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País Vasco

Cómo el asesinato de Miguel Ángel Blanco cambió la imagen de ETA en la prensa internacional

Homenaje a Miguel Ángel Blanco por el 20 aniversario de su asesinato

"Si ETA hubiera querido suicidarse, no podría haberlo hecho mejor. El asesinato de Miguel Ángel Blanco Garrido ha desencadenado tal cólera que la organización separatista vasca parece haber perdido toda legitimidad". Así empezaba un artículo titulado "Los verdugos de ETA" escrito por el periodista Charles Lambroschini en Le Figaro el 15 de julio de 1997. 

El asesinato del joven concejal del PP en Ermua cambió para siempre la forma en que la prensa internacional empezó a tratar el terrorismo de ETA. Hasta entonces, demasiada comprensión hacia una banda nacida en la dictadura franquista. Desde aquellos días agónicos y terribles de julio, los grandes medios internacionales empezaron a llamar a las cosas por su nombre. Aquel crimen fue "el verdadero punto de inflexión" según el estudio de la periodista Isabel C. Martínez acaba de publicar gracias al Memorial de Víctimas del Terrorismo y a la Fundación Fernando Buesa. 

El crimen que lo cambió todo

No es novedad que el crimen contra Blanco supuso un antes y un después en la historia de la organización terrorista vasca. Sin ir más lejos, la serie documental dirigida por Jon Sistiaga y que ahora mismo emite Movistar, "ETA, el final del silencio", incluye un capítulo dedicado al caso del edil de Ermua. Al revisar esos hechos hoy inconcebibles, reflejados por imágenes que parecen irreales por demasiado crueles, cualquiera puede concluir que entonces la visión sobre ETA cambió en toda España pero, sobre todo, en el propio País Vasco. 

Que el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco cambió para siempre el devenir de ETA pone de acuerdo a los historiadores y testigos. Ahora, el estudio "ETA en la prensa internacional. Una aproximación al tratamiento del terrorismo en los diarios franceses, británicos y estadounidenses de referencia", editado por el citado Memorial de Víctimas, concluye que el caso del joven concejal del PP sirvió también para que los principales periódicos del mundo cambiasen su mirada (y con ello la imagen que proyectaban) sobre ETA.

Un minucioso estudio sobre la prensa internacional

Esa es una de las principales conclusiones del estudio llevado a cabo por esta periodista que vivió con escolta durante diez años por estar amenazada por ETA. Su autora ha estado sumergida durante año y
medio de investigación en los archivos de todo lo que se ha publicado sobre la banda terrorista durante casi 60 años (1959-2018) en los seis diarios más relevantes de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos: Le Monde, Le Figaro, The Times, The Guardian, The New York Times y The Washington Post

Este informe pone de relieve el "claro fracaso mediático" de ETA en su intento permanente de conseguir lo que los terroristas llamaban "la internacionalización del conflicto". Todo ello a pesar de que la banda fue prácticamente la única protagonista de las noticias sobre el País Vasco en la prensa extranjera durante esas seis décadas. Esa es, en palabras de la propia autora, que presentó su trabajo en Vitoria este jueves, la "principal conclusión" de su minucioso estudio. 

Otra de esas conclusiones es, según expone Martínez al final de su informe, que "los altibajos de la Transición —con el intento de golpe de Estado en 1981— y luego en democracia la resucitación de 1983 a 1987 del terrorismo parapolicial con los GAL o, mucho más tarde, el intento del gobierno Aznar de endosar a ETA el atentado yihadista del 11-M no favorecieron una confianza plena de los medios extranjeros en el relato de las fuentes oficiales españolas". 

"Efecto devastador sobre la imagen de ETA"

El interés que despertaba ETA en la prensa internacional era "limitado, descollando hechos concretos". Y concluye que "solo hay un acontecimiento, el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, que se diferencia de todos los demás, que tiene un definitivo efecto devastador sobre la imagen de ETA y se constituye en un verdadero punto de inflexión de ETA en la prensa internacional". 

Para demostrar esa afirmación, nada mejor que retomar el artículo de Le Figaro citado al principio de estas líneas y que parece la historia viva de aquellos sucesos luctuosos. "Sin duda, ha sido deliberado el modo innoble de matar al joven electo. La exigencia de traslado al País Vasco de los 600 militantes de ETA encarcelados en las prisiones españolas solo era un pretexto. ETA necesitaba restablecer su credibilidad, después de que la Guardia Civil lograra hace diez días liberar a José Antonio Ortega Lara, un funcionario que tenía enterrado vivo en un escondrijo de siete metros cuadrados".

"Le hacía falta golpear rápido, y, sobre todo, desesperadamente. Pero ETA ha ido demasiado lejos. Son los vascos los que más alto han protestado en las manifestaciones. Repentinamente echada a la calle, esta mayoría silenciosa no se reconoce en un movimiento que quiere pasar por víctima cuando está compuesto por verdugos". 

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