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Política

Febrero u otoño del 2019: Rivera prepara a Cs para elecciones generales el año que viene

Albert Rivera.

Albert Rivera ha puesto Ciudadanos en modo electoral. El líder del partido naranja ha cerrado el curso político con reproches a Pedro Sánchez, una oposición frontal a las concesiones al separatismo en Cataluña y esquivo con la elección de Pablo Casado como líder del PP.  

Lo que Rivera tiene claro, y así se lo ha trasladado a su equipo, es que la legislatura no pasará del 2019. "No hay tantos huesos de Franco para dos años", dicen desde el entorno de Rivera. "Sánchez no podrá agotar la legislatura sin abrasarse hasta el tuétano", añaden. 

La pregunta es cuándo. La respuesta sigue siendo una incógnita. "Tan pronto como Iván Redondo -asesor político y jefe de gabinete del jefe del Ejecutivo- le entregue una encuesta medio buena", comentan medio en broma medio en serio en Ciudadanos.

Rivera tiene el convencimiento de que Sánchez no hará coincidir las generales con las europeas, municipales y autonómicas del 26 de mayo del 2019. Tampoco con las autonómicas andaluzas, tanto si la presidenta de la Junta, Susana Díaz, decide adelantarlas como si no. La fecha de las elecciones en Andalucía es marzo del 2019, pero la formación naranja trabaja como si fuera haber anticipo para evitar sorpresas.

¿'Súperdomingo' electoral 26-M?

La apuesta de Rivera es que las generales podrían celebrarse en febrero del 2019. La otra opción es otoño del 2019, después del 26-M. Ciudadanos cree, por un lado, que los barones socialistas no quieren coincidir con Sánchez. Por otro, se ve inviable un súperdomingo electoral con cinco urnas por una cuestión de calidad democrática. Una campaña de generales eclipsaría todas las demás. Esa misma razón le empuja a pensar que Díaz tampoco está por la labor de celebrar andaluzas y generales a la vez.

La moción de censura ha penalizado las buenas perspectivas de Ciudadanos en los sondeos. Y algunas encuestas de urgencia sugieren que el efecto Casado en el centro derecha tendrá un impacto negativo para Ciudadanos. Fuentes del partido naranja calculan una perdida de entre tres y cuatro puntos de intención de voto directa tras la llegada de Sánchez a la Moncloa. Sin embargo, la caída se ha frenado. En sus trackings, se mantienen estables por encima del 20-22% en intención de voto. El 26-J obtuvo poco más del 13%.

Ciudadanos se está preparando de dos maneras para el ciclo electoral que se avecina. Es un momento decisivo, porque el partido tiene previsto negociar la formación de gobiernos de coalición allá donde sea posible un acuerdo. A nivel orgánico, el secretario de Comunicación, Fernando de Páramo, ha dejado su escaño en el Parlament de Cataluña para trasladarse a Madrid. De Páramo es una persona clave junto al secretario General, José Manuel Villegas, y el secretario de Organización, Fran Hervías, en el diseño de campañas electorales. Lleva ocho a sus espaldas. Ciudadanos está preparando otros cambios orgánicos todavía pendientes de los últimos flecos.   

A nivel político, Rivera ha intensificado su oposición a Sánchez con tres mensajes claros: el presidente está pagando un precio muy alto al nacionalismo por mantenerse en la Moncloa, las concesiones al separatismo en Cataluña no tienen un pase y el PSOE amenaza la recuperación económica con sus propuestas de gasto desmedido y las subidas de impuestos a la clase media. Hay por supuesto mensajes que responden a factores coyunturales como la presión migratoria o la huelga del taxi.

"Insumisión" en Cataluña

En su balance del curso político en el Congreso, Rivera ha echado mano de estos discursos para castigar la gestión del PSOE. El líder de Ciudadanos ha responsabilizado a Sánchez del "camino hacia la insumisión" que a su juicio ha tomado el independentismo en Cataluña. Rivera ha dicho que todavía no ha escuchado una palabra del presidente del Gobierno sobre el "clima de acoso e intimidación" que padecen jueces y cargos públicos en Cataluña.

Rivera ha lamentado que se produzcan situaciones como la de tener a una política fugada de la justicia -Meritxell Serret- al frente de la delegación de Cataluña ante la Unión Europea en Bruselas. "Es como poner al 'Dioni' al frente del Banco de España", ha afirmado. Por eso ha defendido que era importante, como reivindicaron hace meses, mantener el 155 en algunas políticas, aunque tampoco ha especificado cuáles o de qué manera se podría hacer. 

"No hay leyes, no hay techo de gasto, no hay mayorías parlamentarias estables, estamos en manos de Torra o Puigdemont. Todo lo que va a salir esta legislatura va a estar en manos de populistas y separatistas", ha dicho". "El señor Sánchez debería convocar elecciones para que España tenga un gobierno fuerte".

El único tema en el que Rivera sigue esquivo es en los cambios que se están produciendo en el PP. Todos sus mensajes se han centrado en Sánchez, ignorando deliberadamente a los populares. Fuentes del entorno de Rivera confirman que el presidente naranja escribió un mensaje a Casado para felicitarle por su elección. También lo hizo públicamente en Twitter. A partir de ahí, Rivera asegura que está dispuesto a reunirse con Casado, pero se prevé una relación política tensa entre dos líderes que compiten por el mismo espacio electoral.

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