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Opinión

El valenciano, el ucraniano y otras humillaciones

Si Rusia controla la totalidad de Ucrania podría degradar al ucraniano a la categoría de mero dialecto del ruso

catalán
Manifestación en Girona contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya EP

El ucraniano y el ruso son tan distintos, o tan parecidos, como el español y el catalán, que aun procediendo del latín se han separado lo suficiente como para dificultar, que no evitar del todo, la comprensión mutua. Aunque ucraniano y ruso comparten un ancestro común, sus formas habladas también se distancian suficientemente para ser consideradas distintas, según los lingüistas y los propios hablantes.

Hay quien afirmaba, pobre en información, que el valenciano es dialecto del catalán, o el gallego del castellano. Afortunadamente ya casi ningún español pone en duda que son lenguas, y eso nos honra. Pero no se puede cantar victoria porque no estamos de acuerdo, y no sé si lo estaremos algún día, en si el catalán y el valenciano son lenguas distintas o la misma. Políticamente son distintas, está claro, pues así las cita la constitución. Y si es la misma lengua, que parece ser que sí, habría que encontrarle un nombre que designe a ambas a la vez, algo parecido a serbocroata cuando los dos países actuales pertenecían a la antigua Yugoeslavia. Ahora es de obligado cumplimiento nombrar por separado al serbio y al croata, y contar a sus hablantes de manera independiente, aunque todo filólogo sepa que estamos ante la misma lengua y que también recibe el nombre de bosnio en el otro país vecino. Si embargo la Generalitat ha zanjado la cuestión y llama catalán a la lengua de Cataluña y también a la de Valencia. Algunos valencianos se sienten humillados, otros, sin embargo, empiezan a aceptarlo. Mientras tanto, para no molestar a nadie, mejor nombrarlas a la vez, catalán-valenciano. Para el lingüista son la misma, pero no para el político valenciano.

Para el nacionalismo ruso es un dialecto. Nosotros diríamos que no, pero sin sólidos argumentos porque nadie ha establecido una definición de dialecto que convenza a todos

Viene bien plantear estas cuestiones porque desde los primeros días de la guerra rusa el número de personas que estudian ucraniano en Duolingo, la famosa plataforma web de aprendizaje de idiomas, ha aumentado más de un 500%. ¿Están aprendiendo una lengua o un dialecto? Pues no lo sabemos, porque el ucraniano, como tantas otras lenguas del mundo, no está fuera de controversias. Para el nacionalismo ruso es un dialecto. Nosotros diríamos que no, pero sin sólidos argumentos porque nadie ha establecido una definición de dialecto que convenza a todos. La diferencia entre lengua y dialecto sigue dependiendo de quién la interpreta.

Lo que piensan los lingüistas

Para la el filólogo hay una sola lengua si dos variedades de habla son mutuamente comprensibles. Si dos personas hablan diferentes dialectos de la misma lengua, pongamos español gaditano y español murciano, el entendimiento, aunque discutible por el gracioso acento gaditano, está garantizado. Sin embargo, si dos personas no se entienden, como sucede con los distintos dialectos del árabe, el de Marruecos y el de Egipto, por ejemplo, hablan lenguas distintas, pero toda la información que consultemos considera al árabe una sola lengua, y los hablantes egipcios y los marroquíes entran en la misma cifra estadística.

Según esta definición filológica, el checo y el eslovaco, el indonesio y el malayo, el gallego y el portugués, podrían considerarse la misma lengua, pero carecen de nombre que los una porque están separados por fronteras políticas al igual que el catalán y el valenciano. El hindi y el urdu son lenguas distintas porque los gobiernos de la India y Pakistán así lo han establecido a pesar de que ambas son sorprendentemente similares. La gran diferencia es la manera de escribirlas. Mientras que el hindi utiliza el alfabeto devanagari, arraigado en el hinduismo, el urdu, de hablantes de confesión musulmana, utiliza el alifato árabe.

No son las únicas lenguas que, siendo las mismas, tienen distinto aspecto cuando se escriben. El serbio se escribe en cirílico, como el ruso, pues ambos son cristianos ortodoxos, mientras que el croata utiliza el alfabeto latino, como el polaco, pues ambos profesan la religión católica romana. Para los lingüistas, sin embargo, serbio y el croata son la misma lengua, porque lo que cuenta es la comprensibilidad de la expresión oral.

El poder de los gobiernos

El sociolingüista Max Weinreich, estudioso del yidis, suele ser citado como autor de una simpática sentencia: "Una lengua es un dialecto con un ejército y una armada". Y no le falta razón. Los gobiernos, dueños de la opinión, pueden decidir dónde hay una lengua. Así sucede en Moldavia, donde el moldavo es, según reza en el artículo 13 de su constitución, lengua oficial, lengua independiente, como el país, aunque sea idéntico o casi idéntico al rumano. Rumanía se ha molestado por ese cambio de marca lingüística, pero no puede ir más allá de la protesta.

El gobierno chino promueve, para reforzar el poder central contra el separatismo, la unificación lingüística. Su política consiste en minimizar las diferencias culturales y difundir la adopción del mandarín

También los italianos dicen que la isla de Córcega es políticamente francesa. Y bien podría Colombia redactar su constitución con el colombiano como lengua oficial. Los chinos le dicen al mundo que la lengua oficial de la República Popular es el chino mandarín, que a menudo se queda simplemente en chino, aunque en el enorme país asiático están vivas decenas de lenguas de la rama china y de otras familias. El chino cantonés, por ejemplo, se habla en Hong Kong y sus alrededores, pero a veces se trata como un dialecto a pesar de que el mandarín y el cantonés no se entienden en el habla. El gobierno chino promueve, para reforzar el poder central contra el separatismo, la unificación lingüística. Su política consiste en minimizar las diferencias culturales y difundir la adopción del mandarín. Los profesionales de la televisión y la radio están sujetos a estrictos requisitos e incluso pueden ser multados por utilizar una pronunciación incorrecta. Los esfuerzos del poder central persiguen eliminar las formas locales. Fuera de China, los organismos internacionales dan continuidad sin objeciones a lo que marque el gobierno Chino.   Que el ucraniano sea dialecto o lengua dependerá, en gran medida, de si Ucrania sigue siendo un país independiente. Si Rusia controla la totalidad de Ucrania podría degradar al ucraniano a la categoría de mero dialecto del ruso para reforzar el estatus disminuido de Ucrania como parte de Rusia. El ucraniano podría, según los vencedores de la guerra, ser o no ser idioma. Así nos las gastamos con las lenguas, los dialectos, las variedades, las hablas… y las habladurías.

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