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Política

Casado suma a Cospedal y cuenta ya con más de 2.000 compromisarios

El candidato Pablo Casado.

Las primarias del Partido Popular entran en la fase de guerra psicológica. Y de cifras. Los dos contendientes se reclaman ya poseedores del apoyo suficiente para lograr la victoria. A diez días del Congreso extraordinario que habrá de elegir al sucesor de Rajoy, el equipo de Pablo Casado asegura contar con 2.150 delegados de los 3.184 en disputa. Es decir, que lograría una victoria clara en el caso de que se concreten estas expectativas.

En el otro bando, en el cuartel general de Santamaría Sáenz de Santamaría también entonan cánticos de victoria al asegurar que ya tienen la fidelidad de más de dos mil compromisarios. Imposible dilucidar con certeza la realidad de estas cifras ya que el voto es secreto y es posible cambios de última hora, según explican fuentes del PP.

Casado, que perdió la primera vuelta por algo más de 1.500, está convencido de que se está produciendo una lenta remontada. Se ha reunido ya con los cuatro candidatos perdedores, de los que ha recibido palabras de aliento. El encuentro más trascendente es el que mantuvo con Dolores Cospedal, a quien le ofreció incorporar a sus filas a alguno de sus colaboradores. 

La batalla levantina

El escenario más intenso de la campaña se está centrando en Andalucía, donde Santamaría obtuvo 5.581 votos el pasado jueves frente a los 4.570 que suman los obtenidos por Casado y Cospedal. "Esto ha dado la vuelta", dicen fuentes del exportavoz del PP. "Ya tenemos más de la mitad de los delegados", aseguran. En el otro bloque, también hablan de territorios reconquistados, como por ejemplo, Castellón.

Santamaría se impuso sin problemas en Valencia y Alicante, pero fue derrotada la tercera provincia de la comunidad por más de doscientos votos. "Ahora tenemos mayoría en cuanto al número de compromisarios", señalan en estas fuentes. La Comunidad Valenciana es la segunda en cuanto al número de compromisarios que aporta al pleno, de la intensidad del pulso que allí se está dirimiendo. 

Podría resultar también crucial la celebración de un debate televisado entre los dos aspirantes. No podrá ser, de acuerdo con lo que declaraba a Telemadrid este martes Javier Maroto, uno de los más estrechos colaboradores de Casado. No quiere Santamaría. Ni quiere el Comité Organizador. Ni tampoco Fernando Maíllo, el coordinador general del partido. Demasiados obstáculos disfrazados con el temor a que este cara a cara pueda perjudicar la unidad de la formación. "Sólo beneficia a Ciudadanos", dicen en la cúpula de Génova. 

No es opinión unánime en el partido. Hay dirigentes provinciales, incluso próximos a Santamaría, que desean que se celebre, como un síntoma más del cambio en el formación conservadora, de una apuesta decidida por la democracia interna y por la modernización de sus oxidadas estructuras. Casado y Santamaría se encontrarán en las próximas horas para abordar este punto, así como para conceder una última e impensable oportunidad a una candidatura unida con la que presentarse ante el Congreso. Casado ya dijo que no y parece que no piensa cambiar de parecer.

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