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Política

"Todo está en el aire": el Gobierno aterriza en la dura realidad con el decreto de RTVE

La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, este viernes tras el Consejo de Ministros

"Todo está en el aire", confesó este viernes la ministra portavoz, Isabel Celaá, en referencia a la posibilidad de que el nombramiento del periodista Andrés Gil como presidente de RTVE no salga adelante. Un golpe de realidad después de un mes de buenas noticias para los socialistas, que solo había tenido que afrontar hasta ahora una dimisión, la del exministro de Cultura Màxim Huerta, y sin excesivo quebranto de imagen por aquello de la bisoñez del recién llegado a La Moncloa.

Gil es el nombre que habían pactado el jueves por la noche PSOE y Podemos para la transición en RTVE, pero su sola filtración ha desatado un movimiento en el que el rechazo de muchos profesionales del ente -por su inexperiencia en el medio y con un sesgo favorable a Podemos... para sustituir al popular José Antonio Sánchez- se mezcla con el malestar de los socios parlamentarios por las "formas"; particularmente el PNV pero no solo, no quieren que PSOE y Podemos se lo guisen y se lo coman solos.

ERC ya ha dicho que no apoya, y el PSOE está buscando un acuerdo de urgencia con el PP por lo que pueda pasar. Claro que es difícil que los populares respalden a un candidato propuesto abiertamente por Podemos; por eso todo está abierto. Un todo que incluye la posibilidad de que, sin necesidad de llegar a los recursos ante los tribunales por no respetar el concurso pactado para la renovación de RTVE, que los habrá, los socialistas pierdan su primera votación importante un mes después de llegar al poder.

En el Grupo Socialista cunde la alarma ante la posibilidad de perder la votación en el primer decreto del Ejecutivo de Pedro Sánchez: "No sería un buen comienzo", admiten

Por eso, y al margen de lo que ocurra en las negociaciones frenéticas entre hoy y el lunes, fecha límite para dar a conocer los nombres del consejo de administración, la sola posibilidad de que el Gobierno pierda ha desatado las alarmas. "No sería un buen comienzo", reconocen a Vozpópuli diversas fuentes del Grupo Socialista.

Por eso la cara del presidente del Gobierno durante la rueda de prensa de Bruselas era un poema; en parte por el cansancio de la noche anterior -la dura negociación de los jefes de Estado y de Gobierno sobre inmigración acabó a las cinco de la madrugada- pero también porque no le gusta nada lo que está ocurriendo en muchos aspectos de gobierno. El jueves confesó a los periodistas: "Corramos un tupido velo", cuando le preguntaron por las fotos a lo Obama en la cuenta de La Moncloa; y, sin duda, la negociación sobre RTVE ha colmado el vaso.

Porque sabe que antes que el de Andrés Gil, PSOE y Podemos ya quemaron los nombres de los periodistas Arsenio Escolar y Ana Pardo de Vera en su pulso de poder, y porque la endeble mayoría formada en el todos contra Rajoy empieza a hacer aguas cuando no han transcurrido ni los cien días de gracia.

La propia Pardo de Vera relataba este viernes en un demoledor hilo de Twitter como vivió las 48 horas previas. Varios de los socialistas consultados tras leerlo, señalan sin lugar a dudas: "Las cosas no se han podido hacer peor, y este es un tema en el que nos la jugamos porque nos van a medir con lo que hizo el PP".

Al PNV le ha faltado tiempo para decir que "hoy por hoy" no apoya a Gil, que hasta ahora era redactor-jefe de Política de eldiario.es, porque no le han gustado "las formas", enterarse del nombramiento por una confirmación de Pablo Iglesias a una información de El confidencial; pero está por ver que los peneuvistas cumplan su amenaza.

Lo que sin duda es un problema de mayor calado es ERC, que con sus ocho diputados en el Congreso tiene la llave para desbloquear el asunto. El malestar de los republicanos por el rechazo del Grupo socialista a su moción de diálogo "sin límites" en Cataluña es notable.

Y ya han advertido a Sánchez en persona que si no dialoga para solucionar el conflicto catalán admitiendo "hablar" del derecho a decidir, no dialogarán de otras cosas. Lo decía este viernes su portavoz en el Congreso, Joan Tardá:

  

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