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Política

Ataque de cuernos de Guindos: aislado y condenado a negociar solo con Ciudadanos

Luis de Guindos

Luis de Guindos preferiría hablar con el PSOE, pero en el reparto de papeles organizado por Moncloa para sacar adelante el techo de gasto y los Presupuestos de 2017 le han encargado, sobre todo, que hable con Ciudadanos. En cambio, sobre Cristóbal Montoro ha hecho descansar el presidente el grueso de la interlocución con los socialistas. “Guindos tiene un ataque de cuernos y no lo disimula”, aseguran dos de los que están siendo sus principales interlocutores durante esta negociación. A ello se suma la soledad creciente del titular de Economía en el Consejo de Ministros, donde ha ido perdiendo en etapas sucesivas a varios compañeros de mesa que le  profesaban una cierta fidelidad, entre ellos José Manuel García-Margallo, José Manuel Soria y Miguel Arias Cañete.

Guindos se encuentra cada vez más aislado en el Gabinete, donde fue perdiendo a Arias Cañete, Soria y García-Margallo

La incomodidad del ministro de Economía tiene una sencilla explicación que se comprende bien en boca de fuentes gubernamentales. “Es evidente que los asuntos de calado, los realmente importantes, están siendo tratados con el PSOE, un partido de Gobierno, con experiencia, con el que podemos llegar a hablar casi en el mismo lenguaje. En cambio, Ciudadanos nos merece algo menos de respeto y de atención, entre otras razones porque tenemos firmados con él un acuerdo de 150 medidas que le obligan a ser coherente después de habernos apoyado en la investidura”.

Hay dos aspectos claves en los primeros pasos de la legislatura, de los que depende su duración. Uno ha sido la negociación del techo de gasto para 2017 y de las medidas que le acompañan y otro será la de Presupuestos. En ambos casos, el ministro de Hacienda ha sido el interlocutor principal con el PSOE, que ha utilizado como portavoces al diputado Pedro Saura y al exministro Valeriano Gómez. Guindos cree que hubiera podido desempeñar en este diálogo un papel más eficiente que el de Cristóbal Montoro dada su buena relación con Gómez. En la primera parte de la X legislatura, la de la mayoría absoluta de Rajoy, fue tan directa que incluso le propuso al exministro de Zapatero entrar como consejero en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), algo que le impidió Alfredo Pérez Rubalcaba en plena cresta del ‘caso Bárcenas’.

“Nosotros hemos hablado de varios asuntos con Guindos y con Montoro, pero está claro que mucho más con el primero, al que consideramos nuestro principal interlocutor”, asegura una fuente del partido de Albert Rivera, conocedora de las desavenencias que el titular de Economía sigue manteniendo con el de Hacienda y que el primero “no disimula”.

Este reparto de papeles decidido desde La Moncloa ha tenido algunas ventajas para Guindos. Por ejemplo, fue quien pactó con Luis Garicano, asesor de Rivera en Ciudadanos, el polémico nombramiento de Sebastián Albella como presidente de la CNMV, justo en vísperas de que el propio Garicano y Tony Roldán presentaran en el Congreso su modelo de elección de los miembros de los organismos reguladores y pregonaran que tienen que estar desvinculados de los partidos políticos para dejar de ser su correa de transmisión. Albella tomó posesión del cargo sabiendo que va a tener que abstenerse, conflictos de interés mediante, en numerosas decisiones que en el futuro tomará el regulador de los mercados, sobre todo las que estén relacionadas con empresas que hayan sido clientes del despacho Linklaters, en el que trabajó hasta su cambio de trabajo.

El ministro de Economía ha pasado a repartirse su buena entrada en Bruselas con el nuevo titular de Exteriores

En el Gobierno se admite que Montoro va a tener en esta legislatura un perímetro de acción mucho más amplio que el de Guindos, cuya presencia en Bruselas y en los foros comunitarios va a tener que compartir, además, con el ministro de Exteriores, Alfonso Dasti, mucho más preocupado por los asuntos europeos que su antecesor en el cargo, José Manuel García-Margallo. Este generoso perímetro se lo marcará al ministro de Hacienda, en parte, la interlocución con todas las comunidades autónomas, como se demostró el jueves en el Consejo de Política Fiscal, que copreside con Soraya Sáenz de Santamaría, en el que se acordó el reparto del déficit para los distintos territorios.

 

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