El Govern cree que Sánchez les ha enviado 1.714.000 mascarillas para burlarse por el final de la Guerra de Sucesión

El conseller de Interior, Miquel Buch, ha censurado la decisión del Gobierno de entregar 1.714.000 mascarillas a Cataluña para distribuir entre los trabajadores que vayan mañana en transporte público y ha advertido que "con la Historia no se juega", en alusión a la coincidencia de la cifra con el fin de la Guerra de Sucesión el año 1714.

"Con la historia de los catalanes no se juega, sean del partido que sean. Es nuestra historia y no se puede jugar con ella", ha avisado Buch, quien ha recordado que el número de mascarillas enviadas por el Ejecutivo es "simbólica" y "nefasta", porque recuerda el año en que Barcelona sufrió el asedio de las tropas borbónicas.

Por ello, el conseller ha dicho al Gobierno que "así no" y ha remarcado que "no permitirán" que "a alguien se le ocurra que la próxima cifra de mascarillas o tests tenga que ver con 1939", el año en que finalizó la Guerra Civil.

Una cifra "insuficiente"

Por otro lado, ha criticado también que la cifra de mascarillas sea "insuficiente" para los 7,5 millones de habitantes de Cataluña y ha aseverado que "es posible y probable" que este material de protección "no llegue a todo el mundo".

"Ayudar sí y proteger la salud también, pero estos sistemas no, porque pueden provocar disfunciones, desconocimientos y confusiones entre la ciudadanía", ha recalcado Buch al lamentar que el Gobierno no haya dado directrices concretas a la Generalitat sobre cómo y dónde llevar a cabo el reparto de este material sanitario.

Según el conseller, a pesar de que han solicitado "explicaciones" al Gobierno de Pedro Sánchez, no han obtenido "ningún tipo de respuesta, tan solo la orden de repartirlas", a lo que han accedido "más allá de los debates políticos y las discrepancias".

Tal como ha precisado esta mañana la directora general de Protección Civil, Isabel Ferrer, entre el martes y el miércoles voluntarios de Protección Civil y de la Cruz Roja entregarán las mascarillas a los pasajeros de las estaciones de transporte público más concurridas en municipios de más de 30.000 habitantes.