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Política

Cataluña reclama 4.000 millones de los 16.000 prometidos por Sánchez a las autonomías

La Generalitat pide el 25% del total del fondo anunciado por el presidente del Gobierno para la reconstrucción de las autonomías. "Es obvio que no ha afectado por igual a todos los territorios", afirma Budó

Quim Torra

La portavoz del Govern y consejera de la Presidencia, Mertixell Budó, ha defendido este domingo que el Gobierno debe destinar a Cataluña 4.000 millones de euros de los 16.000 para las autonomías anunciados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el objetivo de hacer frente a la crisis del coronavirus.

En una entrevista de Rac1 recogida por Europa Press, ha cifrado en 4.000 millones el coste de la pandemia en Cataluña, monto en el que la Generalitat incluye tanto gastos adicionales como pérdidas de ingresos por el coronavirus, que "es obvio que no ha afectado por igual a todos los territorios".

Preguntada por cómo justificarán pedir un 25% de la aportación total, ha dicho que "todos deberían hacer el cálculo y que el Estado español debería tenerlo en cuenta" al adjudicar recursos.

"Probablemente no destinarán el 25% a Cataluña, ya lo sabemos", aunque, a su entender, el Gobierno debe tener en cuenta las estimaciones de la Generalitat y las consecuencias de la pandemia en la autonomía.

Además, ha insistido en estudiar la "letra pequeña" de los 16.000 millones, ya que el Govern defiende que tienen que ser una inyección de liquidez inmediato para este año y no un préstamo.

Choque entre Torra y Sánchez

En la reunión telemática de presidentes autonómicos de este domingo con Sánchez, el presidente de Cataluña, Quim Torra, ha vuelto a pedir que el desconfinamiento se haga por regiones sanitarias y no por provincias en Cataluña.

Además, según fuentes presentes en la reunión consultadas por Vozpópuli, Torra ha criticado la celeridad del plan de 'desescalada' de Sánchez y ha anunciado que su partido votará en contra de la prórroga del estado de alarma. 

El presidente del Gobierno se ha defendido de la acusación de que el desconfinamiento "va muy rápido" argumentando que, a diferencia de otros países europeos, el Gobierno de España no ha puesto fechas concretas sino fases de quince días en su plan de 'desescalada'. 

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