Quantcast

Opinión

Los verdaderos culpables

Los dos grandes partidos nacionales, los que han desarrollado la Constitución de 1978 desde la Transición hasta el presente, han faltado clamorosamente a su deber de preservar la unidad, la cohesión y la dignidad de la Nación

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, en una imagen de archivo.
El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, en una imagen de archivo. Europa Press

El pasado jueves 5 de mayo participé junto con Sergio Fidalgo, Pedro Insua, José María Nieto y Pau Guix en la presentación del libro de este último, El nacionalismo es el mal, cuya lectura recomiendo. Además de acompañar a Pau en ese acto, todos habíamos contribuido con un prólogo a esta obra combativa y valiente, que no tiene desperdicio. Releyendo lo que dije en esa ocasión, he considerado que merecía algo más que el efímero vuelo de las palabras desvanecidas una vez pronunciadas y por ello reproduzco aquí los párrafos que entiendo esenciales de mi intervención. Espero que mis lectores en Vozpópuli compartan mi apreciación.

“El actual Gobierno de la Nación se apoya en los grupos separatistas para mantener su estabilidad parlamentaria, ha indultado a los golpistas del 1 de octubre de 2017, les ha dado entrada en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, les ha perdonado sus latrocinios y se humilla ante ellos siempre que los necesita para aprobar normas o presupuestos. En cuanto al nacionalismo vasco asesino, permite los homenajes a los carniceros, les ha facilitado condiciones penitenciarias de privilegio y no se recata de pactar con sus herederos. Efectivamente, los adeptos a la libertad, a la racionalidad, al pluralismo, a la democracia y al pensamiento ilustrado, hemos retrocedido y mucho.

El señalamiento de los culpables de que España se encuentre en esta primera mitad del siglo XXI cuarteada, desnortada, avergonzada de su pasado multisecular, insosteniblemente endeudada moralmente destruida y peligrosamente cerca de su liquidación

Es verdad que continuamos en la trinchera y que todavía nos permitimos salir de ella de vez en cuando para lanzar cargas valerosas, sable intelectual y moral en mano, como demuestra este libro de Pau, pero con la sensación de que somos como la caballería polaca contra los tanques nazis en 1939. Esta dura y frustrante realidad nos puede llevar a la sospecha de que no hemos sido lo suficientemente convincentes, no nos hemos esforzado lo bastante, no hemos sacrificado tanto como hubiéramos debido, que no hemos puesto en el asador toda nuestra carne, como están haciendo heroicamente en estos días los ucranianos.

Pues bien, permitidme, queridos Pedro, José María, Sergio y Pau, que os tranquilice y también a vosotros, los que nos acompañáis esta noche y sintonizáis con nuestros planteamientos y con el magnífico contenido del libro de Pau Guix. Descartad por completo cualquier sentimiento de culpabilidad o de autorreproche. No, nosotros no somos los culpables, nosotros hemos dicho, escrito y hecho siempre lo que debíamos. Los culpables son otros y no son exclusivamente los nacionalistas identitarios. Ellos no engañan, su maldad, su intolerancia, su crueldad, su racismo apenas disimulado, su totalitarismo, su fanatismo, son patentes.

Y este es el mensaje que quiero dejar hoy aquí: el señalamiento de los culpables de que España se encuentre en esta primera mitad del siglo XXI cuarteada, desnortada, avergonzada de su formidable pasado multisecular, insosteniblemente endeudada, zarandeada impunemente por sus enemigos internos y externos, moralmente destruida y peligrosamente cerca de su liquidación como Nación.

Lo denuncio -y no es la primera vez que lo hago- en un párrafo del prólogo que he escrito para El nacionalismo es el mal y no quiero repetir ahora los demás conceptos que allí vierto ni los merecidos elogios que dedico al último libro de Pau, pero sí insistir en éste porque si no entendemos la naturaleza de las desgracias que nos mortifican y si no localizamos a sus auténticos responsables, no hallaremos su remedio.

Lo enunciaré ya sin ambages: estamos como estamos porque los dos grandes partidos nacionales, los que han desarrollado la Constitución de 1978 desde la Transición hasta el presente, han faltado clamorosamente a su deber de preservar la unidad, la cohesión y la dignidad de la Nación que los españoles hemos puesto mayoritariamente bajo su tutela.

Tendemos a criticar acerbamente, y con evidentes motivos, a los separatistas por su contumacia venenosa, su deslealtad flagrante y su trituración de derechos humanos básicos. Ahora bien, son acusaciones que, aunque justificadas, resultan inútiles por obvias. El tigre no es culpable de devorar a sus presas, lo es quien lo deja suelto. Tampoco el escorpión que sigue su atávico instinto matando a la rana, sino ésta por transportarlo sobre su lomo.

Cada vez que los dos grandes partidos nacionales han cedido más y más competencias, más y más recursos, más y más poder institucional a los nacionalistas, poseídos por su interés partidista no sólo ajeno, sino contrario, al interés nacional, iban tejiendo los mimbres del desastre que hoy nos atenaza. Si en vez de entregarse a su rechazo maniqueo del que era su adversario electoral, hubieran acordado con él la protección de la Nación que estaban obligados a preservar, no estaría ésta hoy en manos de sus peores enemigos.

Mientras las dos principales fuerzas políticas no se sitúen a la altura de su misión histórica, nosotros seguiremos nuestra denodada porfía, pero sabiendo que es imposible ganar una guerra bajo permanente fuego del bando supuestamente propio. Las puñaladas más letales son las que se reciben por la espalda. La conclusión es que únicamente una reacción masiva de la parte de la sociedad española que aún cree en nuestro ser y quehacer nacional que cristalice en un proyecto político decidido a poner coto a tanto desmán, nos permitirá encontrar la esperanza y el camino del éxito colectivo.

Hasta que este día llegue, si es que llega, procuremos no desfallecer y mantener encendida, aunque sea en forma de débil brasa, la llama de la razón frente al instinto, de la democracia frente al totalitarismo y de la libertad frente a la opresión”.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • V
    Voltaire2.0

    Gracias!

  • C
    ConTroll

    Alejo reconoce, es hombre inteligente y honesto, que es la partidocracia del 78 la que engendra monstruos, el PP y lo PSOE.
    Pero lo reconoce implícitamente, no da el paso a la descripción del mecanismo que presenta como "democracia que nos hemos dado" al engendro diseñado para el sometimiento de la soberanía nacional española desde las instituciones.
    Cuando Alejo sea capaz de reconocer que si hemos llegado hasta aquí es como consecuencia de unos planos diseñados para encerrar a los españoles en una trampa entonces Alejo habrá dado el paso para dejar atrás la melancolía y pasar a la acción políticamente significativa.
    Mientras tano no hace más que dar vueltas a la noria, eso sí, con inteligencia y estilo.

  • L
    Luzmasluz

    Afino más todavía: del PSOE no se podía esperar nada constructivo, dada su trayectoria histórica. De la "llamada derecha" sí, pero se comportó, ya desde la muerte del General Franco, con una "repugnante sumisión" a los dictados de la "izquierda", ya desde el mismo momento en que se inició el redactado de la Constitución, y aun antes... ¡Pura cobardía!

  • M
    Manuteide

    Totalmente de acuerdo con su reflexión, D. Alejo. Es una pena que salvo VOX ni el el actual PP y por supuesto el PSOE asuman el reto histórico de salvar nuestra Constitución y por ende a España de las garras nacionalistas...

  • Y
    Yorick

    El nacionalismo es el mal...

    Se dice que el principal éxito del maligno consiste en convencer a sus víctimas de que no existe. Quizá él mismo está convencido de que no existe. ¿Nacionalista yo? Sin duda, me confunde con otro.

    Por alguna extraña razón, no ajena a estas deficiencias cognitivas, muchos votantes del PP están llegando a la conclusión de que un nacionalista con sombrero compostelano es muy distinto a uno con barretina. Para mí que son el mismo bicho, aunque quizá en distintas fases de su metamorfosis.

  • C
    Casandro

    Pues ahí está Feijóo cogiendo impulso para continuar con la destrucción. Lo que viene no pinta mejor que Sánchez, este agravado estafermo encima es nacionalista convencido y de propina sumiso lacayo del "globalismo" destructor.

  • S
    sinperdon

    Feijoo va a solucionar estas pequeñeces.No se preocupen.Ya ha ido a sobar la peana un poco del empresariado catalàn.Claro que va quedando poco empresariado.Estos del pp,se inventan todo.En 3 y pico años,MoBo,se ha inventado que Andalucia ya es otra cosa.Y decimos de Sanchez...si son los mismos perros con distintos collares.Crea mas funcionarios,aumenta su deuda,sigue el mismo paro,no hay un despido de los miles que tenia que haber hecho.Pero su sonrisa,su sonrisa es la derecha pperil.La que va a arreglar España

  • A
    Alexander

    ¿Por que pudo formarse un país tan extenso como Estados Unidos, que tiene una superficie que duplica a la de toda la Unión Europea?. La respuesta es que Estados Unidos nació a partir de las 13 colonias de la corona inglesa que tenían en común el mismo idioma, el inglés. Los millones de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos procedentes de Europa, a lo largo de varios siglos, asimilaron la lengua inglesa (el famoso melting pot) y eso contribuyó a formar la conciencia nacional. En España es necesario reencontrar los verdaderos fundamentos de la nación española para poder construir una nación con unos cimientos mucho más sólidos que el actual estado de las autonomías. En mi opinión, los fundamentos de la nación española son el idioma español (no el "castellano") y la gran gesta histórica de la Reconquista, que fueron 800 años de lucha contra los invasores mahometanos durante los que se forjó la identidad de nuestra nación. Además, España es una nación que pertenece al mundo occidental por su cultura procedente del Imperio Romano y por su religión cristiana.

    • E
      eddo

      Estoy de acuerdo en todo menos, incluido que escribo en español no castellano como se ha legalizado, en la Reconquista, de donde lo saca?. Solo hubo el precedente de las Navas de Tolosa por pura necesidad. No hubo ningún plan en los siglos de guerras de los reyes, condes, de los reinos cristianos, iban a su bola, pactaban con los califatos pagos por paz, Almanzor se paseo por toda la península porque no había ningún plan, solo las ordenes de guerreros religiosas a partir del Temple al que los reyes utilizaron, pero no pagaron lo pactado, por conquistar en nombre de los reinos cristianos de la península. Solo hasta los reyes autodenominados católicos por el papado se puede hablar de reconquista planeada, y fue muy fácil. De hecho el reino de Portugal creado del condado de Portugal, ex vasallo del reino de León, acabó antes las guerras contra los califatos.

  • E
    eddo

    Bueno, bien, pero porque no se lo ha dicho a Feijoo que ha estado semana en su ciudad esta semana, porque Feijoo es nacionalista gallego, a favor de lo foral, de los derechos históricos legalizados por los redactores de la constitución, por cierto Feijoo cito a Fraga y dijo que Fraga creía que nación y nacionalidad es lo mismo. Empiece por Feijoo al que usted tanto admira como político, continúe con Fraga que era no nacionalista pero lo fue cuando presidente de la Xunta, por cierto que voto en contra de la LOAPA e invito a Fidel a Galicia, todo un recital de engaños.

  • G
    Gladiator

    De acuerdo don Alejo, pero es la Constitución la que procura el desmembramiento del Estado. Ese maldito título VIII. Y luego está la ley electoral, claro. Origen de esta partitocracia funesta. Lasciate ogni speranza…

    • J
      juanramon2007

      Enhorabuena Gladiator, no se puede decir mejor en menos frases. Admiro al señor Vidal Quadras pero fue su generacion politica la que engendro los actuales mosnstruos ninis ebrios de ambición a costa del sacrificio de lo que sea necesario y a los que proporcionó las herramientas para ello: la particion del estado para que sus compañeros de estudios colocaran en las ubres publicas a sus hijos sin pasar por oposiciones estatales y la ley electoral que les dio un poder de negociacion muy superior a su censo electoral. Quizas lo hicieron ustedes con la mejor de las intenciones pero como bien dicen algunas citas: "No hay accion buena sin castigo" y "El camino del infierno está empedrado de buenas intenciones"