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Opinión

SABATINAS INTEMPESTIVAS

Vivir entre mentiras

Instituto de Jerez de la Frontera donde se ha producido el apuñalamiento por parte de un menor
Instituto de Jerez de la Frontera donde se ha produjo el apuñalamiento por parte de un menor Europa Press

Algunos nacimos en un mundo de mentiras. Todo aquel que podía expresarse lo hacía para mentir. La gente de bien callaba. Para resumir aquella época, podría decirse que fue un tiempo de mentiras y silencios. Quién nos iba a decir que muchas décadas después viviríamos en una sociedad que no tiene complejos en soltar todas las mentiras que se le ocurren con tal de apañarse en la vida.

La ley de la Amnistía ya ha sido redactada y se venderá a la población bajo el marbete de Ley de la Concordia, donde no aparecerá para nada la palabra nefanda para evitar que les digan a los promotores que son unos trileros que llevan engañando a los suyos, y a los ajenos, desde el día que peligraron sus poderes. Pero la redacción de la ley para enmascarar la golfería necesita de dos condiciones que hasta ahora no están suficientemente afinadas. La primera, el acabado. La segunda, el soporte publicitario.

Los arrogantes que nos gobiernan “progresivamente” pero “atentos a los preceptos constitucionales” se hallan ante el dilema de que ellos saben más de trampas que de leyes y hay que proveerse del personal adecuado que les saque del embrollo

Igual que ocurre en la delincuencia, en la que no es lo mismo el que se adiestra en el juego de las chapas y la bolita que el encargado de encontrar los resquicios que consienten los Códigos para evadir la pena, en el caso de la Ley de la Concordia sucede que los arrogantes que nos gobiernan “progresivamente” pero “atentos a los preceptos constitucionales” se hallan ante el dilema de que ellos saben más de trampas que de leyes y hay que proveerse del personal adecuado que les saque del embrollo. En lenguaje llano, personajillos con los que usted no contaría ni para que le revisen un contrato de alquiler sin grave riesgo. Es el caso, por ejemplo, de Jaume Asens, al que una eminencia en el mundo de las ideas como Ada Colau, exalcaldesa de Barcelona, valoraba como un compendio de Hans Kelsen y Carl Schmitt, de haber sabido de ellos. Él preparó el primer borrador que llena de inquietud a los jefes de la banda y demás juristas de reconocido prestigio (sic). Cuestión de tiempo para encontrar las palabras justas y las necesidades precisa.

El soporte publicitario, ya encargado y muy avanzado en su ejecución, mantiene una dificultad de concepción. O lo que es lo mismo, las baterías están descargando manipulaciones de a puño todos los días, pero no van al unísono de la Ley de la Concordia, aún necesitada de aliño jurídico, por lo que se percibe desde el poder “en funciones” ciertas tensiones que deberían evitarse para que el personal, pasmado ante el esfuerzo, supiera calibrar los imponderables de una operación deformativa de tan largo aliento. Es decir, que las mentiras no pueden ser picudas al estilo de Oscar Puente sino redondas a la manera de Yolanda Díaz, y el ideal es que ambas formen un artilugio que se muestre invencible por tierra, mar y aire, de tal modo que genere el pasmo entre los adictos y la intimidación al que levante el dedo para preguntar cómo se puede ser al tiempo tan desvergonzado en la intimidad y tan impune ante la opinión pública.

Vivir entre mentiras no se debe a ninguna deriva política como creen los reaccionarios. Al contrario de lo que imaginan los conspiranóicos las mentiras conviven con mayor habilidad y frecuencia en la aparente tranquilidad cotidiana. Sólo llaman la atención cuando salta un suceso, pero el efecto es breve, y unas nuevas falacias suelen cubrirlo de olvido. Un chaval de 14 años en un instituto de Enseñanza Media de Jerez de la Frontera llega una mañana armado con dos cuchillos domésticos e inaugura su jornada apuñalando a dos compañeros que con toda seguridad habían empezado su ritual cotidiano de humillaciones, insultos y bromas a su costa. Llevaban así desde los ocho días en que se inauguró su curso en 3º de ESO. Había sufrido la experiencia ya en años anteriores. Se hartó de estar harto y la emprendió a cuchilladas con esos alumnos y los profesores que fueron apareciendo.

No hay protocolos capaces de reducir el bullying sino colegios, profesores y familias capaces de enterarse de lo que se niegan a ver y a afrontar

Oh, gran escándalo. Los docentes -ahora se llaman así a los profesores- aseguran no saber nada del bullying -también ahora se llama así al acoso regular a un alumno modelo, buen estudiante y tranquilo- y todos se sorprenden de los cuchillos, aunque fueran de cocina. ¡Ah, no denunció el caso y padecía Asperger! El síndrome de Asperger es el territorio preferido de los psicólogos mediocres. Sólo desde la conciencia de unos desganados, pastoreados por las instituciones, es posible ocultar tanta miseria en forma de mentiras.

Los profesores haciendo de policías buenos, las familias cumpliendo con su papel de modelos de empatía, las autoridades educativas pletóricas de protocolos. Argucias para blanquear la realidad. El síndrome de Asperger no es una enfermedad sino un estado del espíritu al que el arrollador analfabetismo que generan las redes han acabado por convertir en pandemia. Un joven con Asperger forma un paisaje donde se reflejan enjambres de estúpidos dispuestos a joderle la vida al diferente. Un chaval que va a lo suyo, es decir, que estudia, piensa y se hace mayor, acosado por unos chulillos descerebrados acostumbrados a hacer lo que nadie, empezando por sus padres, jamás les prohibieron hacer. Está prohibido prohibir, primer mandato de la indigencia intelectual, y sin más añadidos en la lista. No hay protocolos capaces de reducir el bullying sino colegios, profesores y familias capaces de enterarse de lo que se niegan a ver y a afrontar.

La característica más oculta de una sociedad de mentiras es que todos nos sentimos víctimas. De los padres, del sistema, del vecindario, de los sentimientos, de la oposición, del fascismo, del comunismo, del jefe, hasta de las mujeres o de los hombres; la gama es infinita

La característica más oculta de una sociedad de mentiras es que todos nos sentimos víctimas. De los padres, del sistema, del vecindario, de los sentimientos, de la oposición, del fascismo, del comunismo, del jefe, hasta de las mujeres o de los hombres; la gama es infinita y utilísima para la plácida conciencia. Un inhibidor de responsabilidades. Estaba adaptado para gente adulta y ahora se ha extendido a la adolescencia. Antes, los acosos escolares se resolvían a hostias o se acumulaban hasta la patología. Ahora aparece el cuchillo, instrumento de gente artera. Actuar en pandillero está bien visto, no sólo en la política. Es otra mentira socialmente necesaria para sobrevivir, aunque reconocerlo sea un error que se paga.

Las abuelas solían dar una recomendación en aquellos años del cólera. Se reducía a tres palabras hoy intraducibles: “No te signifiques”. Eran modos para capear tiempos de miedo y de mentiras, difícil de entender para un adolescente en un mundo de héroes innobles, donde significarse como un patán desorejado ayuda al éxito. Las navajas están llamadas a ser, junto a los móviles, herramientas que simbolizan un modo de vida y me temo que una época. La concordia sirve para decorar.      

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  • S
    S.Johnson

    Gran artículo.
    Cabría decir con respecto a la obviamente mentirosa, presumiblemente indecente, mas que probablemente delictiva y de título insultantemente falsario "Ley de la Concordia" que cada pueblo está perfectamente representado por sus dirigentes.
    No es el trilero Pedrito ni su banda de facinerosos, SOMOS NOSOTROS los autores del desastre.
    No hay derecho a quejas ni a reclamaciones. Lo hicimos avisados y conscientemente, no damos para mas.

  • S
    S.Johnson

    Gran artículo.
    Cabría decir con respecto a la indjudabñlemenmte mentirosa presumiblemente indecente y mas que probable delictiva "

    • S
      S.Johnson

      Eyaculación precoz por incontinencia del sistema.
      Consumación con éxito mas arriba.

  • L
    la linde

    Desde la muerte de Franco todos los partidos políticos se lanzaron a por el botín del Estado, convirtiendo la gestión de lo público en un sistema de enriquecimiento para los propios y amigos, y así sigue España, cada día con mas indocumentados al mando, pero ya todos muy prácticos en el arte del trueque del poder económico, al final: el más listo es el que más pasta se lleva, y los más tontos los que aplauden a esos listos, porque a ellos tambien les llega alguna migaja del reparto..

  • C
    COROVLU

    Pocas mentiras tan pertinaces como los topicazos que suelta el articulista, sin venir a cuento, sobre el régimen anterior y su supuesto carácter totalitario y represivo. Esos laureles resecos de "yo corrí delante de los grises", trenzados además por los propios narradores, adornan cabezas cada vez más seniles y desenfocadas, y son una pretensión risible de una autoridad moral más que dudosa.

    • B
      Botiflash

      El articulista quizá caiga en reiteración, nunca gratuita ni extemporánea, por su condena del régimen franquista...pero dice la verdad sobre lo que fue y significó la dictadura, en lo malo, lo menos malo y lo bueno y lo claramente bueno...no exagera en absoluto...

  • M
    MrScrooge

    Otrosí digo:
    Lo de poner en negrita algunas frases de sus (magníficos) artículos supongo que no es idea original suya, sino del medio en que los publica, muy dado a estas aberraciones pseudo-pedagógicas. Es más, supongo que en el fondo le reconcome, mucho más que el dichoso tema catalán. Ya dijo hace un siglo Unamuno que subrayar un texto era un insulto a la inteligencia del lector, frase que a Vd. , como gran conocedor de los intelectuales de la época, seguramente le sonará.
    Por lo demás, me reconozco parte de sus fans, de los que ponen el despertador el Sábado a las 06:00 para gozar cuanto antes de sus escritos.

  • M
    MrScrooge

    "...se hayan ante el dilema.."
    Ay, don Gregorio, hayo que su crispación creciente ante el tema catalán le hace perder la ecuanimidad y la observancia de las reglas de ortografía. Una lástima!

  • S
    SonWeb

    La cuestión es quién está ganando, si ellos o nosotros, y quiénes son ellos y quiénes nosotros.

    El Estado ha quedado prácticamente reducido a una gran empresa de empleo público a la que la mayoría quiere pertenecer y a una Caritas dedicada a la «sobreayuda», acción de ofrecer asistencia o recursos a alguien que no los necesita o que no los merece. Votos, votos, votos.

    Así, «los ellos» no son solo las sectas del asesinato vasco o los separatistas del catalanismo supremacista, es la personalidad del voto sanchista, la nueva identidad española que entiende el caso Rubiales y lo de la amnistía a los del golpe anticonstitucional como procesos evolutivos de una democracia imperfecta.

    Estos son mis «ellos», y me pregunto quiénes somos nosotros. No encuentro a nadie de quien pueda decir «nosotros». Algún francotirador en las redes sociales, algún articulista arriesgado, algún parlanchín familiar al que se deja consumir su discurso sin réplica. Espejos rotos que reflejan valores y principios que antaño nos unían. Lo demás es ajedrez político en una democracia iliberal a la venezolana, cuando, por ejemplo, el sistema judicial se convierte en factótum socialista y la normalidad es una infamia.

    Sobre los escombros del sanchismo no se puede edificar nada de provecho nacional y nadie está dispuesto a intentarlo. Nadie reflexiona sobre la esencia de la democracia, y sobre cómo estas decisiones tomadas desde las esferas de poder reverberan en las vidas de la ciudadanía, un mar de conformismo en el que se ahoga el discurso crítico tan necesario para la democracia.

    • -
      -Munna

      Le pido disculpas por el voto negativo totalmente involuntario, no puedo estar más de acuerdo con su magnífica exposición.

    • J
      juande

      Usted lo ha dicho: votos, votos, votos, clientelismo político a palo seco. Antes pensaba que en España hacía falta alguien que se inmolara por el país, que pusiera en orden las cuentas, la justicia, los aforamientos, las mordidas, Alguien que concluido su mandato estaría condenado al ostracismo por tantos callos como habría pisado aunque contara con el reconocimiento anónimo de medio país consciente de la hombrada/mujerada. Ahora sé que és@ no podrá llegar al poder. La Ppsoe lo impedirá. Ya hay demasiados viviendo de esa sociedad de colocaciones exprés cuyo suelo electoral es, sencillamente, imbatible.

  • T
    tteniax1tipointeligente

    Será víctima de bullying, de Asperger, del sistema educativo, social e incluso de su propia familia pero entrar con 2 cuchillos al cole apuñalando a profes y al que se te cruza me da más miedo que compasión. Otros victimismos diferentes de menor empatía como el racismo o el fascismo en seguida le hubieran hecho culpable...

  • V
    vallecas

    Completamente de acuerdo D. Gregorio. Pero si Sánchez miente y progresa y mis vecinos le votan. ¿Qué se puede hacer??
    Si sus compañeros de partido le dicen "Pedro, haz lo que tengas que hacer para mantenerte en el poder"
    Otros se sentirán legitimados para hacer "lo que tengan que hacer" para que NO continúe.
    Sánchez es un tumor y cuanto más se tarde en extirparlo mucho peor.

  • E
    eddo

    pero no señala a los tertulianos que se encargan de esas labores, no los menciona ni a los pastores que los llevan a los programas como a las ovejas, pero en cambio cobran y se hacen famosos.

    Los pastores de los programas de tv y radio de la concordia. Como tienen que ir muchos de uno a otro programa deben adaptarse a lo que les guíe cada pastor.

    Por cierto que opina de Villarejo con Roures, Pablo Manuel Iglesias, los de TV3