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Política

Enmienda a la totalidad de Pedro Sánchez a Eduardo Madina

Eduardo Madina y Pedro Sánchez, en una imagen de archivo.

El PSOE ya tiene secretario general y a mediados de junio tendrá también dirección. Se aprobará en el 39 Congreso, del que, además, los socialistas saldrán con un proyecto bajo el brazo para iniciar su nueva etapa. Un análisis de dónde están y cómo han llegado, un catálogo de propuestas políticas para el futuro y una revisión de su modelo de partido.

En esto han estado trabajando tres equipos diferentes en los últimos meses: la Gestora, por un lado, y dos de los entonces aspirantes a las primarias, Pedro Sánchez y Patxi López. Susana Díaz asumió los trabajos de la dirección provisional, aunque en la última semana de campaña presentó un programa propio. Cada uno elaboró sus recetas para el partido y ahora el ganador de las primarias quiere que las ‘oficiales’ se cambien para que sean las suyas las que se apliquen.

Los ‘pedristas’ han preparado un documento de 72 páginas que da la vuelta a la ponencia marco del 39 Congreso, el documento que coordinó Eduardo Madina, junto al economista José Carlos Díez, y cuya preparación fue el motivo que dio la Gestora para demorar la celebración del Congreso. Había que hablar del qué antes del quién, argumentaban, y por eso las primarias no se podían hacer en enero, como querían los de Pedro Sánchez.

Así que la Gestora preparó toda la parafernalia que rodea a este tipo de trabajos programáticos. Designó equipos de trabajo, mesa de discusión y preparó dos jornadas completas para el debate de las propuestas, en las que trabajaron 226 personas. Madina coordinó el apartado político y fichó para estos trabajos a catorce exministros de las etapas de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero. Todos enmendados.

Ramón Jáuregui, Matilde Fernández, Rosa Conde, Jose María Maravall, Carmen Alborch, Gustavo Suárez Pertierra, Juan Manuel Eguiagaray, Javier Solana, Mercedes Cabrera, Ángeles González Sinde, Miguel Ángel Moratinos, Francisco Caamaño, Juan Fernando López Aguilar y Valeriano Gómez. Todos aparecieron entre los implicados en este proceso, para el que se invitó a algunos ‘patxistas’ pero a nadie del entorno de Pedro Sánchez, que ahora lo revisará de arriba a abajo.

Madina coordinó los trabajos que se debatieron en un foro político el 25 de marzo, una jornada que sirvió de plataforma a la Gestora para atacar a Pedro Sánchez. A una semana de que empezara el proceso de primarias, Javier Fernández defendió que el PSOE no puede ser “una mera plataforma electoral al servicio de un líder que reclame autonomía o que exija confianza” y defendió que «democratizar el partido» no es «convertirlo en una asamblea permanente, ni avanzar hacia una organización más débil y un liderazgo más fuerte». Nadie dudó que se refería a Pedro Sánchez.

Mientras tanto, el hoy secretario general organizó un grupo de trabajo propio para elaborar un documento alternativo y en el que, como nuevas aportaciones a su equipo, incorporó al sociólogo y veterano guerrista José Luis Tezanos y al economista Manuel Escudero. También se unió la exministra Cristina Narbona. Con el apoyo del grupo de diputados que se mantuvieron fieles, Sánchez empezó a hacer propuestas mientras la Gestora y los ‘susanistas’ criticaban ese trabajo paralelo. Quien gane las primarias, decían, tendrá que aceptar el proyecto que prepare el PSOE.

Ahora ha ganado Pedro Sánchez y no tiene ninguna intención de tragar con el proyecto que habían preparado la Gestora y Eduardo Madina. Por eso, ha arrancado ya el proceso para darle la vuelta como prevé el partido que pueda hacerse: con enmiendas a la ponencia marco. Desde estos días, los ‘pedristas’ las defenderán en las agrupaciones para que después sean debatidas en el Congreso. El secretario general podrá llevar a ese cónclave las que considere.

Todas sus propuestas están recogidas en un documento que han coordinado Tezanos y Escudero. Sobre la base de la ponencia, como no puede ser de otra manera, y desde el preámbulo hasta el final, han elaborado un total de 84 enmiendas de adición, sustitución o supresión. Un total de 70 páginas.

El declive electoral empezó en 2011

Y, para empezar, echan por tierra el análisis de la situación que hizo Eduardo Madina en la ponencia marco y ha defendido la Gestora. La ya dirección saliente del PSOE partía de la consideración de que el partido venía de “los dos peores resultados” de su historia, en las elecciones de diciembre de 2015 y de junio de 2016. Sin embargo, las enmiendas de Pedro Sánchez quieren eliminar ese párrafo e irse más atrás: el declive, dicen, empezó en 2011, cuando el  PSOE “pierde 4,5 millones de votos y 58 escaños”. Después, en 2015, defienden, recuperaron dos millones de votos respecto a las elecciones al Parlamento europeo de 2014.

Pero, además, quieren que el 39 Congreso reconozca que la abstención fue un error, que el partido gestionó mal esa crisis de gobernación, porque “se limitó a dejar el camino expedito al PP, en unos momentos en que los españoles están especialmente sensibilizados ante las regresiones sociales y laborales, y los escándalos de corrupción que azotan al PP”. Lo que se resume con el lema tan coreado en estos meses del “no es no”.

Tampoco comparten la lista de enemigos políticos que aparecen en la ponencia marco. La Gestora puso la mira en el PP y en el “populismo” de Podemos y los ‘pedristas’ no están de acuerdo en la segunda parte. Los adversarios de su proyecto, dicen, son “el capitalismo neoliberal y el conservadurismo del PP”.

En el capítulo de propuestas, Pedro Sánchez quiere llevar al 39 Congreso sus compromisos durante estos últimos meses: el reconocimiento del Estado plurinacional (que quiere materializar en una reforma del título VIII de la Constitución), la regulación de las consultas a los militantes, entre otras cosas para poder echar a un secretario general, ya que no será posible desalojarlo de su cargo con la dimisión de su Ejecutiva.

Su documento incorpora algunas ideas del candidato Patxi López, como las primarias a dos vueltas, a lo que han añadido la limitación de los avales por arriba y por abajo para los aspirantes. Del documento de Susana Díaz, en cambio, no han repescado nada. Dicen que lo han leído y no han encontrado ni una propuesta que les interese.

 

 

 

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