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Política

Dirigentes del PDeCat se enfrentan a Puigdemont: Que renuncie o que se entregue

Acto de campaña de Junts per Catalunya

Empiezan a aflorar severas grietas en el bloque independentista ante el empeño de Carles Puigdemont en ser investido presidente 'a cualquier precio'. En el PDeCat, su partido, hay voces que contemplan con inquietud la posibilidad de un bloqueo institucional que conduzca a unas nuevas elecciones, tal y como se pudo comprobar en el Comité Nacional de este lunes. En ERC tampoco se cierra la puerta a la que otros nombres, al margen del 'expresident', puedan aspirar a la investidura en el caso de que no encontrar una vía de solución al actual embrollo. 

"Puigdemont tiene que hacer un Forcadell y renunciar a su empeño en ser investido", señala en privado un veterano del PDeCat, donde se teme que el actual 'impasse' dé lugar a un escenario inmanejable de endiablada solución. El núcleo duro de Puigdemont, tanto en Bruselas como en Barcelona, le da vueltas al reglamento del Parlament por encontrar la fórmula que le permita a presentarse como candidato vía telemática, una opción que rechazan todas las fuerzas constitucionalistas y que no es del agrado de amplios sectores del soberanismo. "Entraríamos en un nuevo choque con los tribunales, se prolongaría el 155 y se eternizaría la situación de excepcionalidad", apuntan en estos círculos.

El presidente destituido ha convocado a los diputados  JxCat en Bruselas este viernes para despejar las dudas, acallar disidencias y trasladarles su plan de cara al próximo día 17. La constitución del Parlament y la elección de la Mesa son los dos pasos clave para abordar la investidura. Esta reunión en Bruselas persigue trasladar su imagen de liderazgo, fortalecer sus aspiraciones y disuadir a ERC de que cualquier intento en contra de sus propósitos está condenado al fracaso.

"No es lo mismo detener a un diputado que a un presidente electo"

El expresident sigue en sus trece de hacer valer su 'legitimidad al frente de la Generalitat y su victoria en el independentismo en los comicios del diciembre. Incluso ha señalado este lunes que no descarta regresar a Cataluña una vez que sea reelegido como presidente. "No es lo mismo detener a un diputado que a un presidente electo", señalan en su entorno. No hay 'plan B', aunque se escrutan las diversas posibilidades que permitan mantener en la Generalitat a Puigdemont. "Lo único que tiene claro es que seguirá al frente de Cataluña", traslada esa fuente.

La situación tensa las relaciones entre las diferentes fuerzas del separatismo. Rull y Turull, conselllers del disuelto Govern, han visitado este lunes tanto a Oriol Junqueras, en Estemera, como a los dos Jordis, en Soto del Real, para trasladarles su apoyo personal tras las jornadas navideñas fuera de casa. No han querido pronunciarse sobre el enredo institucional que tiene maniatada a Cataluña a escasos ocho días de la constitución del Parlament. Se asegura que la entrevista ha sido algo menos que amigable. "Le han leído la cartilla al republicano", comentan en fuentes separatistas.

Un sudoku endiablado

En ERC ya se anima a que los consellers fugados renuncien a sus actas para que así corra la lista y pueda plantearse una elección de la Mesa de la Cámara sin contratiempos. Hay ahora ocho diputados en prisión o fuera de Cataluña cuyo voto sería imprescindible para conformar una Mesa bajo el control secesionista. "Al final será el presidente del Parlamento quien decida si puede aplicarse la fórmula telemática para Puigdemont, de ahí lo importante de este paso", subrayan en el bloque de la DUI. Los republicanos han optado por lavarse las manos y afirmar que serán los letrados de la Cámara quienes diluciden la legalidad de cualquier intento que se proponga. 

Entramos en el momento más complicado del sudoku surgido de las urnas. Los dos principales aspirantes se encuentran con severos problemas con la Justicia. El Supremo le ha dejado bien claro a Junqueras que, dada la severidad e sus presuntos delitos y con el riesgo de la reincidencia, no va a abandonar la celda en los próximos tiempos.

Un horizonte idéntico al que correría Puigdemont si se decide a volver. "Esta situación tan sólo le favorece a él, que pretende mantener el suspense hasta el último minuto. Sabe que en el momento en que se entregue, se acabaría su predicamento de líder del independentismo en el exilio", apostillan en sectores del independentismos, fatigados ya de la actual situación y cada día más hartos del papel de Puigdemont. "Se le está haciendo llegar a su entorno que las cosas no pueden seguir así, pero no se perciben síntomas de cambios inmediatos en el horizonte", concluyen.

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