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País Vasco

Azpeitia, el pueblo vasco donde Bildu y el PNV sí van a los toros

Plaza de toros de Azpeitia

En Bildu presumen de ser antitaurinos. Acabaron temporalmente con los toros en San Sebastián y coquetearon con esa idea en Pamplona. En el PNV son más templados en esta materia, pero desterraron las corridas de Vitoria. Parece, eso sí, que los nacionalistas vascos jamás intentarán algo así en Azpeitia, donde copan todo el poder. Esta localidad guipuzcoana, conocida por ser el lugar de nacimiento de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, acoge cada verano una célebre feria taurina precisamente durante las fiestas en honor al jesuita.  

El edificio más importante y conocido del pueblo es el majestuoso santuario de San Ignacio. A ese complejo arquitectónico asisten los fieles y peregrinos para rezar. Allí mismo, en sus dependencias, negociaron trece años atrás los emisarios de Batasuna, PSE y PNV durante el llamado 'proceso de paz'. A pocos metros de la entrada, ETA asesinó al empresario Ignacio Uría en diciembre de 2008, año y medio después de que se acabasen esas negociaciones entre el Gobierno de Zapatero y la banda terrorista que recientemente han vuelto a la actualidad. 

Uría era un empresario considerado afín al PNV. Este partido, el hegemónico en el País Vasco, fue fundado por Sabino Arana precisamente un 31 de julio, día de San Ignacio de Loyola, y, por ello, cada año los peneuvistas celebran el 'Alderdi Eguna' (día del partido) en esa fecha. También ese día, pero en 1959, un grupo de jóvenes radicales fundaban ETA... 

Una tradición de cinco siglos

La historia reciente de Euskadi parece, por tanto, fundirse en este pueblo de 15.000 habitantes sito a unos 40 kilómetros de San Sebastián. Religión, nacionalismo y terrorismo. También allí hay una sólida afición por la tauromaquia. Porque a solo dos mil metros del citado templo religioso se ubica la plaza de toros de Azpeitia. Con 115 años de historia, cuenta con un aforo que roza las cuatro mil localidades. Y cada año se queda pequeña. Porque miles de personas acuden a la feria taurina de San Ignacio. Muchos de los visitantes provienen de Francia. Para ellos, hay dos santuarios que visitar en el pueblo: el religioso y el taurino. 

La plaza de toros es de titularidad municipal pero está gestionada por la comisión taurina de Azpeitia. Dicha comisión está presidida por el empresario del sector maderero Joxin Iriarte, natural de la localidad y que en una reciente entrevista afirmaba que su labor consiste en "mantener el carácter torista de nuestra feria". Un carácter que data, según los expertos, del siglo XVI. En concreto, de 1518, cuando se celebró un encierro con motivo de la visita de Carlos I de España y V de Alemania.  

No hay negocio, al menos en teoría, detrás de esta celebración. La feria taurina de esta localidad guipuzcoana es benéfica. Porque los beneficios obtenidos se donan a las monjas de la Congregación Siervas de María, cuyo convento está ubicado junto a la plaza de toros. 

El nacionalismo y los toros

La tradición de los toros no es incompatible con el voto masivo a las formaciones nacionalistas. De hecho, Azpeitia es una de esas localidades donde casi todos los ciudadanos son independentistas. Todo es para Bildu y PNV. La coalición abertzale que lidera Arnaldo Otegi gobierna con una holgada mayoría de 10 concejales. Y los peneuvistas, que gobernaron durante años, aglutinan los siete ediles restantes.   

En las dos legislaturas precedentes el alcalde fue el bildutarra Eneko Etxeberria, que en una entrevista para 'El País' negaba las etiquetas previas y defendía que en su pueblo "el mundo del toro tiene mucha tradición, y no se plantea una posible desaparición; entendemos que los festejos están avalados por una mayoría y contribuyen al bienestar económico de la ciudad".  

En las elecciones municipales del pasado 26-M, Bildu revalidó su victoria. Pero con cambio en la alcaldía. Ahora la regidora es Nagore Alkorta, quien en sus propuestas electorales no incluía cambio alguno respecto a los toros. Sus rivales peneuvistas tampoco iban por ese camino. Cada año, y este no será una excepción, los concejales de Bildu y PNV presiden las tres corridas que se celebran en el pueblo. En Azpeitia, los toros no se tocan. 

 

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