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Política

España venderá armas a los saudíes mientras Francia y Reino Unido no se unan al veto

El rey Salman de Arabia Saudí

Francia vendió armas a Arabia Saudí por valor de 10.000 millones de euros entre 2007 y 2016 -el 20% de toda su exportación de material bélico en un año-, y a partir de 2016 el Ejecutivo galo aprobó nuevas licencias de venta por valor de 18.000 millones de euros más, de las cuales hasta la fecha solo ha hecho entrega por valor de unos 2.000 millones, según diversas informaciones de medios franceses y organizaciones especializadas.

Semejante volumen de negocio, que abarca a más países de Oriente Medio -Francia abrió una base de pruebas en Abu Dabi-, explica la resistencia de su presidente, Emmanuel Macron, a renunciar a ese comercio con el Reino 'wahabí' a pesar del asesinato y descuartizamiento en la embajada saudí en Estambul del periodista Jamal Khashoggi.

Y, a su vez, explica también que el Ejecutivo español mire "de reojo" qué van a hacer el todopoderoso vecino europeo del norte y Gran Bretaña antes de tomar una decisión que ahora sería claramente "precipitada", explican a Vozpópuli fuentes socialistas y diplomáticas.

Porque, si el Gobierno de Pedro Sánchez renuncia a construir las cinco corbetas contratadas por Arabia Saudí en julio pasado a los astilleros de Navantia en San Fernando (Cádiz) -1.800 millones de euros que garantizan cinco años de carga de trabajo a 1.100 empleos directos y 1.800 indirectos-, nada garantiza que los saudíes acaben encargándoselas a los astilleros “Constructions Mécaniques de Normandie” (CMN) radicados en Cherburgo -tienen en proyecto patrulleras-; o a los del Reino Unido, país con un volumen de venta de armas a Arabia Saudí diez veces más grande que el español.

En el PSOE-A cruzan los dedos para que la polémica no acabe afectando al contrato de las cinco corbetas que da trabajo a más de 3.000 personas en Cádiz; hundiría la campaña de Susana Díaz

Eso, por no hablar del roto que el Gobierno haría a la campaña electoral de la candidata socialista a la Presidencia de Andalucía, Susana Díaz y que tanto la Junta como el PSOE-A estén presionando a La Moncloa, explican las fuentes consultadas. Para Alemania, que vende la mitad que sus dos vecinos del sur -400 millones de euros entre enero y septiembre de 2018-, según datos oficiales, es "casi testimonial" anunciar un veto como ha hecho la canciller, Angela Merkel, dicen las fuentes consultadas. "Para España, no".

Todo esto pesa en el ánimo del presidente del Gobierno, que este miércoles comparece en el Congreso a explicar lo ocurrido con la polémica venta de 400 misiles inteligentes a Arabia Saudí por valor de 9,2 millones, frenada primero por la ministra de Defensa, Margarita Robles, y luego desatascada por él mismo para no poner en riesgo el contrato de las corbetas.

Desde el Gobierno y el PSOE, que intentan hablar lo menos posible del asunto, todo son llamamientos a la "prudencia". Este martes la portavoz del Comité Electoral socialista, Esther Peña, explicó que los socialistas españoles se unen al llamamiento del secretario general de la ONU, António Guterres, para que se haga "una investigación seria, urgente, rigurosa, exhaustiva y transparente" del crimen y desaparición del periodista Khashoggi. Y, tras esa investigación, "el Gobierno actuará en defensa de los intereses de España".

Podemos pide veto mientras Kichi calla 

El problema para Pedro Sánchez es que su socio preferencial, Podemos, ya exige que se cancele la venta de armas a Arabia Saudí con independencia de que Francia, Gran Bretaña y el resto de países europeos sigan la estela del veto alemán. 

Mientras que Ciudadanos y el PP se unen al PSOE en la idea de esperar a la investigación que ha solicitado la ONU, y a que el veto sea general en toda la UE, Pablo Iglesias pidió desde Vitoria, adonde acudió a entrevistarse con el lehendakari, Íñigo Urkullu, dentro de su ronda de apoyo a los presupuestos, que se deje de apoyar a "dictaduras sanguinarias". Es un "mandato ético y democrático".

En el mismo sentido se expresaron el secretario de Organización de la formación morada, Pablo Echenique, y otros portavoces de la coalición, mientras el alcalde de Cádiz, José María González Kichi guarda un significativo silencio para no enfrentarse a su partido. En septiembre pasado, con ocasión de la polémica de la venta de misiles y su posible afectación a las corbetas defendió la construcción de estas a Arabia Saudí en los astilleros de San Fernando, "ante el dilema de vender armas o comer".

  

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