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Política

El peso de Ábalos en el PSOE fuerza a Sánchez a mantenerle para que no se tambalee el Gobierno

Ábalos, Narbona y Sánchez.

El peso de José Luis Ábalos en el PSOE ha sido determinante para conservar su silla en el Consejo de Ministros. La ensalada de versiones que ha ofrecido el titular de Transportes desde que Vozpópuli destapase su encuentro con la vicepresidenta de Venezuela en Barajas ha sido cada vez más increíble

Pero el partido no ha concedido un mínimo resquicio a la duda. Tampoco Pedro Sánchez, consciente de la importancia de Ábalos en su Gobierno. Hay ministros molestos con tener que dar explicaciones del episodio. Y fuentes del Ejecutivo creen que otro ministro que no se llamara Ábalos le hubiera durado cinco minutos a Sánchez y a su director de Gabinete, Iván Redondo.

El apoyo a Ábalos ha tenido muchos rostros, pero quizá el más significativo ha sido el de Emiliano García Page. El barón más crítico con Sánchez ha salido a defender a su secretario de Organización sin dobleces. "No hay trampa ni cartón", ha dicho el presidente castellano manchego. "Intentó atajar conflictos".

El silencio de Redondo

Otro detalle significativo ha sido el silencio de la hiperactiva secretaría de Estado de Comunicación, que ahora controla Redondo. El departamento de Miguel Ángel Oliver no ha hecho un solo comentario público, anuncio o precisión a lo sucedido en el aeropuerto de Madrid. Todas las versiones, desde la negativa inicial a la exclusiva de este diario a las novedades del domingo, han sido las ofrecidas por el ministro y su equipo.

Es decir, Presidencia no ha entrado a matizar a Ábalos o a dar otra versión de los hechos. Para lo bueno y para lo malo, lo que se sabe de ese extraño encuentro lo ha contado el propio ministro. La oposición seguirá presionando a Ábalos en el Congreso y en los foros que pueda hacerlo. Y quedan muchas preguntas sin respuesta. No se conoce con precisión el papel del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y qué sabía y no sabía Exteriores sobre las intenciones de Delcy Rodríguez

"Ábalos es la columna vertebral del partido en el Gobierno", resumen desde el Ejecutivo. Es el secretario de Organización del PSOE, la persona a la que reportan los territorios y a la que dirigen muchas veces sus quejas. Es un contrapeso a Redondo, que ha trabajado junto a él en el diseño de los recientes procesos electorales.

El PSOE y el Gobierno han dado por zanjado el caso Ábalos. El ministro ha cancelado un viaje a Colombia. Y su intención es desaparecer de los medios de comunicación durante un tiempo. Cristina Narbona le ha sustituido en la rueda de prensa que siempre suele dar después de una ejecutiva federal. "Ábalos ha tenido el respaldo pleno de la comisión ejecutiva federal", ha dicho Narbona. "Él ya ha dado explicaciones de forma exhaustiva. Ha dado amplia información sobre algo que parece preocupar mucho a la derecha".

Una vida en el PSOE

Ábalos ha dedicado toda su vida al PSOE. Son 40 años de carrera, casi siempre en cargos de segunda y tercera fila en la administración local, provincial y autonómica valenciana. De ahí pasó al Congreso como diputado nacional con responsabilidades más bien discretas.

Su salto a la primera línea política se produjo después de alinearse con Sánchez en las primarias del 2017. Ábalos fue un apoyo clave en su campaña y, a la vez, siempre respetó la disciplina del partido. Es decir, se abstuvo en la investidura de Mariano Rajoy y desde ahí peleó por el regreso de Sánchez. 

El presidente del Gobierno le entregó los mandos del partido, que todavía sufre algún descosido fruto de la confrontación fratricida de hace casi tres años.  

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