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Política

Margallo valora presentar una candidatura para liderar la regeneración del PP

Margallo junto a Sáenz de Santamaría, en comparecencia tras el Consejo de Ministros

José Manuel García Margallo no quiere echarse a un lado en el tiempo nuevo que se avecina para el Partido Popular. Incluso no descarta presentarse como uno de los candidatos a suceder a Mariano Rajoy en la presidencia del partido, una carrera donde se enfrentaría hipotéticamente con Alberto Núñez FeijóoSoraya Sáenz de Santamaría o con María Dolores de Cospedal.

El exministro de Exteriores prepara para esta semana un acto en Alicante (circunscripción por la que es diputado) donde presentará las líneas maestras de su propuesta política de regeneración para España. Margallo está convencido de que "primero hay que hablar sobre propuestas y después sobre liderazgos". Pero está por ver si esta teoría tiene mucho predicamento en su partido.

Margallo no desvela si dará el paso a presentarse como candidato, pero no niega que vaya a hacerlo. "Me gustaría que fuera otra persona quien lo hiciera y yo poder apoyarla", asegura consciente de que otro perfil podría encontrar más apoyos que él mismo. ¿Será este Feijóo? "Podría ser, aunque no he hablado con él y tampoco sé qué idea para España tiene, primero tendría él que definirse", asegura a Vozpópuli. El gallego no es conocido por tener una relación muy cercana con Margallo. Algo mejor, sin ser extraordinario, es su 'feeling' con Cospedal.

Quien seguro que no será es Sáenz de Santamaría, archienemiga del exministro y con quien protagonizó los principales encontronazos en el Consejo de Ministros previos a su salida. Sus tesis sobre qué hacer en Cataluña se acabaron imponiendo, según el madrileño de forma desastrosa. La animadversión a Santamaría une a Margallo y a Cospedal.

"Es necesario tener un proyecto de regeneración para el partido y para España", dice el exministro, quien a pesar de sus 73 años no tiene ninguna intención de dejar la política activa y no se conforma solo con ser el 'pepito grillo' del PP que dé consejos, ya que quiere pasar a la acción. El veterano político cree que no tienen razón las voces que apuestan por una candidatura única en el partido como símbolo de unidad. "Estamos en una democracia, y es deseable que se presenten varias opciones", insiste.

Autocrítica y reformismo

Si algo no puede achacarse al veterano dirigente, que inició su carrera política en la extinta UCD, es su talante reformista. Por ello de su boca salen continuamente referencias a Adolfo Suárez González, primer presidente de la democracia española, como ejemplo del liderazgo que necesita ahora el país. "Él ha dado el nombre al aeropuerto de Barajas por algo", que fue su capacidad para aunar voluntades y construir un liderazgo. La autocrítica de Margallo hacia el PP de los últimos años es contundente, y está convencido de que el partido, aún el grupo mayoritario en el Congreso de los Diputados, puede liderar una reforma constitucional incluso desde la oposición. Sería sin duda un hecho inédito en términos políticos, toda vez que es ahora Pedro Sánchez quien ha sido aupado al gobierno de la nación y a su rutilante nuevo Ejecutivo a quien parece que le correspondería la iniciativa política en estos momentos.

Margallo asegura no haber contactado con Feijóo, y no conocer "nada" sobres sus propuestas políticas

¿Comprará alguna candidatura del PP las premisas de Margallo? Detrás de su insistencia en que "ahora no toca" aclarar si va a presentarse como candidato subyacen movimientos para tratar de influir en mayor o menor medida en la nueva dirección del partido que se conforme después del congreso extraordinario. ¿Se atreverá finalmente el exministro a dar el paso? La próxima semana se anuncia la fecha exacta para el congreso del partido donde deben lograrse los apoyos necesarios para conseguir ser el próximo líder del centroderecha español, con permiso de Albert Rivera. Margallo ha declarado en muchas ocasiones no tener ningún interés en las guerras internas de partido y a muchos de sus acólitos en el PP no les termina de convencer su estilo excesivamente individualista, por lo que su posición política deberá ser reforzada con otras personas con más predicamento interno y capaces de unir apoyos más que él. Quizá salte la sorpresa y anuncie alguna novedad en este sentido en Alicante, en un acto cuyo contenido guarda con celo un hombre que en las últimas semanas ha reforzado su presencia mediática como parte de su estrategia.

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