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Política

Casado contradice a Feijóo y Alonso: España Suma iría bien en Galicia y País Vasco

Núñez Feijóo y Pablo Casado en un acto electoral en Galicia en 2020

Pablo Casado cree, contra lo que opinan barones del PP como el gallego Alberto Núñez Feijoo o el vasco Alfonso Alonso, que la operación España suma favorecerá al centro derecha y la derecha en esas dos comunidades, y en Cataluña, Canarias o Baleares; unos territorios donde su partido, Ciudadanos y Vox, o no lograron diputados en las elecciones del pasado 28 de abril o fueron muy pocos para el volumen de voto recibido, argumentan a Vozpópuli fuentes de su entorno. 

Todo se debe a la Ley d'Hont, elegida por el Gobierno de Adolfo Suárez como modelo electoral en 1977 para garantizar la representación de las provincias más pequeñas en un Congreso de 350 diputados, a costa de sobrerrepresentarlas encareciendo el escaño en las más pobladas.

Una consecuencia práctica es, por ejemplo, que los 87.047 votos gallegos a Santiago Abascal hace cuatro meses no se tradujeron en diputados para Vox, mientras que el PP (451.300) o el PSOE (528.195) sumaron nueve y diez escaños en las cuatro provincias, respectivamente.

Algo similar, aunque no tan acentuado, le ocurrió a la formación que preside Albert Rivera: con 184.045 sufragios sacó solo dos diputados, uno por A Coruña y otro por Pontevedra; y los votantes naranjas en Ourense (20.689) y Lugo (17.812) se quedaron sin representación, como todos los votantes gallegos de Vox.

163.000 votantes vascos de PP, Ciudadanos y Vox no tienen representación en el Congreso; el PNV (398.000) logró seis diputados y grupo parlamentario el 28 de abril

El caso del País Vasco es aún más dramático para Casado y los suyos. Por primera vez en tres décadas, el PP no sacó ni un diputado en las elecciones generales del 28-A. Sus 95.041 votantes vascos, los 40.366 de Ciudadanos y los 28.230 de Vox, en total más de 163.000, se han quedado sin representación en el Congreso; ni siquiera el ex alcalde de Vitoria y vicesecretario del partido, Javier Maroto, muy próximo a Casado, logró ser diputado por Álava, el territorio foral históricamente menos afín al nacionalismo. 

Eso, en unas elecciones en las cuales al PNV le bastaron algo más del doble de sufragios (395.884) para lograr seis diputados decisivos en la investidura de Pedro Sánchez; y al PSE-PSOE 253.989 para lograr hasta cuatro actas.

Por eso, una de las prioridades del presidente del PP es que el partido vuelva a tener representación en las tres provincias vascas si hay repetición de elecciones el 10 de noviembre, de la mano de España suma con Ciudadanos y Vox. 

Alonso se 'revuelve' 

Precisamente, este jueves va a protagonizar en Madrid un acto en defensa de la unidad con la ex líder de UPyD y ex candidata a la Secretaría General del PSOE, Rosa Díez, que ha desatado todas las especulaciones en el PP sobre un posible desembarco de ésta en las candidaturas del PP vasco. 

El problema es que el presidente del PP en esa comunidad, ex portavoz parlamentario y ex ministro, Alfonso Alonso, no parece muy por la labor de ese España suma porque este mismo miércoles abogaba por "tender puentes" con el PSOE de Sánchez y no con Vox y Ciudadanos, partido éste que sigue rechazando esa alianza.

Y en cuanto a Cataluña, el otro territorio histórico en el que Pablo Casado necesita imperiosamente sacar más escaños que el único que obtuvo el PP (Cayetana Álvarez de Toledo por Barcelona) el 28-A, las cuentas son similares: con 200.841 votos el 28-A, la inmensa mayoría (155.935) obtenidos en la circunscripción de Barcelona, los populares se quedaron en ese escaño; muy lejos de los 12 del PP de José María Aznar en las elecciones del año 2000, cuando logró mayoría absoluta.

Ciudadanos, por su parte, logró hace cuatro meses en Cataluña cinco escaños con 479.374 sufragios, y Vox uno solo, como el PP, con 148.844 votos.

Así que, en Cataluña, dicen las fuentes consultadas por Vozpópuli, si se presenta España suma y mantiene los aproximadamente 800.000 votos logrados por el centro derecha y Vox, sacarán muchos más de los siete escaños que ahora suman las tres siglas; pero, sobre todo, robarán diputados al independentismo de ERC y Junts per Cat. en las provincias menos proclives al constitucionalismo: Gerona y Lérida.

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