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Política

El Gobierno y el PP rechazan la independencia de Cataluña en diferido

Pablo Casado.

El Gobierno y el PP no están dispuestos a aceptar la independencia de Cataluña en diferido, esto es, a años vista, “porque España no es Yugoslavia ni Cataluña Kosovo o Eslovenia”.

Así se ha expresado este mediodía en la sede nacional del PP su vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, después de una reunión del Comité de Dirección ante el cual Mariano Rajoy ha querido disipar todas las dudas.

“Vamos a impedir la independencia de Cataluña. Tomaremos las medidas que sean necesarias. La independencia de Cataluña no se va a producir y el Gobierno hará todo lo posible para que así sea”, ha dicho el jefe del Ejecutivo a los suyos.

Posteriormente, Casado ha comparecido para dirigirse en términos muy duros a Carles Puigdemont y los dirigentes independentistas: “No tenemos nada que negociar con los golpistas. El Rey Don Juan Carlos no negoció nada con Armada y Tejero el 23-F”.

Para Casado, Puigdemont ya no es el dirigente de todos los catalanes sino “un simulacro de presidente de la Generalitat” con el que ningún gobierno va a negociar la integridad de su país.

Le ha recordado cómo acabó en 1934 su antecesor, Lluís Companys, detenido por las fuerzas de seguridad tras proclamar la República catalana y le ha pedido que no lleve al país al abismo.

Lo ocurrido ayer en las calles de Barcelona, la manifestación multitudinaria convocada por Solidaridad Civil Catalana, le parece al PP na reedición del “Espíritu de Ermua”, tras el asesinato por ETA del concejal popular Miguel Ángel Blanco, que supuso un antes y un después en la lucha contra el “nacionalismo xenófobo”.

“Puigdemont se ha convertido en un okupa de la Generalitat y la CUP en unos yonkis de la postverdad”, ha dicho Pablo Casado.

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