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Política

Colau ataca al PSC: intenta fichar para los Comunes a los partidarios de la liberación de los presos

Iglesias y Colau

Los sondeos, entre otros el publicado ayer en este diario, señalan que la mitad de la sociedad catalana apoya el indulto a los condenados del procés. Los Comunes, marca catalana de Podemos, quiere pescar votos en ese granero. Ada Colau y Pablo Iglesias creen que la sentencia del Tribunal Supremo con las condenas a los líderes independentistas permitirá romper el frente socialista en Cataluña.

Se trata de utilizar el fallo del Supremo contra el PSOE. Esta es la tesis que manejan los dirigentes de los Comunes, y que explicaron a Iglesias pocas horas después de la publicación de la sentencia. El líder de los morados corrigió de inmediato su postura y empezó a apelar a la liberación de los condenados, a través de un indulto o de una aplicación laxa del reglamento penitenciario, como adelantó Vozpópuli.

Pinza entre PSC y Más País

Todo por el voto, y, sobre todo, para frenar el avance del PSC. En las generales de abril, los socialistas lograron en Cataluña 12 diputados, mientras que ERC obtuvo 15, y los Comunes, 7. El partido de Colau perdió la segunda posición que había alcanzado en 2016, y ahora se enfrenta a una difícil coyuntura, amenazado por la pinza entre el PSC y Más País.

No obstante, los Comunes creen que pueden aprovechar el nicho de la izquierda crítica con la sentencia. La directriz esta vez no ha venido de Madrid, sino que se ha fraguado en Barcelona, donde Colau, y sobre todo Jaume Asens, el cabeza de lista en las generales, esbozan posiciones entre el “diálogo” y la crítica dura a la sentencia. Colau habló de venganza, mientras que Asens y Jéssica Albiach afirmaron: “El único camino posible es el diálogo desde la libertad".

Colau ficha a la hija de Lluch

La estrategia es clara: para que haya diálogo es esencial que el Estado ponga en libertad a los presos del procés. “Hasta que los presos no estén en libertad no podremos tener un debate democrático y sereno”, señaló Albiach. La dirigente también ha criticado las cargas policiales para intentar arañar votos a los independentistas más convencidos.

Para apuntalar esa táctica, los Comunes se han asegurado que la hija de Ernest Lluch, histórico dirigente catalán y socialista asesinado por ETA, sea su cabeza de lista en el Senado. Se trata de la historiadora Rosa Lluch, en cuyo fichaje tuvo un papel clave la propia Colau. La alcaldesa, acompañada por Asens, aprovechó su presentación para cargar contra Pedro Sánchez: “No nos gusta que el PSOE hable ahora de aplicar el artículo 155 en Cataluña y que se abra a un acuerdo con la derecha”.

Otra ocasión que les ha servido para marcar distancias con el PSC ha sido el homenaje de este martes al expresidente de la Generalitat Lluís Companys, fusilado durante el franquismo. El partido de Miquel Iceta ha declinado por primera vez asistir a la ofrenda floral para que no coincidiera con reivindicaciones nacionalistas tras la sentencia en el Supremo. Por contra, Colau, ha hecho acto de presencia. 

Rosa Lluch con Jaume Asens en Barcelona

Iglesias va remarcando el mismo concepto, mientras que fuentes del partido morado confirman el cálculo electoral de los Comunes. “Es lógico, todos los que votaron al PSC y que están en contra de la sentencia, ¿qué votarán?: Asens”, aseguran. En el frente de los federalistas, los que hasta ahora habían manifestado su crítica a la alcaldesa por la equidistancia, también creen que la postura que está manteniendo Iglesias “no está mal”.

Ese segmento federalista, por ejemplo, había mirado con interés a Errejón en las últimas semanas. El sentimiento de orfandad política es profundo, pero los primeros movimientos de Más País en Cataluña han decepcionado a los 'ex' de ICV.  

De esa manera, los Comunes confían ganar votos en el espacio político de la izquierda no nacionalista contraria a la condena de los presos separatistas. La cuestión, van repitiendo, es que “uno de cada dos catalanes quiere el indulto”. El cálculo demoscópico es comprensible en Cataluña. Otra cosa será valorar el coste político de esa estrategia en el resto de España. Pero, una vez más, Iglesias ha decidido agarrarse al clavo ardiendo del soberanismo para desmarcarse del PSOE.

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