Quantcast

País Vasco

El PNV y las cosas del dinero: Urkullu pedirá a Sánchez que evite elecciones el 10-N

El lehendakari Íñigo Urkullu durante su encuentro de junio con Pedro Sánchez en La Moncloa.

El lehendakari, Íñigo Urkullu, sorprendió unas semanas atrás al tildar de "absolutamente lamentable y penoso" lo acontecido durante la investidura fallida de Pedro Sánchez. El motivo de que pronunciase esas palabras gruesas es que el jefe del Ejecutivo vasco tiene claro que no deben repetirse las elecciones generales el próximo 10 de noviembre, ya que dicha repetición electoral pondría en peligro la negociación sobre las transferencias pendientes y sobre los presupuestos de 2020. Y ese será el mensaje que trasladará al presidente del Gobierno en la reunión que ambos celebrarán dentro de diez días. 

En el marco de su particular ronda de contactos para pedir apoyos a su investidura, el presidente del Gobierno en funciones tiene previsto visitar al lehendakari. El encuentro se celebrará en una fecha aún por determinar pero que estará entre los días 19 y 22 de agosto, según anunció Moncloa. Sea cuando sea el encuentro, no parece que peligre, ni mucho menos, el respaldo de los peneuvistas a una hipotética investidura de Sánchez. Pero está claro, al mismo tiempo, qué espera el PNV de Sánchez. 

Las transferencias y los presupuestos

Es evidente que Urkullu y los suyos no quieren otras elecciones generales. El mencionado tono del lehendakari y también los discursos de Aitor Esteban en el Congreso de los Diputados durante la propia investidura de julio demuestran que los peneuvistas abogan por una solución de consenso que evite volver a pasar por las urnas. Incluso, el portavoz del PNV aprovechó su paso por la tribuna para ofrecerse como mediador entre PSOE y Unidas Podemos.

En Sabin Etxea tienen claro que la repetición de las generales sería perjudicial para sus intereses. Al Gobierno de Urkullu le interesa que haya un gobierno cuanto antes para negociar tanto las transferencias pendientes como los presupuestos del próximo ejercicio. Más aún cuando el PNV, que gobierna en minoría, necesita apoyos para sacar adelante las cuentas públicas vascas

El Ejecutivo vasco necesita que haya estabilidad en toda España para buscar lo mismo solo en Euskadi. Es muy complicado, por no decir imposible, negociar la cifra del cupo, el calendario de transferencias o las obras pendientes del Tren de Alta Velocidad con un interlocutor en funciones, razonan Urkullu y sus afines. Si no hay presupuestos, se paraliza la fructífera relación con el Gobierno de España. 

El esperado encuentro

Por ello, en el encuentro de los próximos días Urkullu trasladará a Sánchez la necesidad de superar el bloqueo institucional y evitar otras generales el 10-N. Cuestión distinta es lo que haga el presidente del Gobierno, claro, toda vez que la política nacional se asemeja a un juego de culpas donde PSOE y Podemos pelean por el célebre relato más de lo que negocian un acuerdo de investidura que cada día parece más remoto

Para abonar su tesis, Urkullu tiene como posibilidad exponer a Sánchez el ejemplo de lo que ocurre en Euskadi, donde PNV y PSOE gobiernan en coalición y sin mayoría absoluta entre los dos socios, frente a lo que ocurrió en el Parlamento nacional, donde PSOE y Podemos no llegaron a un pacto para gobernar juntos. 

Este mismo lunes 'El Correo' recogía el temor que existe en el Gobierno de Urkullu a que se repitan las generales el 10 de noviembre. Porque dicha repetición, con el consiguiente clima electoral que aleja los pactos, podría poner en peligro tanto la aprobación de las cuentas autonómicas como la economía en general, ya que suenan tambores de recesión. 

Como ya ha informado este diario, el PNV fía todas sus posibilidades de agotar esta legislatura a la aprobación de los presupuestos en Euskadi. Si no hay acuerdo para aprobar las cuentas, habrá elecciones vascas antes de tiempo. Y si hay generales en noviembre, el adelanto en el País Vasco estará más cerca. 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.