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País Vasco

El machismo sacude las fiestas del País Vasco

Concentración en protesta por una agresión sexual grupal a una joven de 18 años en Bilbao.

No se habla de otra cosa en el País Vasco. Los comportamientos machistas, incluidas varias agresiones sexuales, una de ellas en grupo ocurrida en Bilbao, están copando titulares, discusiones y polémicas que se focalizan, además, en las fiestas de las principales ciudades de la comunidad. La penúltima noticia relacionada con el asunto es la prohibición de un concierto en la Semana Grande de la capital vizcanína. Pero no es la más grave ni parece la última. 

Agosto se inició en Euskadi con un suceso luctuoso: una violación en grupo en pleno centro de Bilbao. Los asuntos políticos fueron orillados del debate público debido a los pormenores de este caso, como el hecho de que los presuntos agresores lanzasen 17 euros a la víctima tras agredirla, como el origen magrebí (argelino, en concreto) de los supuestos culpables o como la puesta en libertad de algunos de ellos por falta de pruebas. El resultado fue (y es todavía) una avalancha de titulares y tertulias sobre el asunto tanto en el País Vasco como en el resto de España. 

Varias agresiones sexuales en Vitoria

Esa violación en grupo no ha sido la única acontecida en la comunidad en fechas recientes. Solo durante los seis días que han durado las fiestas de Vitoria, desde el pasado domingo hasta este viernes, se han registrado cuatro denuncias por agresiones sexuales en la capital de la comunidad. Ha habido varios detenidos por estos hechos que han zarandeado a la sociedad alavesa. Además, el tradicional 'paseíllo de los blusas' -desfile por la ciudad de las diferentes cuadrillas de blusas y neskas- también ha estado marcado por el debate sobre el machismo. 

Porque, como ya recogió este diario, una cuadrilla de jóvenes fue expulsada por hacer públicos mensajes que ponían en entredicho la existencia de la violencia machista. Más en concreto, este jueves la Federación de Blusas y Neskas de Vitoria expulsó a la cuadrilla Mozkorraldi por haber portado tres pancartas que provocaron la denuncia de diversos colectivos feministas. La polémica se inició el miércoles después de que las cuadrillas de blusas y neskas guardasen diez minutos de silencio precisamente en protesta por el intento de agresión sexual que sufrió una mujer en la capital alavesa el sábado anterior.

Cuando reiniciaron el citado paseíllo tras la protesta, varios miembros de esta cuadrilla exhibieron pancartas en las que se leían mensajes como estos dos: "Falsas denuncias=Maltrato=Misma condena" y "La violencia es un tema de actitud, no de género". Un colectivo de mujeres feministas se enfrentó a gritos en plena calle con este grupo. La controversia se viralizó rápidamente.

Horas después, la Federación mencionada decidía expulsar a Mozkorraldi, que debutaba este año en este pasacalles, por ser "inaceptables" sus pancartas. Hasta miembros de la propia cuadrilla abjuraron después de quienes decidieron mostrar esos carteles y los acusaron de haberlos exhibido sin contar con el permiso de todo el grupo. 

Una campaña fallida y un concierto prohibido en Bilbao 

A lo sucedido en Vitoria se suman varios hechos acontecidos en Bilbao. Primero fue la publicación de una campaña del Ayuntamiento bilbaíno que quedó desdibujada por un grave error ortográfico. En los carteles de dicha campaña aparece este mensaje: "(...) El silencio, no es sí". Un mensaje equívoco porque los responsables del mismo variaron el sentido de lo que pretendían decir al introducir una coma errónea gramaticalmente. De "el silencio no es sí" a parecer que un "no" es un "sí". 

La fallida campaña quedó casi en una anécdota después de que el propio Consistorio bilbaíno cancelase este viernes un concierto de la Semana Grande por machismo. El rapero C. Tangana fue contratado en primera instancia como una de las estrellas musicales que tocarían en las fiestas de Bilbao. Esta semana se desató una oleada de protestas, iniciada por varios ciudadanos en la plataforma Change.org y luego asumida por algunas formaciones políticas, merced al machismo que contienen algunas letras de las canciones de este músico.

Ante el revuelo suscitado, con casi 10.000 firmas reclamando que se cancelase la actuación, este viernes el Ayuntamiento decidió suspender el concierto. Algo que, de paso, abrió un debate en Euskadi acerca de si dicha decisión es acertada o si debería haber prevalecido la libertad de expresión del rapero. 

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