fuente. Y esa lealtad la profesa sobre todo hacia el líder de su partido, Santiago Abascal. "Antes se cortará una mano que hablar mal o traicionar a Santi". 

Madrileño de madre argentina, ha capitaneado en las últimas semanas la dura negociación con el PP para la formación del gobierno en Andalucía. "Es muy fiel a sus amigos, pero lo primero para él es la vocación política y el servicio a España", dicen los que le conocen. Recuerda que disfruta haciendo con sus amigos el brindis de Diego Hernando de Acuña, capitán de los Tercios de Flandes, donde se habla de patriotismo y del castigo al traidor de España. 

El número dos de Vox fue candidato a la Alcaldía de Madrid en las elecciones de 2015. Afincado en el madrileño barrio de Chamberí, donde cuelga una enseña nacional de su terraza, se formó en su juventud como voluntario en la Compañía de Operaciones Especiales, conocida como los boinas verdes españoles. Las habilidades allí adquiridas le sirvieron para una de sus principales acciones de activismo político: el asalto a Gibraltar a nado para colocar una gran bandera de España encima del peñón.

Ortega-Smith ya había participado antes en otra operación para retirar uno de los bloques de hormigón que las autoridades británicas arrojaron al agua para que los pesqueros españoles no puedan faenar en la Bahía de Algeciras. Pero las autoridades lo ficharon y no podía entrar a pie, así que, a diferencia de sus compañeros, optó por el agua. 

En el juicio del procés

Al margen de su reciente papel en Andalucía, donde fuentes de la negociación le recuerdan como un duro interlocutor (mucho más que Abascal), el número dos de Vox comenzó a ganar en proyección pública por su participación en el juicio contra los dirigentes independentistas catalanes que se sigue en el Tribunal Supremo 

Antes de eso no era muy prodigado en el 'mundillo' judicial, aunque es abogado desde hace veinte años. Sin embargo, no se había dedicado específicamente al ámbito penal. Fue responsable jurídico en la Fundación para la Defensa de la Nación Española, Denaes, pero "se ha hecho mayor a la sombra del juicio del proceso independentista", comentan fuentes cercanas al Tribunal. 

"Los periodistas nos dimos cuenta de que las cosas que contaban a la salida eran verdad cuando teníamos acceso a los audios. Se lograron ganar una credibilidad dentro de la comunidad periodística que cubría la instrucción en el Supremo", apunta uno de los informadores que siguió a pie de calle la fase de instrucción del juicio del procés. 

Dentro, los miembros de Vox eran "duros en los interrogatorios y bastante trabajadores, con un control minucioso de todas las personas investigadas", explican fuentes del tribunal. Aunque "la estrategia que han tenido a partir de la campaña andaluza no tiene nada que ver con la que tuvieron en la investigación en el Supremo. Atendían a todos los medios de comunicación por igual tras los interrogatorios", recuerdan las mencionadas fuentes.

Y es que la formación de Abascal lograba marcar la agenda. A partir de ahora, su papel no se limitará a exponer a las puertas del Supremo qué ha ocurrido dentro. Como parte de la acusación popular, tendrán la oportunidad de participar en la vista oral televisada cara a cara con los separatistas investigados. "Van a jugar el mismo perfil que hasta ahora. Duro y expeditivo, pero no friki. En su papel dentro del Supremo, su sintonía con la Fiscalía ha sido siempre total", añaden. En este sentido, no se recuerdan ocasiones en las que el juez Pablo Llarena les haya tenido que abroncar por su forma de actuar. 

Al igual que la vertiente militar, Ortega-Smith se ha volcado durante estos últimos meses en conseguir el favor de guardias civiles y policías nacionales, apoyando la equiparación salarial que reclama la asociación Jusapol. De hecho, realizó uno de los discursos más encendidos de la manifestación de Barcelona del 29 de septiembre.

Aficionado a la montaña, veranea en Galicia y tuvo que dejar el kárate por desgaste en sus rodillas. "Cuando no está en una rueda de prensa, o está en la sede, está en su casa estudiando cosas para el partido. En ese sentido, la entrega es total desde que en el partido no entraba ni un euro. Disfruta muchísimo las comparecencias y los mítines públicos. Se lo prepara a conciencia", señalan.

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