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Política

Incendio en el PSOE de Cantabria por el cambio del cabeza de lista al Congreso y el "entreguismo" a Revilla

Pedro Casares (i), Sánchez y Pablo Zuloaga (d).

"Ha sido la crónica de un abandono anunciado". Así lamenta un ex dirigente del PSOE de Cantabria el relevo del cabeza de lista al Congreso por esta comunidad en las elecciones del 10 de noviembre. Pedro Casares deja el Ayuntamiento de Santander, donde lideraba la oposición, en un movimiento que ha dejado al descubierto la división total que existe en el socialismo cántabro. 

Ferraz anunció hace unos días que el 10-N repetiría las listas del 28-A con los retoques mínimos imprescindibles. En el caso de Cantabria, el que fuera número uno en abril Luis Santos Clemente ha presentado su renuncia por "motivos personales", según fuentes de la dirección.

Casares deja Santander

El partido ha elegido en su sustitución a Casares, que forma parte de la actual Ejecutiva federal. Casares (Santander, 1983) es doctor en Economía y profesor en la Universidad de Cantabria. Es uno de los perfiles que gustan al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez.

La elección ha indignado a buena parte de sus compañeros. Muchos de ellos han criticado abiertamente a Casares en las redes sociales. Le acusan de "huir" del Ayuntamiento de Santander y dejar al PSOE en una situación muy delicada en la capital cántabra. 

"No tiene sentido que se vaya Madrid, salvo que estuviera ya en su cabeza si no obtenía la alcaldía de Santander", dicen fuentes consultadas por Vozpópuli.

La ex secretaria General Díaz Tezanos, en paro

Pero lo que ha evidenciado esta polémica es la delicada situación que vive el PSOE de Cantabria desde el congreso regional del 2017. El partido está completamente roto. Y buena parte de sus cuadros, principalmente vinculados a la antigua dirección, no comparten la gestión que están realizando Casares y el actual secretario General en la comunidad y vicepresidente del Gobierno cántabro, Pablo Zuloaga.

Citan como ejemplo la situación de la ex secretaria General y también ex vicepresidenta autonómica, Eva Díaz Tezanos. Zuloaga se impuso a Díaz Tezanos en las primarias del 2017 después de varios intentos fallidos por armar una lista de integración.

Tras la disolución del Parlamento autonómico y las elecciones del 26-M, Díaz Tezanos se marchó al paro sin que el partido reconociera su labor, ni le diera otro destino.

"Es inaudito que un secretario General viva esta situación. Es una traición. No había pasado nunca en este partido", dicen. "Están generando un clima irrespirable dentro del PSOE en Cantabria y lo de Pedro Casares es un hito más en este proceso".

Entreguismo a Miguel Ángel Revilla

Los más críticos lamentan además el "entreguismo" de la actual dirección autonómica al presidente cántabro Miguel Ángel Revilla. Dicen que Zuloaga ha tratado sin éxito de luchar contra Revilla con las armas del presidente. Y no ha dado resultado. 

El PSOE de Cantabria gobierna en coalición con el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) de Revilla, que ganó holgadamente las elecciones del 26-M. Los socialistas tienen cuatro consejerías y una vicepresidencia. Pero en la anterior legislatura existía una cláusula que impedía al PRC presentarse al Congreso en las elecciones generales.

La nueva dirección regional del PSOE levantó ese veto. El PRC obtuvo el escaño de José María Mazón el 28-A. Y todo indica que repetirá el 10-N. Mazón fue el único diputado que votó a favor de la investidura de Sánchez en julio.

Lo peor, aseguran estas fuentes, es que ningún representante del PSOE de Cantabria participó en la última reunión entre Sánchez y Revilla a principios de septiembre en Santander. Y, en contraposición, recuerdan que la líder socialista en el País Vasco, Idoia Mendia, asistió al encuentro que mantuvo Sánchez con el PNV en esas mismas fechas. 

"El PRC no necesita al PSOE de Cantabria para nada. El interlocutor de Revilla es el PSOE de Madrid", explican. "El partido está totalmente resquebrajado".

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